Capítulo 15

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_!Maldición!_ volvió a gritar Jimin tras despertarse de un sueño bastante erótico.

  Una de las cosas que más odiaba de ser un omega era tener que pasar por el período del celo. Era una lucha contra su lobo casi extinto todos esos días. Porque sí, Jimin a lo largo de su vida había entendido que vivir sin su lobo interno era mucho mejor, algo inaceptable en cualquier manada. Así que con el paso del tiempo fue matándolo, encerrándolo en una jaula e ignorando sus aullidos desesperados. Cada vez tenía menos fuerza hasta que llegaba la etapa del celo y se volvía más insoportable. Comenzaba a desprender ese olor horrible que amontonaba a los alfas en la puerta de su cabaña; luego su padre tenía que salir y ahuyentarlos como si fuesen cuervos. A veces se derpetaba en mitad de la noche, inquieto por un sueño indecente como el de hoy. Y las oleadas de calor eran lo peor de todo, pues en medio de aquella tortura perdía totalmente el control de aquello que intentaba dominar y terminaba aceptando sus deseos como propios. Eso no podía ocurrir aquí, no estaba en su casa protegido de otros alfas y tenía a Jungkook demasiado cerca ¿Estaba perdido o tal vez Jin lo podía ayudar? Sin pensarlo mucho fue hacia la cocina donde debía estar preparando el desayuno.
_Bienvenido señor_ Jin hizo una reverencia.
_Olvida eso_ dijo sonriente_ ¿qué estás preparando?
_ Huevos y tocino para el desayuno del Alfa_ Jimin olfateó a su alrededor y su boca se hizo más húmeda.
_ Huele delicioso, desayunaré eso yo también_ comentó animado y Jin lo miró sorprendido.
_¿Se encuentra bien?_ preguntó alarmado.
_Sí, ya no me duele la cabeza y las heridas están sanando_ respondió aunque entendía exactamente la pregunta del omega.
_Que bien, veo que está de buen humor, ya que siempre come lo mismo y hoy quiere algo nuevo_ Jimin hizo una mueca y continuó fingiendo alegría.
_ No veo la relación, pero cambiando de tema...necesito tu ayuda_ Jin lo miró serio y preocupado.
_ ¿Qué desea?
_ ¿No tienen aquí..._ hablaba en voz baja_ medicina para suprimir el celo?
_Sí_ respondió con naturalidad_ aunque no sé si deba dársela, pues el Alfa desea tener cachorros y eso lo evita_ Jimin soltó una pequeña carcajada.
_ No te preocupes por eso_ aclaró_ Aquí realmente lo tienen todo.
_Sí, tenemos la mejor medicina_ afirmó orgulloso.
_Entonces ¿crees que puedas conseguirme?
_Claro, enseguida la traigo.

Aunque las hierbas que mencionaba Jin con tanto orgullo fueran las mejores, no lograban una supresión total sino que controlaban un poco la temperatura del cuerpo y el olor que se desprendía. Al contrario eran muy eficientes para evitar el embarazo.

_Aquí está_ regresó Jin con un frasco de hierbas mezcladas.

Jimin sintió alivio al ver la medicina en sus manos.

_Puedo hacerle un té si desea, tome una taza cada día_ le aconsejó Jin.
_ De acuerdo, tomare una antes del desayuno.
_ Se la daré  enseguida.

  Jimin se sentó  a esperar el té  que le haría Jin. Mientras, observaba el interior de la cocina donde pocas veces entraba. Entonces volvió  el calor sofocante de antes. Se removió  incómodo en el asiento y apretó  sus puños con fuerza. Estas olas de calor eran las más fuertes que había recibido en toda su vida. Comenzó a sudar y para evitar que Jin lo viera, se escabulló en su habitación. 

_Llevame el té cuando lo termines_ fue lo último que le dijo al omega antes de irse.
_Pero...¡señor!_ lo llamó Jin aunque ya estaba lejos.

  Al abrir la puerta de su habitación,  el omega desesperado tomó  la jarra con agua al lado de su cama y comenzó  a beberla, se fue desabotonando su camisa de seda y mientras tanto, su mente fue invadida de pensamientos impuros donde Jungkook era el protagonista. Imaginaba que el alfa le quitaba lentamente su camisa y que sus dedos pasaban delicadamente  por su abdomen haciéndole cosquillas y volviéndolo loco.
Lo invadía la necesidad imperiosa de estar cerca de él, de olfatearlo y acurrucarse entre sus brazos. Su lobo estaba fuera de control.

_¿Señor?_ llamó  Jin en la puerta_ le he traído  su té, ¿se siente bien_ preguntó  después  de ver al omega sentado en el piso con su torso al descubierto  brillante por el sudor.
_N-no... me siento bien_ tartamudeó.

  Jin puso la bandeja en el suelo y tocó la frente del chico. Tenía al parecer una fiebre muy alta. Decidió  llamar a Namjoon y a Jungkook con la idea en mente de que dicho síntoma se debía  a que aún no estaba recuperado por completo de su golpe en la cabeza. Pero el omega menor sabía muy bien lo que le pasaba, así  que apenas su sirviente dio la espalda tomó todo el contenido de la taza ignorando el amargo sabor que tenía. Minutos después llegaron el omega con los dos alfas y su condición no parecía mejorar.

_¿Estás  bien? _ Se adelantó Jungkook levantándolo y sentándolo en la cama.
_Déjeme  revisarlo_ pidió  Nam Joon y se sentó  junto al rubio.

   El doctor Nam tocó la frente y los cachetes del chico. Le preguntó  sus síntomas  y luego lo olfateó un poco, poniendo agresivo al alfa detrás suyo. Luego pudo dar un diagnóstico certero del omega.

_¿Bebiste lo que había aquí?_ señaló  Nam la taza de té vacía.
_Sí.
_Bueno_ poniéndose de pie_ los dejamos solos para que platiquen_ le dio una mirada a Jimin que le hizo entender lo que tenía  que hacer y se alejó  con Jin.
_Dime, que sucede_ Jungkook se sentó  a su lado dispuesto a ser comprensivo pero la reacción de Jimin lo dejó  aún más confundido.

   El omega se abalanzó  hacia él hundiendo su nariz lo más  que podía en su cuello, aspirando todo  su olor. Jungkook tragó  algo de saliva  y se quedó  inmóvil  esperando alguna explicación del chico. Este levantó  su cabeza agitado y lo abrazó con fuerza. El pecho endurecido de Jungkook se sentía mejor que cualquier almohada con la que pudiera dormir. Fue así  como se le ocurrió  una idea para tenerlo cerca.
_Estoy asustado de mi condición,  ¿puedes pasar esta noche conmigo?

Sabía que era imposible que el alfa se negara a esa petición.

Un omega para el alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora