capítulo 3

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Me gire para observar de donde provenía aquella voz, mis ojos se abrieron de golpe con miedo. El Moreno que me persiguió la otra vez con sus amigos se encontraba sentado encima de la mesa rodeado de sus amigos.

Hice como si no lo hubiera visto y me encamine a la mesa del profesor.

"Morrison ¿verdad?" Un hombre Calvo de cincuenta con lentes me miro de reojo, y yo asentí. "Siéntate donde quieras."

Me coloque en una mesa cerca del profesor.

"Soy el señor Green, tu profesor de filosofía." Le mostré una sonrisa. "Siéntense y saquen su libro y cuaderno." Se dirigió a los alumnos levantándose de su mesa.

"¿La nueva no se va a presentar?" Otra vez esa voz.

"Cállese Daniels y pegue su culo en la silla."

"Como usted diga bola de bolos." Con ese último se refería a su cabeza completamente calva y brillante, todos comenzaron a reír, no se de donde encuentran la gracia a eso.

El profesor volvió a su asiento frustrado, este chico lo estaba sacando de sus casillas.

"Página cincuenta, leed el apartado de la evaluación del pensamiento, luego iréis saliendo uno en uno a explicarme lo que habéis leído."

Se acomodo en su sitio y empezó a revisar algunos papeles, que supuse son los exámenes.

"¿Necesita algo señorita?" Me miró.

"No nada lo siento" Agaché mi cabeza avergonzada.

Abrí el libro siguiendo las indicaciones que había mandado, comencé a leer aquél apartadó, estaba concentrada cuando alguien abrió la puerta de golpe.

"¡Jones!" Alzó la voz el profesor enfadado. Había un chico castaño, no le preste mucha atención ya que en cualquier momento el profesor nos iba a sacarnos a explicar aquello.

"Perdón usted profesor, pero ya sabe cómo son las mujeres. El asiento trasero del coche no es muy cómodo que digamos." Soltó a la ligera, me sorprendí un poco ante la libertad a la hora de hablar de esas cosas. La clase se echo a reír otra vez. Yo seguía con mi cabeza metida en la lectura.

Pasaron unos diez minutos, por el momento la clase seguía tranquila y en silenció.

"Cierren todos vuestros libros." Podía oir a gente decirle al profesor que le diera un momento para repasar, pero volvió a repetir lo que había dicho más fuerte.

Agarro una hoja en su mano y empezó a nombrar gente.

"Daniels." Soltó con un tono desagradable.

"Ordene mi amo."

"Aquí adelante, su turno." Habían salido antes varias personas más, pero no preste atención.

Escuché el ruido de la silla moverse y luego oír unos pasos. Paso por mi lado pegándome en la espalda.

"Imbécil." Susurre.

"Ya puede empezar." Le indicó el. Profesor.

"Pues veamos, la evaluación del pensamiento me indica que debo hacer mía a esa toda la noche." Me señalo, me atragante con mi propia saliva, otra vez pude oir sus asquerosas carcajadas.

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