*07. Platica en la azotea ゚✧

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Para nadie era un secreto que entre Lalisa y Momo todo era una competencia. Las buenas notas, el baile, incluso al momento de conseguir novio, parecían competir y eso llenaba todo el ambiente entre ellas de tensión. En algún momento fueron muy buenas amigas, pero algunos secretos salieron a la luz dañando su relación por completo. Ambas tenían problemas, pero no estaban dispuestas a acertar que eran humanas y cometían errores.

— Puede sentarse en donde quiera — Le indicó el maestro a Jungkook.

Debido a que eran pocos estudiantes, habían varias sillas libres, dos o tres por toda el aula. Jungkook se sentó cerca de Taehyung y en diagonal a Momo, bastante cerca. Aquella chica rubia lo ponía algo incómodo, ¿Por que lo miraba de esa forma?.

— Como saben estamos a punto de elegir el representante de la clase, el segundo lugar será el correpresentante. ¿Algún postulado? — Preguntó el profesor, tan pronto como lo hizo, Lalisa y Momo alzaron la mano. — ¿Nadie más?

Todos los años era una competencia entre ambas, todos estaban acostumbrados. Entonces cuando pasaba aquello, todos sabían cómo iba a terminar: Momo Tartando de ganarse a los demás estudiantes con palabras y cumplidos, y Lalisa simplemente repartiendo algunos volantes y compartiendo sus propuestas.

— Bien, Manoban y Hirai serán. — El maestro anotó sus nombres en una pizarra. — Tienen dos semanas para compartir sus propuestas y ganar los votos, suerte a ambas.

Y entonces, Jungkook sintió la mirada venenosa que hubo entre ambas. No sabía que pasaría si algún día hubiera un enfrentamiento entre ambas, pero era mejor mantenerse alejado.

(...)

— Hola bonito, ¿Te sientas conmigo? — La misma rubia, Momo, tocó el hombro de Jungkook mientras hacían la fila por su almuerzo.

— No, está con nosotros — Jennie sonrió sarcásticamente y tomó del brazo a Jungkook.

— Dos almuerzos por favor — Lalisa pago por el suyo y el de Jungkook.

— Ya te dije que no lo tienes que pagar, los cupos...

— Si usas los cupones entonces perderás cualquier oportunidad de construir una reputación aquí, así que finje que soy tu cupón. — Dijo ella mirándolo fijamente y entregándole la bandeja con comida.

— Como diga, jefa.

— No soy tu jefa, si lo fuera ya tendrías bien puesta la corbata — Lalisa se encogió de hombros mientras se dirigían al lugar donde comían de costumbre y Jungkook simplemente los seguía.

— Aún no entiendo nada... ¿Somos los raros o los populares? — Preguntó Jungkook al sentir la mirada de todos sobre aquel grupo.

— Digamos que somos algún tipo de opositores antisistemas. — Afirmó Namjoon mordiendo la manzana.

— En realidad somos gente normal, común y... — Comenzó a decir Lalisa, hasta que un chico, notablemente más pequeño que ellos, se interpuso en su camino.

— Tome Lisa-noona, para que pueda mantenerse concentrada en sus clases. — Extendió una pequeña canasta con un sándwich de atún, una fruta, jugo de manzana y un chocolate.

— Ow, gracias Shindu — Despeinó un poco el cabello del menor haciendo que un leve rubor creciera en sus mejillas y riera un poco.

— Cuídense sunbaenims — Hizo una pequeña venia y se fue.

Jungkook abrió sus ojos y frunció sus labios. — ¿Que acaba de pasar?

— Lalisa siempre recibe regalos de sus admiradores — Le explicó Taehyung — Me pido el chocolate.

— ¿Que es? ¿Famosa?

— No lo soy, soy Lalisa y solo eso. — Respondió y se dispusieron a comer su almuerzo.

(...)

En la tarde, los gemelos Kim fueron a sus respectivos trabajos, y Lalisa, que tenía un par de horas libre se quedó con el, que aún no conocía Seúl como para ir solo a casa.

— Y... ¿A donde vamos? — Preguntó Jungkook mientras caminaban por un sendero, mientras las hojas naranjas caían de los árboles llenando el paisaje de color.

— Mis clases de baile, espero no te moleste.

— Oh no, de hecho me gusta bailar. Será un placer verte. — Informó siguiendo a Lalisa.

Después de un autobús y un par de cuadras caminando, llegaron al edificio cuadrado que al parecer era su destino. Al entrar, habían cientos de salones dedicados a un tipo de baile distinto. En el tercer piso, Lalisa entró en el que indicaba "Clase avanzada número 2". Ambos entraron, y allí pudieron encontrar a un rubio que calentaba mientras platicaba con un pelinegro de sonrisa alegre.

— Hola Lisa — Ambos saludaron al unísono — ¿Quien es el? — Preguntó el rubio.

— Jungkook, un amigo. — Indicó Lalisa, aún no decía que Jungkook era su hermano, simplemente lo presentaba como un amigo — Jungkook, ellos son Jimin y Hoseok.

— ¿Que onda? — Preguntó el de sonrisa alegre haciendo reír a Jungkook. Le llamaba la atención su atuendo de colores llamativos y esa sonrisa que jamás abandonaba su rostro.

— ¿Listos para comenzar? — Lalisa concepto su teléfono al sonido.

(...)

Después de una hora de práctica, pararon. Jungkook aún seguía sorprendido por la forma en la que su hermana bailaba. No se lo imaginaba, pero sus movimientos eran tan precisos y fluidos a la vez que le daban ganas de verla bailar todo el tiempo.

Terminando el ensayo, se despidieron de los dos chicos, y Lalisa insertó un billete de diez mil wones en la máquina de comida que había al final del pasillo. — ¿Leche de chocolate?

— Prefiero la leche de plátano — Indico Jungkook y Lalisa ingresó ambos números.

Cuando ambos tuvieron su bebida en las manos junto con un par de galletas de vainilla con chispas, se dirigieron a la azotea. Comenzaba a anochecer, y desde aquel punto, se veía toda la ciudad de Seúl, su ruido y las luces extravagantes, pero al mismo tiempo se sentía una tranquilidad absoluta.

— ¿Crees que me pueda adaptar a este mundo? — Preguntó Jungkook, tomando un trago de la deliciosa y dulce bebida.

— Alguna vez estaba igual o más pedida que tú, te aseguro que lo harás. Y si se te dificulta, estaré yo para ayudarte. — Lalisa lo miró sonriéndole un poco antes de volver su mirada a la ciudad.

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Adopted || J.J.K x L.L.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora