𝑭𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓 𝑮𝒖𝒚 [ YeonBin ]

ᴇᴘɪ́ʟᴏɢᴏ

[  f l o w e r  l i f e  ]

Había pasado un año desde entonces.

Y nada era más perfecto que amanecer junto a la flor que deseaba sembrar en su corazón y mantenerlo entre sus costillas para que nadie más entrara y lo tocara.

A veces, dormían abrazando la espalda del otro, SooBin encima de YeonJun, YeonJun encima de él o incluso abrazados cara a cara compartiendo la misma almohada. Y era un completo paraíso.

¿Las personas que sabían de ellos? Únicamente los padres de YeonJun, por supuesto. Fue divertida la forma en que lo descubrieron, de hecho. Y bastante adorable en opinión de JinYon.

La mujer fue una especie de "Oh, santo cielo. Qué sorpresa, no eres para nada obvio, hijo.", y su padre tipo "No es algo que me esperaba, pero mientras mis dos muchachos sean felices, yo los apoyo."

Y todo esto por encontrarlos besándose en el campo, cuando les habían llamado varias veces y ninguna de esas contestaron, optando por salir y tirar de sus orejas para que almorzaran. YeonJun estaba sobre el cuerpo del más chico, haciéndole cosquillas en el cuello con unos cuantos besitos y suabes toques con su nariz, alzando su cabeza para después besar la sonrisa de su novio. SooBin obtuvo un rojo en todo su rostro al escuchar a JinYon chillar de asombro y alegría, tapando su rostro para que no vieran lo avergonzado que estaba; y YeonJun se incorporó, desviando su cabeza para que de igual manera no notase su rubor.

En fin. Nada había cambiado a pesar de eso. Ambos jóvenes lo agradecían.

Tocaba el turno de los chicos de la florería Kim, y SooBin fue el menos discreto cuando entraron.

—¿¡En serio están saliendo!? —TaeHyung no pudo evitar casi tomar un megáfono y prenderlo contra su boca. Sellando sus labios al recibir una mirada reprochable de YeonJun, pidiéndole que no gritara. —Lo siento. —Sonrió.

—No creí que les fueras a decir... —El de ahora cabellos negros, se encogió en su lugar, casi deslizándose en la silla de madera que los de la florería tenían en su comedor. Sí, TaeHyung los llevó hasta adentro para platicar más sobre el tema.

—¿No querías? —Preguntó con preocupación SooBin.

—N-No, no es eso.

—Vamos, YeonJunnie. —Tarareó Kim. —¿No fue linda la confesión de SooBin? Llegar y decir con toda la alegría del mundo saltando de sus poros que son pareja, fue adorable. ¿Verdad, Kookie? —Se giró al de su izquierda, viéndolo asentir con una bonita sonrisa. —Por supuesto que sí.

—¿Y cómo están?

YeonJun sabía que JungKook no se refería a su estado de todos los días. —Bueno... suele venir él solo con mi padre al pueblo mientras yo espero con mi madre, así que... no hemos tenido problemas con eso.

—¡Vivir en el campo debe ser tan genial~! —El mayor de todos se agarró de los costados de su silla, pataleando como niño pequeño haciendo berrinche por un juguete. —Aislado de toda esta gente tonta. Con decirte que solo cruzo la calle y medio mundo está lanzándome tomates. ¡Hablo en serio!

—¿Qué tal ustedes? ¿Cómo han podido sobrellevar su relación en medio de esto?

—Realmente no salimos mucho de aquí. —Contestó el de ojos ciervos. —Sana nos ayuda con las compras, TaeHyung se encarga de la tienda y yo de lo doméstico. No mejora si salimos, pero al menos prefiero que la gente nos evite a que nos preste atención.

—Sí... Aquí dentro ambos estamos perfectamente. Hay noches que casi no podemos disfrutar, pero se hace lo que se puede. —Continúa el de piel bronceada, diciendo aquellas palabras y fingiendo que no se refería a lo que YeonJun pensaba.