CAPÍTULO 9

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Capítulo 9: Un poco del pasado y el engaño, parte 2.

Harry había recorrido un no tan largo camino hasta su próxima habitación, le había costado un poco encontrarla pero no lo suficiente como para estresarlo.

Podría decirse que había tenido la suerte del mundo al tener una habitación ocupada por solo dos alumnos más, Frank Longbotoom y Harold Thomas, algo irónico puesto que seria compañero de los padres de sus otros dos compañeros de cuarto de la época en que venía.

Harry se encontraba aliviado de no compartir habitación con ciertas personas que por el momento, estaba evitando, es decir, se encontraba feliz de poder verlos y convivir con ellos, pero, los recuerdos y el saber que pasaba con ellos en un futuro le era más doloroso.

Sentía que si se acercaba a ellos nuevamente, si llegaban a ser cercanos... podían llegar a resultar heridos por su culpa y eso él lo evitaría a toda costa.

Cuando Harry entró a la habitación esta se encontraba vacía, algo bueno ya que le daba su espacio total para instalarse y pensar un poco en sus próximas acciones en ese tiempo, en esta ocasión quería pensar hasta los más mínimos detalles, no quería cometer ningún error. Esta era su única oportunidad de remediar todos los daños que su mera existencia había provocado.

En su pasado, le habían ocurrido todo tipo de tragedias, desde la más pequeña hasta la más inimaginable. Pero el último suceso con Ginny, aún lo tenía mal, se sentía culpable de no haber podido proteger a la persona que amaba y Harry se encontraba harto de ello, de que todo aquel que le importara terminara perdiendo la vida, hubo momentos, fracciones de tiempo, en las que él consideró alejarse completamente de Ron y Hermione, sin embargo, ellos nunca lo abandonaron y les agradecía por ello, no sabía que hubiese sido de él si estos lo hubieran dejado.

Ron se había decidido alejar de ellos hace un tiempo pero Harry no lo abandonó, tenía en cuenta lo mal que se sentía el pelirrojo, pero en esos momentos, es cuando sabía que él necesitaba más de su apoyo y se quedó. Había una parte de él que necesitaba sentir que no había sido su culpa, que la situación había sido mala y que todo terminó mal, pero eso no parecía ser suficiente, ese sentimiento aún permanencia en él. Así que Harry, solo siguió brindando su apoyo al joven Weasley aún cuando las cosas ya no eran como antes. Pero eso no fue igual con Hermione, Harry imaginaba que la castaña de igual manera, se sentía culpable por lo ocurrido con Ginny, después de todo, ella si había estado en el momento en que todo pasó. Muchas veces intento contradecir los pensamientos que ella tenía respecto a lo ocurrido y le insistía en comunicarse con Ron, que el chico a pesar de haber cambiado y sin demostrarlo, él la extrañaba y que la misma familia quería volver a verla, pero cada que sacaba el tema la castaña lo evadía y se iba del lugar.

Quería aprovechar que ambos se encontraban en ese tiempo para sanar sus heridas y pelear por todo lo que ambos perdieron, pelear por vivir una vida tranquila sin preocuparse de que un sujeto con creencias de querer radicar a los muggles viniera a arruinarles el día, la semana, el año o en pocas palabras, la vida.

El chico se acercó a su baúl que se encontraba ya instalado al costado de una de las camas y lo abrió, buscó entre ellos un pergamino, pluma y tinta para escribir. Era el momento de empezar su plan.

[...]

James Potter se encontraba demasiado feliz con su poción multijugos en mano, se había encontrado con el pelinegro hace ya un rato, el cual, le recordó estar en la sala común de su casa para la tarde, recalcándole, que su primo estaría esperándolo ahí.

A James casi le salía la sonrisa de gato al escuchar eso, todo parecía estar saliendole de la mejor manera, sería la mejor broma que haya hecho en su vida. Deseaba tener una fotografía del momento en que Sirius se diera cuenta que su intento por engañarlo fue un fracaso. Si después de la travesura lo llegasen a atrapar y le imponían un castigo por robar a un maestro, habrá valido totalmente la pena después de ver esa cara.

Hermione Granger, la merodeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora