Sing For You (JongIn & KyungSoo)

Capítulo 1

Seis y media de la mañana. El molesto ruido de la ¿batidora?, no estaba seguro, me despertó de ese hermoso sueño en donde era el bailarín principal de un grupo. De inmediato estiré mi brazo para tocar el lugar junto a mí: vacío. Eso explicaba el ruido... no entendía por qué molestaba a esta hora si la universidad no quedaba tan lejos.

Entre quejido y quejido me tiré, literalmente, de la cama. Funcionó para despertarme. No reaccioné de inmediato sino hasta cinco minutos después. Me levanté sin terminar con las maldiciones caminando hasta la cocina, donde persistía el ruido.

Me senté en la silla más cercana y puse casi la mitad de mi cuerpo sobre en la encimera volviendo a cerrar los ojos.

_ Ya era hora de que te levantaras. –Habló KyungSoo- Ve a bañarte y vestirte, el desayuno estará listo en unos minutos.

_ ¿Era necesaria la batidora? –Reclamé sin levantarme-

_ Ya sabes que no me gustan los grumos en mi mezcla y para eso necesito utilizar la batidora. No cambies el tema y ve a bañarte.

_ Sí mamá.

No tenía sentido seguir discutiendo, si salía a las siete y media de la mañana llegaba perfecto a mi clase de las ocho. Ignoré la orden de KyungSoo y volví a mi cama. No pasó mucho cuando ya estaba durmiendo nuevamente.

_ ¡Kim JongIn!

Ese grito me hizo saltar de la cama cayendo al suelo con todas las frazadas enredadas en mi cuerpo.

_ ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? –Grité desorientado-

_ ¡Pensé que ya estabas listo! –Exclamó KyungSoo con una mano en la cintura- ya son las siete con veinte, llegarás tarde.

No sería la primera vez que me tira un vaso de agua para despertar, así que sin rechistar fui corriendo al baño para tomar una ducha rápida. Qué bueno que Jimin todavía no llegaba o seguro se estaría burlando de toda la situación.

En diez minutos ya estaba duchado, vestido y medio peinado. Tiré un par de cuadernos en mi mochila y un lápiz que estaba en el suelo. Salí arreglando mi camisa. KyungSoo ya estaba en la puerta con su bolso, una bolsa y sus llaves en la mano.

_ Te llevaré, vamos.

Una vez en el auto me pasó la bolsa con mi desayuno. Esos panqueques olían de maravillas, pero el hecho de haber corrido para estar listo me tenía mareado y sin ganas de comer, por el momento. No me mal interpreten, jamás desperdiciaría una comida de Do. Iba a hablar, pero Soo se veía serio... lo más probable es que estuviera enojado, después de todo se levantó a las seis y media de la mañana para darme de comer y yo andaba de vago durmiendo de más.

El camino fue rápido y llegamos diez minutos antes de las ocho.

_ ¿No vas a comer? –Preguntó Soo con una ceja levantada-

_ Tengo el estómago revuelto, ya me voy.

Deposité un beso en su mejilla y salí dejando la bolsa en el asiento. Antes de dar un paso KyungSoo ya estaba saliendo del auto con bolsa en mano.

_ ¡Kim JongIn si te atreves de rechazar mi comida nunca más en la vida cocinaré para ti! –Avanzó junto a mí, llevaba una extraña caja en una de sus manos. Me entregó la bolsa de mi desayuno y me tiró para caminar- Necesitas comer apropiadamente Nini, haces mucho esfuerzo y tu cuerpo no resistirá si no lo cuidas.

_ Lo sé Soo... ya basta.

_ ¿Debo recordarte tu última lesión?

_ No voy a morir por no desayunar. –Entramos al pasillo de mi facultad ya un poco avergonzado con Soo regañándome- ¿Es necesario que me regañes tan temprano?

_ No tendría que hacerlo si pusieras más atención al cuidado de tu cuerpo.

_ ¡Por dios Soo! –Levanté los brazos y miré el techo- No seas tan exagerado.

_ No me hables así JongIn –Me apuntó con un dedo-

Cuando me di cuenta ya estábamos frente a un Jimin notablemente divertido, no era un secreto que disfrutaba cada discusión que tenía con KyungSoo.

_ Buenos días parejita. –Saludó Jimin con esa sonrisa que derretían a todo mundo, ya saben, esa donde sus ojos desaparecen-

_ Que no somos parejas Chim. –Respondió KyungSoo de inmediato-

_ ¿Qué hay cabeza de fresa? –Dije pasando una mano por su cabello, me encantaba molestarlo... como el buen mejor amigo que era-

_ ¡Ja! –Exclamó sin gracia - ¿Qué discutían?... –Se quedó pensando unos segundos- ¿Qué haces aquí KyungSoo? ¿Vienes a dejar a tu bebé en su primer día de clases? –Se burló ante su propio chiste, cosa que no nos hizo gracia en lo absoluto-

Me reí al ver cómo decaía la sonrisa de Jimin ante el golpe que le di en el hombro. Y supongo que la mirada que le había dado KyungSoo terminó con todo rastro de chiste.

_ Por molestar no pienso darte nada Chim. –Le informó Soo-

Jimin se quedó en blanco ante la información, sabía que se trataba de algo relacionado a la comida. Nadie jugaba con KyungSoo cuando su comida estaba en medio.

_ Perdón KyungSoo ya me estaba callando. –Infló sus mejillas y volvió a poner esa sonrisa, con la cual derretía el corazón de Soo-

_ Eres demasiado para mi bien Chim. –Dijo KyungSoo apretando una de sus mejillas-

_ Ya, ya... suficiente. –Quité la mano de KyungSoo un poco molesto y pude ver los ojos agradecidos de mi amigo-

_ Les traje galletas de avena y frutos secos, tienen suficientes para compartir así que no se coman todo como la última vez. –Habló Soo refiriéndose a la caja que llevaba en una de sus manos-

_ Fue Jimin. –Culpé a Jimin-

_ No importa, solo coman con moderación y Chim –Captó su atención- Dile a este cabeza dura que no debe sobre exigirse, te recuperaste esta vez de la lesión JongIn, pero tampoco te confíes.

_ ¿Irás a hablar con mi profesora también? –Pregunté fastidiado-

_ Lo haré si es necesario. –Me entregó la caja con galletas- Ya es tarde así que me voy, cuídate Min... Nini no seas testarudo.

Dicho esto le dio un ligero abrazo a Jimin para luego depositar un beso en mi mejilla y marcharse.

_ No seas malo con Do, él solo se preocupa por ti. –Me regañó Jimin-

_ Parece mi madre a veces.

_ O un novio preocupado. –Jimin levantó sus cejar repetidas veces-

_ ¿Quieres un golpe tan temprano Jiminie? –Levanté un puño-

_ Está bien, me callo.

_ Mejor vamos a clases.

El primer día, como siempre, fue el más aburrido. Un par de clases y un almuerzo más tarde ya estábamos en la famosa empresa Exotang Entertaiment. Al parecer el día sí podía ir mejor, habíamos conseguido un lugar de práctica junto a viejos amigos y me había comido casi la mitad de las galletas de Soo en la mañana, aunque eso preferimos mantenerlo en secreto con Jimin.