pacify her; calm / ot4 : 5sos

🍓 - it's turning to something ridiculous

El Sol comenzaba a estar en su punto más alto, golpeaba suavemente la estrecha espalda de aquel moreno, sus rizos sintiéndose cálidos ante el cálido toque, un rubio sentado con las piernas cruzadas a su lado, acariciando suavemente la curva de su cintura con cariño.

—Te amo... —sonrió mientras tocaba su cabello con dulzura —¿me amas?

—Claro que te amo, Luke —tomó su mano, pasando su pulgar por su muñeca —te amo muchísimo.

El mayor se agachó para besar sus labios con delicadeza, sintiendo lo suave de su mejilla al tocarla. Lo que había sucedido hace unas horas había sido tierno, hacía ya mucho tiempo que no sentían esa cercanía y él volver a hacerlo después de negárselo por meses era precioso.

Estaban totalmente perdidos en sí mismos, con sus dedos y sus piernas entrelazadas, ambos estaban de acuerdo en que tanto Ashton como Michael pensarían que esa escena era igual a una obra de arte, la obra de arte más preciosa que alguna vez existió, como si los pinceles se hubieran movido de una forma imperfectamente perfecta y magistral para crear aquella extrema belleza, pero no estaban ahí, probablemente nunca más lo estarían pues lo que pasó el día anterior fue una maldita despedida, lo tenía claro.

—Tengo que decirte algo...

—¿Qué pasa, cariño? — el chico se concentró en el azul de sus ojos, pensando —¿Cal?

—Sé que... sé que te preocupas por mi y que crees que me ilusione con Mike —bajó la mirada —pero no lo hice y no voy a hacerlo, lo prometo.

—Hey, está bien, bebé, está bien —acarició su mejilla —sé que Michael puede ser adictivo —sonrió.

Necesitaba decirle toda la verdad, no podía seguir diciendo cosa tras cosa cuando lo único que quería era preguntarle por la estúpida nota, el estúpido desayuno ¿era algo normal? ¿era lo que Michael solía hacer?.

—Michael me dejó una nota —el rubio se tornó serio, como recordando algo.

—¿Puedo verla? —el contrario asintió, buscando la nota en el pequeño mueble a lado suyo.

—Toma —se la entregó.

Él más alto leyó la nota sin saber que decir porque sí, eso le había sucedido antes, hace un par de años cuando Michael por fin le contó porque estaba tan raro últimamente, cuando le dijo que iba a proponerle matrimonio a Crystal, ambos pasaron toda la tarde juntos, acurrucándose mientras trataban de cargar todo el peso que el dolor les había arrojado, se entregó a el, con la dulzura de la primera vez y con la rudeza de la última. Limpió los restos de su esencia con delicadeza, se acostó a su lado y se quedó dormido, despertó... Michael ya no estaba a su lado, sólo había una nota "Luke, te amo y siempre voy a hacerlo pero necesito hacerlo, tú lo sabes. Algún día seremos felices, lo prometo. Atte: Mike".

El teñido jamás le dijo que lo había hecho cambiar su opinión pero en cambio, le dijo que algún día serían felices y a éste punto, no creía que cualquier cosa fuera a mejorar o a hacerlo cambiar de opinión. Estaba molesto, estaba cansado de que Michael siempre tuviera que ser así, tan lindo, romántico y tierno, pero así como era en el momento, siempre lograba joderlos después.

Estaba enojado pero rió.

—¿Qué te causa gracia, idiota? —trató de apartar su mano de la de el contrario pero el la tomó rápidamente, tenía una expresión de enfado en su rostro.

—Eres tan tierno cuando te enfadas —acarició sus mejillas —sólo me reí porque ya no sé que más hacer, esto se está convirtiendo en algo ridículo, Michael me hizo ésto a mi y simplemente... —miró hacía abajo —no lo sé, lo siento.