El miércoles Valentina se quedó con Juliana para estudiar sobre el trabajo en su casa. Juliana encontró la casa de Valentina acogedora y cómoda, pero la diferencia de la decoración entre la habitación de la menor y los demás lugares de la casa era notable. Mientras la sala y la cocina tenían colores vivos como rojo y azul predominantes, su habitación era totalmente blanca. No había cuadros ni mínimas decoraciones. Todo lo que había tenía un uso predefinido. Los muebles parecían extremadamente cómodos, pero era obvio porque Valentina prefería la comodidad a la belleza. Las únicas cosas diferentes y con color, eran algunos vinilos y uno que otro CD que estaban al lado de su computador. Juliana se sentó en el escritorio y Valentina en una silla cercana, tomando un libro en braille, comenzando a pasar los dedos hábiles por las hojas. Juliana abrió su libro y dividía su atención mientras transfería algunas informaciones del libro a su cuaderno y veía la expresión sería y concentrada de Valentina. La casa estaba completamente silenciosa, y con el tiempo eso comenzó a incomodarla. Ella dejó lo que estaba haciendo y tomó el iPod de Valentina de un parlante que estaba cerca, puso su celular en cambio y se recostó en su asiento.
Valentina fue sorprendida cuando un golpe inundó su habitación, para después venir el sonido de una guitarra, acompañada de un bajo y una voz envolvente.
-¿Qué es eso, Juliana?
-Arctic Monkeys, una banda que me gusta. ¿La conoces?
Valentina frunció el ceño esforzándose para saber si ya había escuchado alguna vez la canción.
-No.
-A mi hermano le gusta esta música. Cuando vivíamos juntos él me mostró la banda.
-Mira, no es un Jacovich, pero es muy bueno. –Comentó la más alta dejándose envolver por las voces y balanceando su cabeza con el ritmo.
Su celular sonó y Juliana pausó la canción para que Valentina pudiera hablar tranquila. Por el ringtone supo que era Sebastián.
-Hola, ¿cómo que estás en la biblioteca, Sebas?... –Su expresión fue seria.- ¿Pero no ibas a hacer el trabajo con Alex? –Hizo una pausa.- Sí... Ok, está bien. Sí, yo llamo... Beso, chao. –Respondió antes de cortar.
-Mira, si nos cansamos, podemos ir a casa de Sebas a nadar. –Anunció Valentina.
-Si seguimos interrumpiendo las horas del trabajo por el cine o la piscina, vamos a terminar sacando cero.
El teléfono de Valentina volvió a sonar, pero ahora con la sinfonía de Bach que era para desconocidos. Ella frunció el ceño, Juliana reprimió una pequeña sonrisa, levantándose y lanzándose al lado de ella cuando atendió.
-¿Hola?
-¿Hola, Vivaldi? –Dijo Juliana del otro lado de la línea, Valentina sonrió y murmuró un 'idiota' antes de cortar la llamada.
-¿Para qué me llamaste? –Preguntó Valentina direccionando la mirada hacia la morena.
-Quería saber cuál era mi ringtone en tu celular.
-Ok, pero te equivocaste. No es Vivaldi, es Bach.
Juliana torció la nariz con la afirmación.
-No quiero ser Bach. –Dijo con una sonrisa.
Valentina sonrió también.
-¿Y qué quieres ser? –Preguntó Valentina.
-No sé. ¿Puede ser Arctic Monkeys? Así puedes hasta bailar cuando te llame. –Sonrió.
Juliana se levantó y se dirigió hasta su celular conectado y presionó el botón de play, cuando la canción volvió a sonar ella bailó en medio de la habitación, sus caderas moviéndose de acuerdo a los acordes, balanceando su cabeza de un lado a otro. Su olor esparciéndose por la habitación por sus movimientos. La música era contagiosa y Valentina golpeteó sus dedos en el libro y balanceó la cabeza intentando encontrar un ritmo.
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In your Eyes
Fanfiction"Oscuridad. Así como a algunos les gusta, a algunos no. Otros solamente tienen que convivir con ella. Valentina va a descubrir el mundo a través de los ojos de otra persona." Todos los créditos a la historia original; http://www.wattpad.com/story/25...