Capítulo 12

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Una pierna acalambrada fue lo que despertó a Jimin de un sueño que parecía interminable. Se encontró a sí mismo atado, en un sitio extraño y rodeado por lobos que desconocía. Entre ellos se corrió la voz de que el omega había despertado y el pelinaranja fue a verificarlo.
Pero sin darle tiempo a hablar, el rubio comenzó a preguntar donde estaba y sus intenciones con él.
_ Tranquilo omega, aquí estás a salvo.
_ !Solo dime qué quieres!
_Ya te dije, a ti. Me serás útil contra tu alfa.
_!No es mi alfa!
_ Entiendo su juego de "atrápame si puedes". El líder aunque no quieras vendrá a salvarte. En estos momentos debe estar sintiendo tu miedo, debe estar aterrado temiendo por la vida de su omega_ entrecerró los ojos_ tan cursi_ Jimin comenzó a carcajearse
_¿En serio crees que el Alfa lo está sintiendo?_ el beta respondió afirmativamente_ No esperes en vano, él no lo puede hacer_ estiró su cuello como pudo mostrando su piel blanca y lisa en esa zona_ ¿Ves?, no me ha marcado.
_Admito que desconocía ese importante detalle_ le confiesa el pelinaranja_ Conociendo bien al Alfa, es extraño que aún no lo haya hecho. Tal vez Taehyung se lo haya impedido.
_¿por qué lo impediría?_ el beta tomó una silla quedando frente a Jimin e inclinó su torso hacia este.
_Porque Taehyung y Jungkook tuvieron algo antes de que aparecieras_ Jimin ocultó su asombro.
_ ¿Cómo sabes eso?, ¿piensas que te creeré?
_ Tú decides si hacerlo o no.
_ No me importa_ desvió la mirada y esta vez era el beta quien reía.
_ Hoseok_ llamó otro lobo parado en la puerta_ tenemos noticias del jefe.

El chico de nombre Jung Hoseok, quien había mantenido una conversación segundos atrás con Jimin, dio una mirada seria al mensajero y pidió a sus designados cuidar del rehén. Luego salió.
_¿Qué tienen?
_Lo hemos confirmado, lo esconden en sus calabozos subterráneos y..._ el beta lo pensó antes de soltar lo más terrible.
_!Y qué!
_ Le extrajeron los ojos.
_!Maldición!_ se escuchó desde adentro.

_¿Saben qué significa eso ?_ preguntó Jimin a los lobos que vigilaban y que como él, curioseaban sobre aquella exclamación_ Eso quiere decir que Jungkook encontró nuestra posición y viene hacia acá.
_No tienes derecho a hablar, cállate_ lo reprendió un beta insatisfactoriamente.
_ Si fuera alguno de ustedes, me pondría de parte del Alfa, es la decisión más inteligente.
_No le tememos a tu alfa_ respondió otro beta y el anterior lo detuvo.
_No caigas en su juego, no lo escuches.
_¿Creen que estoy mintiendo? Deberían tener miedo. Cuando Jungkook se enoja, se pone muy agresivo.
_!Basta!_ gritó el beta que lo había regañado antes_ si no paras, tendré que cortarte la lengua. También tengo algo muy grande para tu linda boquita.

Asqueado por dentro, el omega continuó sin mostrar debilidad.
_ No eres mi tipo. Revisa mis muñecas y verás con quien se están metiendo.

Atrapado por los argumentos del rubio, el beta levantó sus mangas encontrándose con marcas fuertes de cortes, anteriormente echas por el omega. El poder de convencimiento de Jimin no le permitió imaginar como se habían formado esas líneas carmesí en sus lánguidas muñecas. El objetivo del omega comenzaba a cumplirse. ¿Cómo era posible que un alfa fuera capaz de lastimar siquiera, en lo más mínimo a su pareja destinada? Por muy bárbaros que fueran aquellos lobos, este tipo de violencia era límite para ellos dado que, como era bien sabido, cualquier alfa podía sentir como suyo propio, el dolor de su pareja.

_Es imposible que el líder haya echo eso. No mientas, !quien lo hizo!

Los betas no parecían convencidos.

_Se arrepentirán cuando Jungkook entre por esa puerta y los destruya como un vaso de cristal.

Como invocado, el alfa derribó la puerta que lo separaba de Jimin y sin darle tiempo a los betas, soltó un puñetazo en la cara de uno que calló inmediatamente. Los demás, asustados, olvidaron sus años de entrenamiento y disciplina; la superstición llenó sus mentes y los volvió cobardes y débiles. Sin necesidad de usar la fuerza cedieron a entregar al rehén que le habían encomendado como una misión de alto grado, pidiendo casi a ruegos que se les perdonara la vida. Jimin, mitad feliz por estar a salvo, mitad enojado por la sumisión inmediata de los betas hacia Jungkook, abandonó el lugar sin agradecer a su rescatista o mirar tan siquiera a los guardias .
_¿A dónde vas?_ le pregunta el alfa.
_A casa_ responde sin voltear
_ ¿Podrías esperarme al menos? Hay más guardias fuera.
_Si no salimos ahora, Hoseok vendrá_ al dar un paso fue detenido por Jungkook.
_ No te sobreestimes, no podrás hacerlo solo. Quieras o no me necesitas.

Jungkook tenía razón y él odiaba admitirlo. Era demasiado débil y frágil para enfrentarse a los betas y alfas de aquella banda. Necesitaba la fuerza y habilidades de Jungkook para escapar ileso. Pero su mente suicida amaba el peligro y veía la oportunidad perfecta de huir del alfa para siempre, ingresar en el bosque y comenzar una vida como un lobo solitario que había desertado de su manada. Sin ataduras, sin restricciones, sin etiquetas, sin órdenes, sin subordinación: !era el momento de ser libre!

Así fue como una vez más, terminó corriendo lejos de su alfa pero sólo por cinco segundos. Mientras se alejaba desesperado por el estrecho pasillo, Jungkook lo miraba entristecido, sintiendo una punzada leve en su pecho y un fuerte nudo en su garganta. No iría tras él a detenerlo, su lobo estaba cansado de ser rechazado y agonizaba de dolor en su interior. Tal vez, estas fueran sus últimas horas. De la nada Hoseok apareció deteniendo la huida del omega. Allí supo Jungkook que debía actuar por última vez, e ignorando los aullidos desgarradores que amenazaban con escaparse, dio una señal al beta para pelear.

Jimin quedó al cuidado de un guardia mientras observaba desde cierta distancia el combate de ambos. Hoseok atacó primero abalanzándose sobre el alfa quien lo esquivó con gran rapidez. En respuesta Jungkook lanzó un puñetazo que solo pudo rozar la mejilla del beta y este se defendió dando un golpe en el estómago que para las duras abdominales de Jungkook fueron un simple cosquilleo. Bajar la guardia ante un oponente tan fuerte fue un gran error para el pelinaranja, tras su inefectivo golpe quedó bajo Jungkook y una ola de puñetazos en su rostro. Tenía que detenerlo rápidamente o perdería el conocimiento así que optó por un golpe bajo directo a su entrepierna y ahora era él quien se encontraba arriba atacando.

_!Jungkook!_ le gritó Jimin mientras trataba de soltarse del agarre del guardia. Mordió el antebrazo de este y de inmediato recibió un golpe que lo dejó inconciente en el suelo.
_!No!_ gritó el alfa justo al lado del cuerpo desmayado.

Aquello hizo que su lobo casi moribundo encontrara una fuerza milagrosa para despertar y vengarse. La ira acumulada lo ayudó a quitarse al beta de encima y atacar al guardia. Sus ojos se habían vuelto rojos mientras que con una mano lo levantaba por el cuello y lo estrangulaba hasta hacer que la sangre corriera por los ojos del contrario. Lo dejó muerto en el piso. Ahora sus uñas también habían crecido con un tono oscuro. Se dio vuelta hacia Hoseok pero este en cuestión de segundos rompió una ventana de cristal con su puño y escapó malherido hacia el bosque. Inútil ir tras él, su prioridad era Jimin. Reflejando su rostro en un trozo de cristal en el suelo vio como sus colmillos se habían alargado sobresaliendo levemente de entre sus labios. Cargó a Jimin y lo llevó en sus brazos hacia la salida. Pero aún no había terminado, le quedaba salir de allí.

Un omega para el alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora