*08. Focas, mantarrallas y callejones. ゚✧

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Los días transcurrieron de forma similar durante semanas. Salían de casa temprano, iban a la escuela, volvían a casa tarde, cenaban e iban a dormir. Jungkook ahora conocía Seúl mucho mejor, sabía como usar el transporte público y se estaba enfocando en mejorar sus notas y conseguir un buen trabajo.

Ese día, con ánimos de encontrarse con Lalisa en la cafetería en la que trabajaba, Jungkook se dirigió a allí. No tardo mucho en llegar pues no estaba lejos, así que fue fácil ser puntual, quizá más de lo que debía, llegando así 20 minutos antes de la hora que había acordado con su hermanastra.

— Oh, hola Jungkook. — Jihyo saludó a su compañero de clase, lista para atender su mesa.

— Hola... ¿Jihyo? — No era bueno con los nombres, pero sintió un pequeño alivio cuando la castaña le confirmó que había atinado. — ¿Como estas?

— Oh, bien. — Soltó una risa nerviosa — Se que suena atrevido, pero... ¿Podríamos salir algún día? Solo si quieres.

— Seguro que si. — No le vendría mal tener amigos en la ciudad, ¿cierto?.

— Está bien, toma mi número. — Le extendió un pequeño papel con el dato, como si lo tuviera todo fríamente calculado. Jungkook no dijo nada al respecto y simplemente ordenó un helado de chocolate para comer mientras esperaba a su hermanastra, como se le había hecho costumbre.

Después de unos minutos que se sintieron como segundos, Jungkook vio entrar la cabellera pelirroja de su hermana. Ella se dirigió hacia la mesa tan pronto lo vio, aún sin saber el motivo del encuentro.

— Necesito que me lleves al acuario, así puedo hacer mi tarea de biología. — Jungkook hizo un puchero.

— Existe google maps, tonto. — Lalisa rodó los ojos. No era una exageración decir que era fría.

— Vamos, serán sólo unas horas... — Jungkook hizo un puchero y junto sus manos. Si el suplicar funcionaba con Rosé, ¿Por qué no funcionaría con Lalisa?.

— Quita esa cara de perro mojado, aparecerás en mis pesadillas. — Lalisa hizo una mueca, y dispuesta a ayudar a su hermano, tomó la mochila y se levantó de su asiento. — Camina, iremos a pie.

(...)

Rosé miró impaciente su teléfono. BamBam la observaba desde una esquina de la habitación, botando una y otra vez la pequeña pelotita de plástico que siempre llevaba en el bolsillo.

— ¿Por qué mierdas no me habla? ¡Llevo días esperando que me hable! — Gritó exaltada, cansada de esperar. No era posible que pasaran semanas y semanas sin hablar.

— Quizá tiene una vida más importante que atender. — Bam rodó los ojos, quedándose callado bajo la mirada fulminante de su rubia amiga. — Ya, o puede que simplemente no tenga tiempo.

— Soy su novia.

— No, no lo eres. Al menos no en la vida real, soñar que el te ama no es válido en cualquier lugar que no sea tu mente. — el rodó los ojos. Amaba a su mejor amiga, pero su cariño hacía Jungkook se comenzaba a volver una obsesión.

— No se que hacer. ¿Y si se consiguió a otra? No podría resistirlo. — Rosé miró sus uñas.

— Basta de tonterías. Si te beso, ¿dejarás de hablar de ese imbecil?

— El no es un- — Imbecil, quiso decir Rosé. Pero entonces los labios de Bam estaban sobre los suyos, impidiéndole objetar palabra.

(...)

Adopted || J.J.K x L.L.M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora