Décimo octava parte:

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Teens
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Door

Operación: T.O.R.M.E.N.T.A

Tibio
Ocaso es
Reemplazado
Mordazmente
En
Negativa
Turbulencia
Atmosférica

***

Caía la noche mientras miraba el techo, recostado sobre la cama en su respectiva cabaña. La conversación con Abby hacía eco en su cabeza.

~•~

Estaba casi segura de que serías el primero en volver, aunque el segundo lugar no está tan mal.- Había dicho número cinco en un tono divertido después de explicarle todo lo que necesitaba saber.

Será mucho más difícil recuperar a Kuki ¿Cierto?.- Wally estaba convencido y totalmente resignado. Abby suspiró con pesar, se veía cansada; el tipo de cansancio que trae el tiempo y sus responsabilidades.

Número dos también lo cree.- En su voz también podía persibirse la culpa.- Pero me encargaré de que vuelva y tú eres la mejor opción para ayudarnos.

¿Que hay de Hoagie? Ellos son mucho más cercanos, incluso antes, al cuidar a ese estúpido zorrillo.- El tono de Wally era tranquilo, aún cuando sus palabras parecían reflejar desagrado.

Hoagie nunca desapareció de la vida de Kuki, tú la atas a su pasado.- Sabía que tenía razón pero había algo en ello que le incomodaba.

Estuvimos a punto de besarnos.- Abby parecía estar a punto de gritar de alegría, pero Wally la detuvo con un gesto de mano.- Ahora no estamos en las mismas condiciones, no puedo seguir con ello.

Güero, ella podrá no recordarte pero los sentimientos que produces en su presente son mucho más importantes.

~•~

No supo contestar a ello, ni siquiera sabía en realidad que sentía la japonesa por él.
Oculto sus ojos con el brazo, fuera podía escuchar la lluvia caer, el viento y relámpagos en la lejanía. Un sonido constante a su puerta lo hizo alejar sus pensamientos.
Al abrir encontraría frente a él la principal razón de su falta de sueño. Kuki estaba vestida en un camisón morado para dormir y pantuflas amarillas; sujetaba un paraguas colorido que la protegía de las gotas de lluvia.

Te menti.- Susurro la japonesa algo avergonzada.- Si le temo a las tormentas.

Wally no podía evitar sentir ternura por ella, solo le sonrió, se aparto de la entrada para invitarla a pasar.

No te preocupes; puedes quedarte aquí, te haré compañía.- El chico se sentó en una esquina de la cama, dejándole espacio a ella. Era una cabaña pequeña, solo lo suficientemente grande para ser una habitación. Tenía una cama, un pequeño mueble al costado y sobre este un farol de mano que se encargaba de la tenue iluminación.

Sobre esta tarde...- Comenzó a decir Kuki.
Wally sintió la tensión en sus músculos ¿Le diría que fue un error?.- Realmente quería besarte, es solo que me deje llevar y yo...- Se veía nerviosa, mordía su labio inferior y jugaba con las mangas del camisón. Wally por su parte intentaba dejarla terminar de hablar mientras el miedo se proyectaba en la sudoración de sus palmas.- No he besado a nadie antes.- El chico comprendió entonces lo que sucedía. Kuki por su lado comenzó a divagar aún nerviosa.- Digo si he tenido novios es solo que mi horario no me daba tiempo para pasar el tiempo con ellos y eventualmente me dejaban. Sin mencionar que después de pensarlo llegué a la conclusión de que no sabré hacerlo y no me gustaría que pensarás en mi como la chica que no sabe besar porque de verdad me gustas y yo...- Wally la acercó con suavidad a su cuerpo y la abrazo. La chica estaba sobre analizando la situación cuando resultaban evidentes sus sentimientos.

También me gustas, Kuki.- Susurro el chico. La japonesa correspondió el abrazo al escuchar esas palabras. Wally recordaba el primer beso de ambos, Kuki lo había convertido en una especie de zombie.- Y un mal beso no cambiará eso.

Kuki soltó una risita tímida, más tranquila ahora que había confesado sus sentimientos. Por otro lado, él tenía un sentimiento extraño en el pecho, seguía pensando en las palabras que dijo a Abby.
"No estamos en las mismas condiciones".

Kuki, yo tampoco he sido honesto.- Sabía que no podía revelarle nada sobre la organización pero debía asegurarse de que aquello era correcto.- Eramos amigos cuándo niños, estaba enamorado de ti

Eso suena lindo aunque en realidad no puedo recordar cuándo era pequeña.- Kuki estaba algo confundida y no sabía a dónde iba la plática.

Lo sé, por ello quiero que lo sepas, no me sentiría bien conmigo si...- Se detuvo al escucharla hablar.

¿Yo no te correspondía?.- Su tono era curioso y un tanto burlón.

Me gusta pensar que si, aunque en realidad no puedo saberlo.- El chico rascaba su nuca avergonzado, a esas alturas ya habían roto el abrazo.

¿Porque no puedo recordarte?.- Kuki ahora se sentía intrigada, como si le contaran un cuento a una niña pequeña.

No puedo decírtelo, pero podrás recordarlo. Solo quería que lo supieras.- La japonesa parecía no estar interesada en saber mas, así que solo dijo.

No se que sucedió en el pasado y no me interesa, quedó atrás, ahora solo se que de verdad quiero besarte.- Esto incluso la sorprendió a ella, se había sentido cómoda con él desde el inicio, quizás ahora sabía el porque.

Entonces hazlo.- El sentimiento había abandonado su pecho, Abby tuvo razón.
"Los sentimientos que causas en el presente son mucho más importantes"

El chico se acercó a ella, Kuki puso su brazos al rededor del cuello del rubio, cerro sus ojos y termino con el espacio entre ellos. No entendía porqué había tenido miedo antes, era fácil seguir el movimiento de los labios de Wally y una sensación agradable le cosquilleaba el estómago. Se sentía feliz aún con el aterrador sonido de la tormenta. Algo hizo click en la mente de la japonesa, sin embargo no estaba dispuesta a convertir aquella velada en trabajo.

En un momento de la larga noche ambos se quedaron dormidos. Número tres volvería al salir el sol.

***
Fin de la transmisión...

TND: Nosotros y la vida a los 17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora