❝ ¡Copitas en Europa! ❞ - Countryhumans - CANCELADA

°10°

Muchas veces, la mente humana puede romperse en tan solo un par de segundos.
En este caso, la de Polonia tardó años en hacerlo, y cuando porfin lo hizo, todo su espíritu se fue a la mierda. Y solamente quedó un cuerpo sin alma ni sentimiento.

No lo culpemos, el haber estado encadenado por años sin dejarlo respirar aquel aire de libertad le hizo mucho daño, mucho más daño que el físico. Luego de todo lo ocurrido, varios países se ofrecieron a cuidarlo, pero todos se rindieron y terminó parando en las manos de la ONU, la cual debe mantenerlo sedado para que deje de ser tan peligroso. Oh, pobre, pobre Polonia...

...

— ... — El polaco se había escapado de el hogar de la ONU. Quería perderse y jamás regresar. Tirarse a un río o por un acantilado sería suficiente para matarse. —

Aquel pobre de alma corrompida caminaba sin rumbo por el frío bosque de invierno, escuchando el sonido que hacían sus botas al caminar y presionar la nieve debajo de estas. Parecia una noche tranquila, aunque el sonido de un motor lo detuvo en seco, logrando divisar un auto que si recordaba bien, era de España. El último país que se ofreció a cuidarlo.

— ¿¡NUNCA VIERON LAS PELICULAS DE MIEDO!? —

Escucho un grito proveniente del auto una vez pasó cerca de el. Y como no podía reconocer aquel acento argentino, ese mismo que lo miro a los ojos cuando nazi lo estaba arrastrando hacia su celda y nuevo hogar, ese que le apuntó con un arma en la frente cuando quiso escapar, ese que varias noches vigiló su celda para evitar que escapara.

La curiosidad invadió al de pinta aterradora, y quiso saber de qué se trataba todo lo ocurrido. Después de todo, pensandoo bien, no tardarían en encontrarlo. Y, sería mucho más interesante espiar al argentino y sus acompañantes. Por lo que comenzó a caminar siguiendo las huellas de las llantas del auto, apurandose un poco ya que no quería que las huellas se borrarán, ya que estaba nevando.

Minutos más tarde, encontró el auto ya vacío. Miro adentro de este, asegurándose que no se encontrara nadie, y no, no lo había.
Así que, se fijó en las pisadas de las botas, por lo que siguió estás sigilosamente, encontrándose a el fascista y el japonés tapando algo en la nieve.  Por lo que espero a que se fueran, y una vez escucho el motor del auto y como se alejaban, se acercó a el lugar donde habían cavado, y aprovechando que la tierra aún estaba blanda, comenzó a cavar con sus propias manos hasta sentir...¿Dedos?...
Fijo mejor su vista, abriendo como platos sus ojos al observar que si, aquello definitivamente era una mano roja.
Siguió cavando y cavando, y finalmente, desenterró el cuerpo luego de una hora, mientras que el polaco tenía una sonrisa en su rostro.

Oh, esto sería interesante...