Lo que me queda

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Agus

— Joven Agus ¿Está bien?— preguntaron los hombres de seguridad al ver que me retorcía en el suelo.

Nunca pensé que mi sueño de ser actor iba a cumplirse tan rápido, en definitiva soy el mejor.

— No muy bien, necesito a mi padre porque me siento muy débil— exagere.

Los medicamentos que me estaban dando mi padre me hacían dormir todo el día y por alguna extraña razón también me hacía sentir que nada importaba.

— ¿Podrían llevarme con él?— pedí casi en una súplica.

Me hice pasar por débil y dos de los hombres de mi padre me estaban ayudando a caminar pero mi show se fue al carajo cuando escuché un disparo, cogí la pistola de uno de los hombres y salí corriendo lo más que pude.

Ahí vi una escena que nunca imaginé ver, mi padre con una pistola en la mano y a Zac aturdido con una herida en su abdomen, había mucha sangre...

— ¿Qué haces aquí hijo?— dijo mi padre tratando de hacerse el inocente, ocultando la pistola detrás de él.

Apunte de inmediato la pistola que tenía en mi mano hacia él.

— ¡SI TE MUEVES DISPARO!— Le advertí.

Me acerqué a Zac con cuidado, tomando su pulso, estaba vivo pero estaba perdiendo mucha sangre.

— No te mueras porque luego Blas me mata— le susurré antes de concentrarme en el hombre había dejado caer su máscara.

Durante mucho tiempo pensé que verdaderamente me quería pero me equivoqué él sólo quiere al dinero.

— Baja eso que te puedes hacer daño, esto no es lo que parece este chico me provoco— intento defenderse.

— ¿Mi madre también te provocó? ¡POR DIOS ERES UN MALDITO! No solo te basto por abusar física y psicológicamente de ella si no que la mataste— tenía todo esto guardado dentro de mí.

El trato de acercarse así que con rapidez le quite el seguro a la pistola.

— Te cuide durante mucho tiempo ¿Y así me pagas? Baja esa pistola que te puedes hacer daño, tu madre solo estaba empeorando todo, si ella hubiese colocado todo a mi nombre las cosas serían diferente — dijo este con fastidió.

Me acerqué a él, lo odiaba porque me quitó a la única persona que me quería de verdad.

— ¿Cuidar? Que chiste, me mantienes medicado todo el tiempo y me alejaste de Blas, me hiciste creer que estaba loco cuando el único loco aquí eres tu— los quejidos de Zac me hicieron volver a la realidad— Aprendí mucho de ti...es momento de demostrártelo, esto es por mi mamá— le disparé sin remordimiento alguno.

Estaba mal de la cabeza pero no dejaré que él siga cagando mi vida.

— Eso sufre, como mi madre lo hizo y quién sabe cuántas más personas— le escupí cuando esté se intentó arrastrarse en el suelo— Esto fue lo que pasó, llegué e intenté ayudar a Zac, tu intentaste dispararme y yo simplemente me defendí— dije antes de levantarme del suelo.

— Estas...loco como tú madre— murmuró este entre quejidos.

Negué de inmediato.

— Todo esto lo aprendí de ti— dije antes de patear su herida.

Se merecía esto y más. Me aleje de aquel hombre y ayude a Zac a levantarse, necesitamos salir de aquí.

Unos hombres con uniforme se acercaron a nosotros de inmediato, al parecer la policía ya había llegado. Ese fue el momento en el que me metí en el papel de víctima, comencé a llorar.

SERPIENTE (Homosexual) PRIMERA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora