-¿Te gustaría tener a mis cachorros aquí?-
El joven Park se congeló completamente para salir corriendo dejando al alfa solo, una vez más, había perdido la cuenta de las veces que había visto esa escena.
-¿Qué hice mal ahora?
-MIN YOONGI ¡No seas...
Min Yoongi, era un chico conocido como uno de los alfas más rudos y guapos del instituto. Era muy reconocido por su duro y frio corazón, pero al final sí que tenía corazón.
El joven se encontraba en 4 año de universidad y sentía que no iba a poder mucho tiempo más con un nuevo ciclo a la mitad.
«Solo lo hago para verlo a él»
La escuela llevaba aproximadamente 5 meses de haber iniciado, y a todos se les hacía eterna, más al joven Min, quien no era muy fan de estar ahí, lo único que deseaba al comenzar el día era que terminará para poder volver a su habitación con sus compañero de cuarto y grandes amigos.
Kim Namjoon.
Jeon Jungkook.
Sin esos chicos, sin duda todos pensarían que no tenía ni los más mínimos sentimientos. En las epocas de apareamiento sus dos amigos salían a buscar parejas, (aunque ninguno lo lograba aún) mientras él se mantenía acostado en su cama, mirando su celular sin alguna meta en su mente.
¿La razón?
Min Yoongi ya tenía sus ojos en alguien, era una persona demasiado dulce para él, nadie lo tomaría en cuanta, pero era verdad.
La cosa era sencilla, Yoongi no podía evitar mirarlo al ir de camino al aula de clases, sus habitaciones estaban enfrente de cada puerta, era casi imposible no toparse con ese lindo omega. Min conocía su rutina como la palma de su mano: Salía con sus amigos por la mañana, bastante casual y hermoso cabia decir, después se dirigía a los casilleros para tomar su horario y se encaminaba a su salón. En una hora entre las 2 a 3, salía a la cafetería para comer lo de siempre, Kimchi con algas. De 4 a 5 tomaba clases en el taller de danza y por último de su día, entraba a su dormitorio bastante cansado.
«No soy un acosador»
Mencionaba el pelimenta cada que sus amigos le reclamaban las miradas que le dirigía al omega.
Muchas veces el chico menor le sonreía amablemente, pero para la mala suerte de Yoongi no pasaba de eso, nunca habían logrado pasar de un simple "hola", aún así el alfa afirmaba que era todo lo que necesitaba para que sus días fueran menos oscuros que de costumbre.
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—¿Y si lo cortejas?—
Yoongi arqueó su ceja bajando el libro de su cara dandole a entender a su amigo que lo escuchaba.
—Ya sabes, vas y le pides su permiso para ser conquistado. La fecha de conseguir pareja se acerca como todos los años.—
Jungkook se acomodó mejor en su cama para lanzarle una mirada de ayuda a el peliblanco que escuchaba la conversación sin importancia.
—Jungkook tiene razón, tal vez deberías acortejarlo, no pierdes nada con intentarlo—
Sus amigos lo estaban apoyando y él no dudaba en intentarlo, quizás ya era momento de hacerlo.
Solo que...
Yoongi jamás había acortejado en su vida.
—Solo habla con la verdad Yoongi—
¡Oh no! Yoongi no debía ser directo.
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