Era hora del receso, Valentina y Sebastián estaban conversando, "actualizándose", como le llamaba el chico.
-Nosotras terminamos el trabajo ayer, gracias a Dios.- Dijo Valentina levantando los brazos en victoria.
-Es para el lunes y Alex no quiere terminar con el trabajo hasta que crea que está perfecto, así yo le diga que ya tenemos ganada una calificación alta. Ya me estoy cansando.
-Yo me acosté, Juliana escribió, me leyó, después opinó y agregó algunas cosas. Creo que nos va a ir bien. –Dijo Valentina satisfecha.
-Casi ni te he visto los últimos días. Pasaste más tiempo lejos de mí este mes que en toda tu vida.
Valentina reflexionó sobre eso.
-Creo que tienes razón. –Comentó ella sintiéndose culpable.- ¿Qué harás después de clases?
-No sé. Probablemente vaya a la biblioteca otra vez. Paso tanto tiempo ahí que ya me siento parte de los muebles.
-Deja de exagerar. Estarás libre la semana que viene de ese trabajo y todo volverá a la normalidad.
-Válgame Dios...
El chico fue interrumpido cuando el celular de Valentina comenzó a sonar, su tono Bach para desconocidos. Valentina frunció el ceño. Era muy raro recibir llamadas de extraños. La verdad eso nunca pasaba. Sabía que no era Juliana, ya que ahora ella tenía su propio ringtone.
-¿Hola? –Dijo ella.- Con ella habla. ¿Sarah? Oh, sí, lo recuerdo. –sonrió.- ¿En serio? –Frunció el ceño en frustración.- No puede ser. Mis papás están de viaje y regresan la semana que viene. ¿Está bien si yo te llamo cuando ellos regresen? –Esperó la respuesta.- Está bien. Gracias. –Respondió, finalizando la llamada.
-¿Tus papás están de viaje? –Preguntó Sebastián.
-No. Era la chica de la agencia de intercambios. –Respondió Valentina guardando nuevamente su celular.- Dijo que encontró una agencia americana especializada en ciegos.
Los hombros de Sebastián cayeron. "¿Otra vez este asunto?" se preguntó.
-¿Y por qué mentiste? –Volvió a preguntar. Un poco de esperanza de que Valentina hubiera desistido de la idea brillaba en su tono.
-No sé. –Respondió encogiéndose de hombros.
Ella sabía la respuesta, sus pensamientos volaron hacia Juliana. Pero la imagen fue ligeramente apagada cuando la voz de Raúl invadió sus oídos.
-¡Hey! –Dijo el chico saludando.
Valentina se encogió en su lugar.
-Hola. –Respondió Sebastián, seco.
-¿Vieron a Juliana por ahí? –Preguntó una vez más, sin por lo menos fingir interés en los dos. Valentina amó y odio a la vez la situación. Él no quería saber de ella. Perfecto. ¿Pero qué quería con Juliana?
-Fue al baño. –Respondió Sebastián.
Raúl se recostó a una pileta al lado de ellos, llevando sus manos a los bolsillos.
-Qué bueno. Quiero hablar con ella.
Valentina encogió sus manos en puños perfectos. Sus nudillos quedando blancos.
-Ella es muy guapa, ¿no, Sebas? –Preguntó el chico. El asunto siendo extremadamente desagradable para Valentina. Ella no quería presenciar a dos adolescentes en llamas comentando los atributos de Juliana.
-Ajá. –Murmuró Sebastián en respuesta, sin querer profundizar la conversación.
Valentina agradeció mentalmente por eso.
ESTÁS LEYENDO
In your Eyes
Fanfiction"Oscuridad. Así como a algunos les gusta, a algunos no. Otros solamente tienen que convivir con ella. Valentina va a descubrir el mundo a través de los ojos de otra persona." Todos los créditos a la historia original; http://www.wattpad.com/story/25...