SE BUSCA ABOGADO (para divorciar a mi ex)

1. LA BODA

Los aviones se habían convertido en una rutina, era más rápido ir de aquí para allá todo el tiempo en avión. Pero nunca había estado tan nervioso, no se había sentido tan ansioso como hoy. Por fin hoy, el día en que volvería a casa. Ni siquiera reparó en las nuevas modificaciones del aeropuerto, rentó un coche y tomó la autopista que lo llevaría a su pasado. ¿Qué diría? ¿Donghyuck seguiría molesto o ya lo habría perdonado? ...En su mente, ambos corrían a los brazos del otro, se abrazarían con fuerza por muchos minutos y luego se besarían con pasión.

Como era de esperarse las cosas no sucedieron así. El gran anuncio de "En Venta" fuera de la casa de Donghyuck desbarató su primera ilusión.

—Disculpe ¿Las personas que vivían al lado...?

La anciana vecina de Donghyuck entrecerró sus ojos, Mark se le hacía muy familiar.

—Desde que la madre de Donghyuck murió, la casa está en venta, me sorprende que aún no la hayan vendido, es muy bonita.

—Sí —Mark asintió distraídamente, había pasado un año desde la muerte de su suegra— ¿Sabe dónde...?

—¿En dónde está Donghyuck? Hoy es un día especial para él.

Mark trastabilló y terminó bajando los escalones de la entrada a tropezones, lo que esa mujer acababa de contarle no podía ser cierto, subió al auto rentado con las manos temblorosas. Marcó el número de Jungwoo, varias veces, cuando Jungwoo por fin atendió Mark no se contuvo de gritar.

—¿En dónde?

—¿Mark?

—Maldita rata porque no me lo dijiste, ¿En dónde estás?

—Mark por favor...

—Pregunte ¿En dónde estás? ¡Dímelo, si aún eres mi amigo, dímelo!

—En el salón Flowers, cerca del muelle. Pero no...

Jungwoo escuchó el tu-tu-tu que indicaba que la llamada había sido desconectada y sus manos temblaron un poco. ¿Qué acababa de hacer? Entró al enorme salón de nuevo y se sentó al lado de Lucas.

—¿Sucede algo malo? —preguntó el alto tomándole la mano y acariciándole el dedo en el que tenía su anillo de bodas.

—Todo bien.

Y después de tantos años, Lucas sabía que obviamente había algo que estaba muy mal. Pero ya lo averiguaría después.

❃ ❃ ❃

Mark se estacionó sin cuidado y corrió fuera de su auto sin pensar bien en lo que hacía, cuando atravesó la entrada pudo verlo, las grandes puertas del salón estaban abiertas como si lo esperaran a él y al fondo del pasillo delicadamente decorado se encontraba Donghyuck, aún de espaldas lo reconocería en cualquier lugar del mundo, era tan hermoso, había esperado tanto tiempo para poder verlo y se asustó cuando el juez pidió una razón para que ellos no se casaran, por supuesto que había miles de razones y de pronto el enojo lo cegó ¿Cómo era posible que su Donghyuck estuviera uniéndose en matrimonio con un pelagatos cualquiera?, no podía, simplemente porque él y Donghyuck se pertenecían; eran uno del otro, siempre lo fueron, siempre lo serían.

—¡Yo me opongo! —gritó y Donghyuck se giró, todos lo hicieron, pero aquel que contraía nupcias lo reconoció, hubo mil emociones arremolinándose en sus ojos cafés pero al final todas las emociones se fueron dejando el rostro de Donghyuck como una cáscara vacía, sin emociones.

«¿Qué estás haciendo? ¿Por qué, Donghyuck?» ¿Qué le estaba pasando al mundo? Mark caminó con pasos firmes aunque el miedo calaba hasta sus huesos, aunque avanzar por ese largo pasillo en medio de personas ignorantes de su terror se hubiera sentido desgarrador. Tomó la mano de Donghyuck y sus ojos lo miraron fijamente por un instante, un instante que de ser eterno, hubiera sido suficiente para vivir una vida juntos, porque ese segundo en que sus miradas se sostuvieron Mark vio esperanza y vio amor.

—¿Qué putas estás haciendo, Donghyuck? —necesitaba una explicación y la única que obtuvo fue Donghyuck apartando su mirada y soltando su mano temblorosa de la de Mark, que también temblaba.

—Vete de aquí —dijo sin emoción,— no has sido invitado.

Mark sintió su corazón romperse en pedazos y su mirada lo decía todo, estaba juntando todos esos metafóricos trozos de su corazón para abrazarlos contra su pecho y no perder ninguno, porque cada uno contenía un momento demasiado valioso como para dejarlo perder. No dijo nada y en un instante Jungwoo ya estaba a su lado tirando de su brazo y guiándolo hacia la salida.

—Continúe por favor —Donghyuck se dirigió al juez para que este continuara como su nada hubiera pasado, como si sus pies no estuvieran listos para correr detrás de Mark para aclarar unas cuantas cosas, como si en su interior una peligrosa llama no amenazara con encender e incendiarlo todo.

Hacía unas cuantas horas había estado feliz y muy seguro de querer decir "acepto", pero cuando fue el momento de decirlo dudó, se sintió incorrecto, como si fuera un traidor pero sentía que no había marcha atrás, no iba a hacerle semejante daño al hombre que este último par de años se había dedicado a rearmar su corazón con paciencia y cuidado. Y aunque durante la fiesta de bodas Donghyuck intentara mantenerse animado, a veces su mirada se quedaba perdida en la nada, tal vez en recuerdos, en miedos o tal vez en suposiciones que ahora le parecían erróneas.

❃

¡Gracias por leer!