―¿Qué sigue en la lista? ―preguntó Anya empujando el carrito por el pasillo bordeado por estantes repletos de detergentes y lejía.
―Quitamanchas ―contestó Gema leyendo la hoja de papel en su mano―. Es lo último.
Fueron al pasillo contiguo y allí los alcanzó Tom, con una bolsa de dulces en una mano y en la otra una botella de limpiador de pantalla de laptop. Gema tomó del estante un tarro del quitamanchas en polvo que su madre utilizaba y lo colocó en el carrito.
―Llevemos un paquete de tortitas de chocolate ―propuso Anya.
―Refresco de uva ―dijo Tom.
Al regresar hacia el fondo de la tienda, donde estaban los refrigeradores, Gema se detuvo de forma brusca al mirar hacia la zona de la carnicería. Anya logró sostener el carrito para no chocar contra su espalda.
―¿No es esa Bella? ―preguntó la rubia y sus amigos miraron en la dirección que indicaba con la cabeza.
―Eso parece ―contestó Anya.
―Bueno, tienes que aprovechar la oportunidad para presentarnos. Tom, pon tu mejor sonrisa. Ella puede ser tu primera novia.
El chico rodó los ojos y siguió a sus amigas. Anya detuvo el carrito cerca de la cámara de congelados y trató de sonar natural.
―Hola, vecina.
La joven levantó la vista y después de tomar lo que parecía un filete, acercó su carrito hacia los tres adolescentes.
―Hola, Anya. Qué coincidencia.
―Sí. Los martes son un excelente día para comprar aquí. Apenas hay filas. Te presento a mis amigos, Gema y Tom. Chicos, ella es Bella.
―Es un gusto conocerte ―se adelantó a decir Gema con una sonrisa―. Supongo que sabes que eres el tema principal en el instituto.
Bella hizo una mueca.
―Sí.
―No te preocupes. La siguiente semana se decidirá el tema del baile de primavera. Eso distraerá a todos ―dijo Gema.
―Suena bien.
―Tenemos un buen grupo de estudio. Estás invitada a participar cuando inicie la temporada de exámenes ―invitó Anya.
―No llevamos todos las mismas clases, pero sirve mucho el apoyo moral ―declaró Gema.
―Se los agradezco. Fue un gusto conocerlos. Supongo que nos veremos en el instituto.
Se despidieron de Bella y luego fueron por el refresco de uva.
―¿Ya te convenciste de que no es una amenaza para tus planes? ―preguntó Anya a Gema.
―Se nota que es tímida e incluso más que tú, Tom. No sé. Creo que debemos seguir hablando con ella. Oí que es tan torpe que se tropieza con sus propios pies.
―Es bonita ―opinó Tom―. Al menos lo suficiente para que su torpeza pueda considerarse adorable.
―¡Ash...! ¿Quién entiende a los chicos? Algunas chicas no son los suficientemente lindas o buenas y otras que son un desastre son consideradas adorables ―se quejó Gema.
―A tí nunca nadie te ha rechazado ―le recordó Tom.
―Me quejo en nombre de todas aquellas chicas que no tienen mi suerte. Tampoco tengo que tentar al universo así que les agradecería mucho a los dos que pudieran acompañarme a mi cita de mañana con Matthew.
―¿Adónde irán? ―preguntó Tom.
―A un nuevo restaurante en Olympia. Se supone que es muy romántico y no estoy segura de lo que sucederá. Todo dependerá de las palabras que Matthew elija.
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La vecina de BELLA SWAN | Edward Cullen
Fanfic(Finalizado/En corrección) La dinámica en el Instituto de Forks se desarrollaba con normalidad hasta que Isabella Swan llegó. La decisión de mudarse con su padre no sólo alteraría su vida. Sin saberlo, pondría en riesgo la tranquilidad de la familia...