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v i l l a g e  ]

El sonido del golpeteo en la puerta, les dio el aviso a los mayores que era hora de irse.

Era el primer lunes en el campo para YeonJun después de tanto tiempo, y recién se enteraba que todos esos días, debían levantarse temprano para hacer labores importantes.

Tomó la tostada de su plato antes de levantarse para abrir la puerta. Encontrándose con una bonita cara, la tostada cayó de su boca.

—Uhm... Creo que se te cayó algo. —Señaló la rebanada de pan en el suelo.

—¡Mh! —Casi se atragantaba con el trozo que había quedado en su boca. —¡P-Perdón! —Recogió la rebanada, limpiándola de cualquier rastro de suciedad, pensando en volver a comerla, de no ser por la mirada que SooBin le había lanzado, decidiendo dejarla sobre el mueblecito a su lado. —¿Qué haces aquí?

—SooBin y yo vamos al pueblo cada semana para el mandado. —Su padre le sorprendió, pues colocó su mano sobre el hombro de su hijo sin hacer ni un solo ruido de que se acercaba. —Y aprovecharemos para conseguir tu cama. —El menor asintió, volviendo con su vecino. —¿Desayunaste, muchacho?

—Sí. No fue mucho, pero tengo con eso. —Mostró sus hoyuelos con una diminuta sonrisa.

—¿Y crees aguantar? ¿Por qué no mejor pasas a picar algo? Anda. —Animó el mayor, insistiendo. —Ve y sírvele un plato con frutilla y un poco de licuado.

—Bien. —Y como si su vida dependiera de ello, caminó rápido a la cocina por un plato hondo y un vaso para llenarlos de desayuno, colocandolos en la mesa exactamente en cuanto SooBin tomó asiento.

—Muchas gracias. —Lo siguió con la mirada, viéndolo sentarse en la silla a su lado.

—SooBinnie. Lamentamos mucho lo que pasó ayer. —Habló la castaña después de haberle dado un sorbo a su té. —Me alegro que hayan hecho las pases.

—Sí... Si no fuese su hijo, ya estuviera cavando su tumba. —Incrustó el tenedor en un trozo de melón.

YeonJun tembló en su lugar.

[ 🌷 ]

—Y ésta —Hizo una pequeña pausa, sacudiendo el azulado cabello de su hijo. —es Adelina.

—Creí que me presentarías a mi futura esposa, no a un... ¿carro?

—No es un carro, YeonJun. Es una camioneta. —Señaló, dándole unas palmadas al lado lateral del transporte. Y el menor miró la camioneta con una mueca, notando esa oxidación y extensas manchas de lodo en las llantas y en la parte inferior del metal. —¿Que? ¿Esperabas un Lamborghini o algo parecido? —Se burló.

—Uhm... No. Esperaba algo más decente. Después de ver la casa tan impecable y acogedora, la camioneta-

—Adelina.

—Adelina... —Se corrigió. —no se ve de esa forma.

—La señora Choi le ha pedido que se deshaga da ella, pero se rehúsa a hacerlo. —Comentó SooBin, acercándose a ellos después de terminar la conversación con la única dama.

—¡Y no pienso hacerlo nunca! Andando. —Exclamó, rodeando la camioneta para entrar del lado del piloto.

—¿Los tres cabemos enfrente? —Se preguntó el de ciudad, abriendo la puerta con dificultad y viendo el pequeño espacio.

—Puedo irme atrás, si te incomoda. —El castaño regresó sobre sus pasos, deteniéndose en la parte trasera de Adelina.

—¡Claro que caben! Tu madre, SooBin y yo hemos entrado. Ambos son delgados, sí aguanta el espacio. Anda, anda.

𝑭𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓 𝑮𝒖𝒚 [ YeonBin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora