Décimo séptima parte:

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Teens
Next
Door

Operación: B.E.S.O

Boxeo
Ejemplificado
Siembra
Oportunidad

***

Los primeros días habían pasado con tranquilidad. Abby se había encargado de ponerlo al tanto de las novedades y de ayudarlo a adaptarse al entrenamiento que el resto de TND estaba llevando.
En ese momento la miraba, llevaba años sin ver a la chica con esa falta de peso que siempre detecto en su postura. Ahora se veía más libre de si misma, aún cuando quedaba en ella un poco de culpa ¿Se debía al hecho de que no había recuperado a su sector completo?
Volviendo a los planos en su poder, Hoagie, se perdió en pensamiento; notaba la cercanía que Kuki y Wallabee habían creado esos primeros días, pero (así como cuando niños) aún cuando las emociones parecían evidentes, ambos eran incapaces de hacer algo al respecto.

¿En qué estás trabajando?.- Preguntaba, Abby, comiendo gomitas al otro lado de la cabaña, dónde momentos antes hablaba con Fanny y Rachel.

Intento descubrir como Padre pudo modificar la identidad del sector Z.- Esto llamo la atención de la chica, quien se acercó a Hoagie algo preocupada.

¿Para que necesitarías algo como eso?.- El preocupado tono de Abby hizo al chico elevar la mirada.

Para saber cómo contrarrestarlo.- Hoagie tomo las manos de la chica intentando ser relajante.- Se que estamos seguros aqui, pero cuando esté campamento termine, debemos estar listos incluso para lo peor.

Abby bufo con pesar, pero entendía la razón en palabras del chico. Antes le hubiese gustado tener una manera de prevenir lo que sucedería, ahora la tenía.

Bien pensado Número dos.- Dijo en una sonrisa afectuosa.

Hoagie le guiño a forma de coqueteo antes de volver a su trabajo. Aquello era como antes, como al ser niños, cuando la vida no era tan complicada.

***

Kuki no puedes seguir reprimiendolo.- Wally se escuchaba despreocupado, actuaba con tanta naturalidad que Kuki se preguntaba cuántas veces había hecho aquello.

No puedo hacerlo, Wally, no hay sentimientos negativos en mi persona.- Los argumentos de Kuki solo hacían reír al chico rubio.

Eres una adolescente presionada al límite, niña, eres una bomba de tiempo.- Wally tomo su posición de nuevo.- Puedes hacerlo, golpeame.

Con duda en sus ojos, la japonesa volvió a intentarlo, golpeando el hombro del chico pero no demaciado fuerte. Wally suspiró.

No quieres hacerme daño, lo entiendo, intento enseñarte a derrumbar a un potencial agresor que podría ser más alto y fuerte que tú y para ello requieres emociones que puedas usar a tu favor.- Froto sus ojos, llevaban un par de horas entrenados, ambos estaban exaustos. Entonces tuvo una idea.- Imagina que soy Ace.

Ese nombre la hizo estremecerse pero estaba demaciado cansada para protestar. Formuló la imagen en su cabeza, la escena en la fiesta reproducida una y otra vez, el aroma a alcohol, la fuerza en su cintura. Sintió como poco a poco el enfado en sus venas, esta vez actuó por instinto. Lanzaba golpes y patadas que Wally intentaba evadir, era como si bailarán el vals, sincronizados uno con el otro.

Uno de los ataques de Kuki funcionó, derribo al chico quien la tomo de un brazo, cayendo uno sobre el otro; kuki cambiaría pronto las imágenes en su cabeza. Debajo de ella no había un chico pelirrojo; los mechones rubios enmarcaban su atractivo rostro, el aroma a licor era sustituido por colonia ocultando el sudor y no sentía miedo sino atracción.
Wally intentaba normalizar su respiración, aunque sentía que el corazón saldría de su pecho dejándolo en evidencia. Los ojos de la japonesa lo miraban, podía reflejarse en ellos y cada vez se acercaban más. Fue instinto o tal vez un deseo latente el que lo llevo a acariciar con cariño la mejilla de la chicas ¿Sentía la misma emoción que él?
Kuki no estaba segura de si era correcto o si se arrepentiría después, solo estaba segura de una cosa, quería besar a ese chico.

Tu quieres....- Susurro el chico al mismo tiempo que ellas inicio diciendo.

Puedo...- El escucharse hablar al mismo tiempo los hizo sonrojar. Se alejaron uno del otro intentando levantarse para esconder el rubor en sus rostros.

De pie, Wally, miraba al cielo, en busca de respuestas. Kuki miraba el movimiento nervioso de sus pies ¿Que debía hacer en ese momento?
Al mirarse nuevamente la electricidad entre ellos seguía ahí. Wally estaba por hablar cuando una voz los interrumpió.

Kukiii...- Hoagie gritaba a una distancia apenas lo suficientemente cerca para escucharlo pero no para verlo.

Creo que te buscan.- Susurro Wally rompiendo el silencio entre los dos.

Si, debería ir con él.- Y sin embargo no se movía o apartaba la vista del rubio.

Si, eso creo.- Aunque no era verdad, anhelaba que se quedará, pero solo ella podía tomar esa decisión.

Kuki suspiro y asintió, si Hoagie la buscaba debía ser importante.
Se paró de puntillas y beso la comisura de los labios del chico a forma de despedida. Tomo a Wally por sorpresa pero ambos sonrieron antes de que ella se fuera.

Permaneció en ese lugar un momento más; algo parecía familiar y súbitamente llegaron imágenes a su cabeza: voces y recuerdos.

Debía buscar a Abby.

***

Se habían encontrado en el bosque al terminar el programa de ese día. Charlotte había preparado un picnic nocturno en un prado cerca del campamento.
Rachel se encontraba recostada en las piernas de la chica (quien a su vez) yacía sentada, recargando su espalda a un árbol de bonitas hojas.

Lloverá pronto, será mejor irnos.- Decía Rachel con los ojos cerrados y sin apartarse de la castaña.

Se sentían cómodas la una con la otra, Rachel al punto de revelar su ubicación para tenerla cerca y Lottie con sus sentimientos claros para susurrar.

Se mi novia, Rachel...- Quizás era ridículo proponerlo, ellas ya salían juntas. Sin embargo, habían postergado tanto el formalizar por ella. Lottie tenía tanto miedo de dejar entrar personas a su vida que intentaba alejarse de las relaciones; y ahora, con Rachel a su lado ya no sentía miedo.

La chica de rubios cabellos contuvo la respiración, la tomo por sorpresa (aún cuando poco después sonrió con ternura)
Rachel extendió su mano a la mejilla de Lottie, acariciándola con dulzura.

Ya eres parte de mi vida, no veo porque no.- Y con ello se acercó para besarla.

En experiencia pocas veces en su vida se habían sentido así de felices. El viento soplaba casi reflejando su libertad.
Tenían poco tiempo, el suficiente para compartir sus días; el suficiente para ser una pareja de adolecentes normal.

***
Fin de la transmisión...


TND: Nosotros y la vida a los 17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora