Capítulo 19

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_ ¡Park Jimin¡_ gritó Jungkook enojado al verlo. Luego vio la celda de Yoongi vacía y los barrotes rotos.
_ J-jungkook_ tartamudeó.

     El alfa se acercó a él y después de comprobar que estaba bien volvió a regañarlo.

_ ¡No tienes ni idea de lo que acabas de hacer¡_ volvió a gritar. Estaba lleno de ira_ Esto te va a costar mucho.

   Jimin se alejó, sentía que Jungkook podía golpearlo en cualquier momento. Pero sorprendentemente se calmó muy rápido.

_ Enciérrenlo_  ordenó a los guardias.
_ Alfa, ¿ está seguro?
_ ¿Quieren morir?_ los miró furioso y los guardias temblaron de miedo. Sin ninguna objeción acataron la orden.
_  ¡Qué! ¡Jungkook, qué haces¡_ se quejó Jimin mientras los guardias lo sostenían.
_ Lo siento, no puedo perdonar  ni siquiera que mi omega haya cometido semejante crimen. Tendrás que pagar por tus malas decisiones, Jimin_ le explicó. Se sentía decepcionado y traicionado.
_ ¡Estás loco¡ ¡ Lo único que hice fue quitarle una maldita venda de sus ojos¡_ gritó enojado. Los guardias se sorprendieron por como le hablaba al alfa.
_ Tenías prohibido venir hasta aquí, y aún así lo hiciste_ explicó intentando controlarse_ No hay excusas, enciérrenlo.
_ Jungkook, no hagas esto. Estoy asustado_ le confesó entre sollozos.

     A pesar de la distancia que  los separaba, Jimin pudo ver la cara de Jungkook intentando contener su llanto y la lágrima que resbaló por su mejilla. El alfa lo quería, y le dolía tener que encerrarlo. Entonces ¿por qué lo hacía?, ¿No podía dejarlo pasar esta vez como había hecho en otras ocasiones?

_ Voy a protegerte, Jimin_ susurró para sí mismo.

   Pues para Jungkook era un hecho que Yoongi volvería por su omega. Sus intenciones ahora eran buscar venganza contra la familia que lideraba la manada y Jimin era el miembro más vulnerable y el más preciado para el Alfa.

_¡No quiero¡_ Jimin aventó la bandeja llena de comida hacia las rejas, provocando un gran desorden fuera de su celda.
_ Trae al Alfa_ ordenó uno de los guardias.

    Jungkook estaba evitando por todos los medios ver a Jimin. La idea de encontrarlo tras unos barrotes no le hacía para nada feliz y su lobo querría liberarlo en un instante. Pero tampoco podía tenerlo todo el día junto a él,  bajo su protección como quisiera. La lucha contra Yoongi y su clan tocaba las puertas de la Casa del Alfa. Taehyung preparaba a los lobos más fuertes para la batalla sangrienta que se avecinaba y nuestro líder debía controlar desde los refugios de los omegas y la servidumbre hasta las tácticas que se llevarían a cabo contra el clan. No podía proteger a Jimin cuando el peso de toda una manada se plantaba en sus hombros. Pero cuando le dijeron que el rubio no quería comer y que había tirado todo el almuerzo , corrió a verlo como si lo hubiesen torturado.  Entró a la celda y se agachó hasta quedar cara a cara.

_ ¿Tengo que obligarte a comer?_ dijo claro y sin rodeos.
_ Comeré cuando me saques de aquí.
_ Jimin, ya no eres un niño ¿Qué edad tienes? ¿Dieciocho, no? Bueno, cometiste el peor de los  crímenes en la manada. Otro en tu lugar ya estuviera muerto. Pero tu eres tan afortunado que solo te ganaste un encierro temporal. Así que no seas inmaduro y come.
_ ¿Ese es el alfa que supuestamente es mi pareja destinada?_ bufó_ no te duele en lo más mínimo que esté encerrado.
_ No es cierto, me duele, pero no solo te encierro para castigarte. También te estoy protegiendo de Yoongi.  Por favor entiéndeme_ Jimin guardo silencio un momento_ ¿Quieres que te alimente?
_ Sí_ aceptó.

El alfa trajo nuevamente otra bandeja con comida más ligera, se sentó junto a Jimin y lo alimentó hasta que no quedó nada. Por otra parte, el omega accedió solo para tener la compañía de  Jungkook, y eran lógicos sus deseos después de horas de soledad. Pero al final, el alfa tuvo que dejarlo, Jimin volvió a estar solo con dos guardias más parecidos a estatuas que a lobos.

   La noche llegó. Aburrido y con una cama improvisada a su lado, no tuvo otra opción que dormir. Mala idea. Los sueños con Min Yoongi volvieron y como la noche anterior, el alfa de ojos inexistentes volvió a hablarle.

_ Jimin, ¿recuerdas esto?_ susurró el lobo albino en su oído.

   La escena era tan desgarradora que el omega comenzó a gritar y a apretarse el pecho. 

_ ¿O esto?_ volvió a susurrar en el otro oído.

Nuevamente los gritos de Jimin salieron, pero esta vez retorciéndose en el suelo y llorando.

_ El mundo es cruel_ le dijo el alfa ahora parado frente a él y mirándolo serio, pero sin ayudarle en su agonía.

    Jimin lo miró a los ojos jadeando y para su sorpresa el lobo los tenía. Era dueño de unos hermosos y oscuros ojos.

_ Quieres ser feliz, no lo niegues_ se agachó quedando a su altura_ vayamos a un lugar donde podemos ser felices, donde puedes olvidar el dolor_ le extendió su mano esperando a que Jimin la aceptara.

  El omega lo hizo. En aquellos momentos Yoongi no era una figura malévola, sino un ángel que había venido a salvarlo de su tortura. Extendió su mano temblorosa hasta tocar la de Yoongi y al instante, el lobo había desaparecido.

     Despertó en su celda, miró alrededor y todo seguía como antes. Los guardias se mantenían firmes en su sitio así que nadie podía haber entrado. No hasta ahora,  porque sabía que su encuentro con Yoongi no había sido un simple sueño. Él vendría a buscarlo pronto y se lo llevaría. Si lo mataba o no ya no le importaba.

     Un minuto después de la ilusión que tuvo, percibió una sombra perturbadora y misteriosa acercándose lentamente a hacia él. La silueta estaba muy lejos. Los guardias se dieron cuenta y ordenaron que se detuviera. Defendieron la celda del omega y se mantuvieron firmes esperando a que el cuerpo extraño se acercara y atacara. Cuando alcanzó la distancia de solo  cinco metros todos pudieron distinguir a Yoongi. Al pasar entre los guardias estos cayeron al suelo y el alfa entró fácilmente en la celda de Jimin, al parecer, también dormido. Lo tomó en sus brazos y desapareció de la misma manera en la que había  llegado.

Un omega para el alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora