[ h i t h i m ]Otra semana pasó rápidamente que ni siquiera se dio cuenta cuando comenzaba a arreglarse para ir en busca del jovencito castaño.
Acomodó uno de sus preciados pañuelos en el bolsillo de su camisa, mirándose en el espejo para ver en cuántos días tendría que volver a la ciudad para teñir su cabello. Guardó su teléfono y bajó las escaleras para darle el tercer chorro de agua a su pequeño retoño, que empezaba a dar resultados a la perfección.
Lo hacía sentir tan feliz, y el saber que algún día podría mostrarle a SooBin que lo había logrado él solo.
Terminó de desayunar con su padre y se despidió de él para tomar su boina negra y salir de casa. El día estaba tranquilo, los olores de los árboles y el pasto, hacía una combinación maravillosa para sus sentidos. Y lo mejor, disfrutaría ese gran día junto a su lindo amigo.
Cruzó el montón de árboles para llegar al principio del campo, visualizando a SooBin sentado en el espacio donde él recordaba se encontraba el tallo roto y el tulipán al que el menor llamaba como madre. Sonriendo, se dirigió a él.
—No querrás saber lo que mi padre hizo con la comida. —Rompió el silencio, sobresaltando al castaño. —Fue algo muy raro. —Rió. —Pero le salió muy bien a pesar de la presentación. —Llegó a su lado, notando cómo el castaño bajaba más sus mangas, pasando éstas por su rostro, dándole la espalda. —Hey... —Se inclinó hacia él, intentando ver su cara. —¿Estás bien?
—S-Sí. Estoy bien. —Soltó una risita, a lo que el peli azul lo interpretó más como un sollozo. —Deberías avisarme cuando vengas.
—Pero... siempre vengo el fin de semana. —SooBin continuaba ocultándose, sin permitirle que viese su rostro. —SooBin. Dime qué pasa.
—N-Nada, YeonJun. Estoy bien. —Se puso de pie, fallando a la hora de alejarse y regresar a casa. Sabía que había sido mala idea visitar a su madre esa mañana, y ahora recordaba por qué lo era.
Tomó su muñeca, causando un quejido en el menor, algo de lo que no se había dado cuenta al principio. —No. No lo estás. ¿Qué pasa? Sabes que puedes contar- —Cuando su mirada descendió hasta su propia mano y tiró del brazo ajeno, notó una mancha de colores rojizos y marrones, alarmandolo. —¿Q-Qué es eso? —Sujetó la muñeca del menor, alzando la manga de la blanca camisa para apreciar mejor su piel. —¿Eso es-
—¡YeonJun, basta! —Le arrebató su extremidad, mostrando finalmente su rostro al darse la vuelta y querer golpearlo por el fastidio. Tapando su rostro al ver la sorpresa en la del peli azul.
—SooBin... —Se acunclilló al ver a su menor ya sentado sobre sus chamorros, nuevamente sollozando y sin apartar sus manos. —Mírame.
—N-No... —Habló, haciéndose chiquito al sentir el tacto de YeonJun en su hombro. —Por favor, vete...
—No. No voy a irme hasta que me expliques, SooBin. Mírame. —Sostuvo las manos de su contrario con cuidado, bajandolas lentamente, esperando a que no resistiera.
El perfil del menor había sido pintado por horribles hematomas, causando una presión en el pecho del mayor.
Y al atrapar el mentón y girarlo en su dirección, la vista completa no fue mejor a la anterior.
Su labio partido, su mejilla aún en proceso de cicatrización, su párpado algo hinchado y manchado de un morado y naranja, la piel que cubría el hueso de su nariz tenía una pequeña grieta rojiza. Y a todo eso, le incluían los moretones en sus muñecas. No quería imaginar el resto de su cuerpo.
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𝑭𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓 𝑮𝒖𝒚 [ YeonBin ]
Fanfiction《Donde YeonJun quiere conseguir flores para su madre, pero SooBin se lo prohíbe.》 ☁️ YeonJun: top // SooBin: bottom ☁️ Pareja homosexual ☁️ No copias ni adaptaciones 🌷 Todos los derechos reservados 🌷 En caso de haber algún error o incoherencia, te...