17 años después del estallido de la infección, el mundo sigue asumido en un caos, Nicolás fue el precursor para la supervivencia, tras acabar con el ejército y su dominio dictatorial tuvo una hija Emily, ella junto a los demás se embarcará en un rec...
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El rostro de una joven Emily con sus cabellos rojizos se reflejaba en un espejo con signos de suciedad, su largo cabello tapaban sus mejillas sonrosadas, abrió el grifo dejando correr el agua, con sus dos manos en forma de cuenco se la arrojaba en su rostro de piel clara el agua fresca que le espabilaba tras una noche de sueño plácido, fue entrenada en las artes de las armas y la defensa, su padre Nicolás la necesitaba lista de forma pues la ayuda de toda persona apta era necesaria, los jóvenes de 15 años ya hacían patrullajes y cacerías junto con los más veteranos divididos siempre en varios grupos.
La joven tenía un manejo excepcional con el arco y la flecha destacando por encima de su padre, instruida en el sigilo por su tía Carol, con 15 años ya estaba más que lista para comenzar su andadura por el exterior de las murallas que rodeaban el pueblo levantado hace años. Emily bajaba las escaleras de su habitación, era pleno invierno, ella anteriormente salió de cacería en el día de su cumpleaños con su padre Nicolás junto a su tío Rider, meses adelante de cacerías y patrullaje les invadió el frío invierno, como de costumbre se puso sus botas, su madre Patricia le tenía preparado un café para romper el frío, la joven separó su rostro de su cara dejándolo por detrás de sus orejas mientras su madre le miraba con ternura y encanto:
Patricia: — que largo tienes el pelo, te será incómodo —
Emily: — te iba a pedir el favor de que me hicieras una trenza , las diademas se me rompieron... es incómodo llevar el pelo suelto en estas labores —
Patricia: — claro eso está echo —
Emily agarró su taza caliente dándole varios sorbos:
Emily: — oh hoy me toca patrullaje no me acordaba —
Patricia: — ¿ con quien iras ? —
Emily: — con papá y Kevin —
Patricia: — no te veo muy activa —
Emily: — el patrullaje no es que sea de muy agrado —
Patricia acabó de trenzar su cabello, acto seguido terminó su taza de café, agarró un abrigo, cogió su maleta y su arco salió de su hogar, todo estaba cubierto por una capa de nieve, a la entrada estaba Kevin esperándola, mataba el tiempo jugueteando con su navaja de muelle:
Kevin: — ¿ lista princesita ? —
Emily: — efectivamente cacho de mierda —
Kevin: — veo que te levantaste muy simpática—
Emily: — déjate de memeces, donde está mi padre —
Kevin: — esta en los establos con mi viejo, tendremos que montar —
Emily: — ¿ con el objetivo de.. ? —
Kevin: — no lose, vayamos y allí ya se nos dirá que haremos —
