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Al día siguiente desperté con un ligero dolor de cabeza, además que tuve que ponerme de pie extremadamente rápido al darme cuenta que me había quedado dormida, eran las 10:00am. Me bañe y prepare lo más rápido que había hecho alguna vez y salí a la cocina donde mi mamá me había dejado el desayuno. Tome solo la rebanada de pan y le di un sorbo al jugo para luego bajar corriendo al taller.

Los ejercicios. –pensé al cruzar el umbral, pero negué con la cabeza.

Hoy no habría práctica.

–Despertó la bella durmiente. –dijo mi mamá con una leve sonrisa al verme mientras trabajaba en uno de sus pedidos. –Debes estar muy cansada, si quieres ve a descansar por hoy, yo puedo seguir aquí sin problema.

Negué con la cabeza al mismo tiempo que me terminaba de meter la rebanada de pan a la boca de forma un tanto grotesca para cualquiera y me ponía el delantal para trabajar.

–Tranquila, estoy bien. Solo que mi alarma no sonó. No sé por qué.

–Quizás olvidaste ponerla anoche.

Me senté del otro lado de la mesa de trabajo, en mi lugar, y comencé a recordar lo que había hecho al entrar a casa después de haber estado en el porche. Me había dado un baño para quitar la suciedad y el sudor de mi cuerpo, luego me acosté y...si, no había sacado mi teléfono de mi bolso para poner la alarma.

Grandioso.

Tome las piezas de madera que había cortado el día anterior y comenzaría a pintarlas para crear una linda bandeja de regalo. Saque las pinturas y comencé con mi trabajo hasta que una pequeña pregunta floto en mi pensamiento: ¿Por qué no saque mi teléfono anoche? Es lo primero que hago siempre al llegar para entretenerme un poco.

Repase por un segundo lo que había hecho al despertar y volví a pensar en la noche anterior, hasta que recordé que Jungkook me había enfurecido tanto que...me fui sin sacar mi bolso del armario.

–No puede ser. –susurre y pegue la frente contra la mesa con algo de fuerza haciendo un pequeño ruido. Esto me pasaba por dejarme llevar por el enojo del momento.

No quería ir a la cabaña hoy, mucho menos después de saber lo que Jungkook haría y entender un poco más mis sentimientos rebeldes. Simplemente quería tomarme el día como: día libre sin Jungkook o problemas que involucren magia o cosas extrañas; pero mi bolso era mi vida, allí tenía cosas importantes y las necesitaba, como mi teléfono.

Solté un suspiro y un pequeño gemido lastimero por el dolor en la frente.

– ¿Estas bien? –pregunto mi mamá mirándome con la ceja levantada.

–Sí, es solo que olvide que...Leti me pidió ir al centro antes de ir al restaurante, quiere que la ayude con un asunto y a comer algo, la verdad no quiero ir. –era una mentira a medias.

Ella me miro emocionada y no era para menos. Con tantos problemas lo único que quería y me lo repetía a diario es que yo volviera a tener una vida de alguien de mi edad: que tenga amigos y salga a hacer cosas tontas de vez en cuando.

Dejo el destornillador a un lado y se puso de pie para ponerse detrás de mí y abrazarme.

–Si te pones a pensarlo, no es tan malo. Irás con esa chica, que según me has contado, te trata bien y no le importa tu pasado. Además eso te ayudara a despejar un poco la mente. –dijo acariciando mi cabello ondulado que llegaba un poco más debajo de mis hombros y comenzó a trenzarlo. – has estado muy cansada últimamente y eso puede levantarte el ánimo a seguir con nuestro propósito, ¿no?

Cerré los ojos un segundo al sentir lo amargo de la mentira en mi garganta, así que solo asentí y ella termino de trenzar mi cabello para luego dejar un beso en mi cabeza.

Bajo la luna (Saga Paranormal #6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora