Team A ; Brightwin

5'

— No sé cómo los convences y los consigues... no sé lo que haces.

— ¿Entonces qué?

— El hecho está en que no sé cómo voy a superar a alguien tan peligroso, contaminado y defectuoso como tú.

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Win recordaba una de las veces en donde se había sentido como completa basura, fue en la escuela secundaria. Expulsaron a uno de sus compañeros debido a que había robado las respuestas de uno de los exámenes finales, y aunque solo habían descubierto a ese chico en realidad muchos eran los involucrados, Win lo sabía porque era uno de ellos y podía haber intervenido para hacer algo pero cuando le hicieron dejar su testimonio él dijo: "¿Qué dicen? Él lo hizo solo, ¿quién lo ayudaría? Mis compañeros y yo nos esforzamos en estudiar, nunca haríamos algo así."

Justo en ese momento no se sentía menos miserable del cómo se sintió en el pasado. Vachirawit era guapo, más bien, un nível mucho más allá que eso. Ya lo había dicho, pensaba que era un dios griego, también le era atractivo para la vista, ¿a quién engañaba? Por ese motivo también le correspondió el beso.

Un beso hambriento. En donde ambas lenguas se entrelazaban y se movían al compás, a un rítmo intenso que se sentía tan bien. Win gimió un poco debajo del tácto del mayor. La falta de aire fue lo que hizo que ambos se separaran. Seguido de eso Vachirawit comenzó con los tan esperados consejos laborales —por los que Win estaba ahí— no volvieron a hablar del tema porque ya no se habían visto, fue hasta tres días después que Vachirawit volvió a pedirle que subiera a su oficina.

Ahí estaba Win, esperando de todo, ya no creía que algo más le sorprendiera.

— Estás aquí —el de traje color blanco fue el que le sonrió una vez que Win estaba frente a esa gran puerta de la fría oficina.

— ¿Para qué me necesitaba?

— Toma asiento primero.

Uno frente al otro. Así estaban, uno de ellos demasiado nervioso.

— Y bien, lo escucho señor Vachirawit.

— ¿Cómo te sientes trabajando en VC? ¿Todo bien? —el de piel bronceada le tomó la mano para darle ligeras caricias, aquella acción hizo enloquecer a Win solo un poco.

— Me gusta, el ambiente es bueno, todo va bien.

— Y dime... —dudó un poco antes de entrelazar sus manos— ¿Qué hay acerca del pago? ¿Eso te alcanza bien para vivir o debería aumentar tu sueldo?

— ¿Qué? —ahí estaba Win, intentando procesar aquella información, ¿un amento de sueldo?— Estoy bien con mi paga.

Vachirawit se lavantó de su sitio y caminó hacia atrás de la silla de Win. Se inclinó y olfateó el cabello del menor antes de decirle:

— ¿Estás seguro? Puedo aumentarte el sueldo si tú lo quieres.

— ¿A cambio de qué? —entonces Win se levantó y lo miró fijamente sin miedo— Me ofreces el aumento de sueldo y es claro que la idea me agrada pero, ¿sabes qué? Nada en esta vida es gratis, bueno, las desgracias lo son pero ese es un tema aparte.

— ¿Las desgracias?

— Sí, ya sabes, las peores cosas que nos pasan en esta vida son gratis —sonrió— Pero las cosas buenas... esas siempre cuestan y mucho, y está bien, necesito un aumento de sueldo, tengo deudas sobre mi, lo acepto, pero dime, ¿A cambio de qué?