El crepúsculo se hacía presente. El cielo estaba exuberante en tonos rojos y púrpura. Juliana estaba recostada a la puerta del dormitorio de Valentina. Esperaba a que la chica se alistara para compartir la noche con fogata y bebidas. Ella miraba las nubes blancas y suaves, yéndose lentamente con el viento, contrarrestando con los colores majestuosos sobre ellas. Era la única cosa que realmente veía, un amontonado de cabello color miel, húmedo, bajando por la espalda hasta la curva de un hermoso trasero. Una cintura fina, vientre liso y suave. Veía labios entreabiertos elevados junto a la cabeza, un cuello expuesto y unos pechos pequeños y redondos, con senos rosados y tentadores, que deseaba saborear.
Juliana sacudió la cabeza para sacar esos pensamientos, como si estuviera mal pensar en Valentina de esa forma. Repasaba en su memoria cada pequeño minuto en el que la admiró en cámara lenta. Y toda vez que se acordaba, una pequeña sonrisa se formaba en sus labios, aunque ella no sabía explicar el por qué. Ya había admirado a chicos antes, estuvo con algunos, incluso. Pero no fue como lo es con Valentina. Cuando la besó, fue como si hubiese explotado por dentro. Su mente y su corazón comenzaban a trabajar de una forma rápida y constante, confundiéndola. Cuando la vio desnuda, la deseo más que todo. Dios, la chica era hermosa, y ahora, cada vez que estaba cerca, erizaba su piel.
Valentina abrió la puerta sacándola de sus pensamientos. Vestía un short y una sudadera, en sus pies un par de converse.
-¿Nos vamos? —Preguntó Juliana alejándose de la pared.
Valentina volvió su mirada hacia ella y le sonrió, una sonrisa tan feliz e inocente, que los labios de Juliana reflejaron la acción.
-Vamos. —Respondió, levantando el brazo y ofreciéndolo en dirección a Juliana.
La morena lo tomó y la dirigió hacia afuera del pequeño balcón. Caminaron por el pasto y se detuvieron cerca del lago, en donde había varias tiendas de campaña, personas acostadas en cobertores o al lado de sus sacos de dormir. Valentina usaba su bastón. Caminar en terrenos así era imprevisible, y con el caer de la noche, temía que Juliana no viera algún obstáculo.
- Valentina, Juliana. —Saludó Raúl animado, tocando los hombros de cada una desde atrás.
Valentina esquivó su toque y le hizo una mueca. El chico se fue hacia el lado de Juliana.
-Hola. —Respondió la más pequeña, aun siguiendo su camino.
-Tu cabello está hermoso, Juliana. —Elogió él, tomando una mecha y acariciándolo.
-Gracias.
Valentina rodó los ojos y se sujetó aún más a ella.
-¿Y entonces? ¿Están animadas?
-Tengo un poco de sueño. —Se quejó Valentina.
-Ah, no. Hoy veremos el amanecer. —Dijo él con alegría.
Los hombros de Valentina cayeron en desánimo.
-Tú verás el amanecer, Raúl. Yo no voy a ver nada. —Dijo ella.
El chico hizo una careta.
-Lo siento, Valentina. No quise decir eso.
-¿No dijiste que ibas a beber hoy, Val? —Preguntó Juliana, intentando desviar la metida de pata.
-Eso fue temprano, ahora tengo pereza.
-Ah no. —Protestó Juliana, deteniéndose y sentando a Valentina en un cobertor cerca de una de las fogatas.- Hoy vamos a tomar. —Completó convencida.
Valentina dobló su bastón y lo colocó a su lado. Después frotó sus ojos.
-¿Sebastián está por ahí? —Preguntó ella.
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In your Eyes
Fanfiction"Oscuridad. Así como a algunos les gusta, a algunos no. Otros solamente tienen que convivir con ella. Valentina va a descubrir el mundo a través de los ojos de otra persona." Todos los créditos a la historia original; http://www.wattpad.com/story/25...