CAPÍTULO 8

1K 117 6
                                    

Capítulo 8: Un poco del pasado y el engaño. Parte 1.

─¿Estás seguro de lo que dices, Sirius?─preguntó desconfiado a un indignado pelinegro.

─Por millonésima vez, cornamenta ─respondió desesperado de que no le creyera─¡estoy seguro, carajo!─gritó haciendo que varios chicos de la sala común voltearan a verlos─ el chico era igualito que tú, Peter esta de testigo ─señaló al muchacho.

James Potter confiaba en sus amigos, por supuesto. Pero en ese momento, el azabache creía que Sirius le estaba jugando una mala broma y siendo él, cornamenta, el merodeador, el líder, el rey de las bromas, él no iba a caer en eso, no señores.

Sonrió de lado.

─Oh no, no hace falta que hables, colagusano─ levantó la mano interrumpiendo al chico que estaba dispuesto a ayudar a Sirius ─les creeré, mis queridos amigos─sonrió mostrando todos sus perfectos dientes.

No, no les creo, solo les hago creer que lo hago para descubrir que traman y usarlo en su contra. Pensó para sí mismo con una gran sonrisa.

─Por fin, creí que me volvería loco tratando de explicarte cada detalle repetidamente ─dio un suspiro cansado mientras recostaba su espalda en el sillón en el que llevaban un rato sentados─ahora entiendo que siente Remus cuando nos explica la tarea. Pobrecito.

─Entonces...¿dicen que es como verme a mí mismo?─cuestionó intentando sacar más detalles de lo que tramaban.

Y Sirius siendo Sirius, exageró la respuesta.

─¡Si, como un espejo!─chilló emocionado ─debiste haber visto la escena, fui directito a ti, o bueno, a tu primo, pero creyendo que eras tú y que en realidad resultó ser tu primo─comenzó a divagar ─...y te juro que no me di cuenta hasta que..

James lo interrumpió.

─Canuto, al grano.

─Mis palabras son valiosas, cornamenta. Deberías valóralas─ gruñó.

─Peter, ¿y si me explicas tú?─intentó zafarse del pelinegro.

El mencionado negó.

─Sirius es el que hizo todo el show, James, debería contarlo él─mentira, Peter solo quería seguir viendo a James frustrarse por cada palabra extra que daba Sirius.

James suspiró. Necesitaba saber más de lo ocurrido aún si eso implicaba escuchar a Sirius parlotear de más.

─Canuto, mi querido y estimado canuto. No era mi intención interrumpir tu maravillosa y envidiable narración─enrolló un brazo en los hombros del joven y acarició su pelo─¿me seguirías contando, por favor?─James intentó poner su mejor mirada.

Que funcione, que funcione. Pensó.

El pelinegro sacó bruscamente el brazo de James.

─Demasiado tarde, cornamenta. Ya se me olvidó─se levantó del asiento─ ve a preguntarle a Remus, seguramente esta con ellos recorriendo el castillo.

Cuando el castaño de ojos miel le había propuesto a los chicos nuevos el recorrido, Sirius y un no muy convencido Peter, negaron acompañarlos ya que "tenían mucha tarea".

Remus supo que era mentira desde que mencionaron la última palabra.

Entonces, el dúo salió corriendo en dirección a la biblioteca, donde se suponía, estaría su amigo trabajando con Lily Evans. Cuando los encontraron, poco le importo al pelinegro interrumpir la acosadora mirada que James le dirigía a la chica sentada enfrente de él, así que, llegó a ellos y sin mencionar nada al respecto, tomó a James del brazo y lo arrastró junto a Peter a la sala común de Gryffindor. Ignorando en su paso, los gritos que la pelirroja le soltaba a Sirius Black.

Hermione Granger, la merodeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora