Capítulo Final

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       Yoongi vio de reojo el rostro de Jungkook y se enfureció tanto que tomó a Jimin  en sus brazos y mostró sus colmillos con todas las intenciones de morderlo.  Pero esta vez no quería matarlo, sino dejar en el pálido cuello del omega una marca que lo atara a él de por vida. Porque había entendido que, de toda la masa de lobos que había en esa manada, Jimin era el más puro, noble y bondadoso de todos. Un omega casi perfecto, y lo quería para él. 

    Jungkook se había dado cuenta de los planes de Yoongi y perdió un poco la cordura, pues no era otro que su pareja destinada a quien ese lobo pretendía arrebatar. Sin Jimin no podía continuar viviendo, así que no le importaba morir, se enfrentaría a Yoongi.

     Mientras, en la aldea de los iniciadores se llevaba a cabo una sangrienta batalla. Taehyung había vuelto de inmediato al recibir noticias de que el clan de Yoongi la había invadido. Hoseok al mando de este, era un antiguo rival suyo con el cual no había resuelto ciertas diferencias. Ambos eran la mano derecha de sus amos, los segundos al mando. La familia de Hoseok, los Jung, se habían encargado de proteger a Yoongi en todas sus generaciones a partir de que este los creara como parte del clan. La familia de Taehyung, los Kim, habían sido desde tiempos inmemorables la mano derecha del Alfa que liderara la manada. Los dos eran rivales, enemigos naturales pero con el mismo objetivo: proteger. Habían nacido para ello.

     Al encontrarse nuevamente sabían que la lucha entre ellos era inevitable. Taehyung dio órdenes precisas a sus hombres para que defendieran La Casa y Hoseok con solo un movimiento de su mano hizo que los lobos del clan corrieran en esa misma dirección. Ahora estaban solos.

_ Me alegra volver a verte, Taehyung_ sonrió el beta descaradamente.
_ Por favor, no me hable informalmente, no somos cercanos.
_ ¡Cómo puedes decir eso, si somos  amigos¡
_ Dejemos el blablabla sin sentido_ Taehyung corrió hacia Hoseok y en solo un segundo lo había agarrado del cuello y acorralado contra un árbol_ sus lobos y usted solo encontrarán la muerte aquí, pídale que se retiren.
_ Eso no será posible porque justo ahora ya deben haber entrado en La Casa_ volvió a sonreír y Taehyung lo golpeó.

     Encolerizado, el pelinaranja lo atacó con una patada que Taehyung desvío ágilmente. Y así comenzaba  una larga lucha entre ambos.

_ Por favor, no lo haga, sabe que está mal_ la voz de Jimin despertó a Yoongi del trance en el que se encontraba.
_ Antes quisiste morir ¿ acaso no es mejor pasar el resto de tu vida conmigo?_ cuestionó el alfa.
_ En realidad, ese lobo que tienes frente a ti es mi pareja destinada_ afirmó Jimin.

     Jungkook, que meditaba cabizbajo la situación, elevó su mirada hasta cruzarla con la de Jimin. Su corazón latió aún más de prisa y no quería hacerse ilusiones, pero Jimin lo había reconocido como su pareja destinada. Verdaderamente esas dos palabras habían salido de sus labios y no para negarlo, sino para reconocerlo. La euforia estaba recorriendo cada rincón de su cuerpo.

Yoongi no quizo esperar más y se abalanzó sobre el cuello de Jimin lo más rápido que pudo, pero sin éxito. Jungkook ya lo tenía en sus brazos y Jimin sin poner resistencia dejó que sucediera. Si ese era su destino lo iba a aceptar. Si  Jungkook era de verdad su pareja destinada a la que él no podía reconocer del todo, iba a averiguarlo. El alfa clavó con lentitud sus colmillos en la suave piel del omega. El chico intentó silenciar su gemido de dolor pero no pudo.  Quemaba cada vez que Jungkook penetraba más los colmillos en su piel. Por primera vez, Jimin lo estaba sintiendo, estaba sintiendo de verdad a Jungkook y cuando este se alejó y pudo ver su rostro otra vez, ya no era solo el Alfa y líder de su manada, era su alfa, era suyo. Un hilo de sangre corría por el lugar de la mordida. Pero eso no era lo más importante ahora.

_ Jungkook_ susurró Jimin frente a él, mirándolo con lágrimas en los ojos.
_ Jimin, lo siento, yo...no tenía opción_ intentó explicarse, ahora arrepentido de sus actos.
  
       Vió a Jimin deshacerse en lágrimas y eso lo desgarraba. Ahora que podía sentirlo, se echaba la culpa del dolor de su omega.

_ De verdad que lo siento, Jimin. Sé que no querías esto..._ no pudo terminar porque el rubio lo abrazó, escondiendo su rostro contra su pecho para que no lo vieran llorar.
_ Lo siento Jungkook, lo siento por no reconocerte, por que sufrieras tanto.

     El alfa lo abrazó de vuelta y lloró junto a él. No hacía falta hablar más, porque ambos podían sentir el dolor, la culpa, el arrepentimiento y el amor del otro. Aquella marca los había unido de verdad.

_ No llores más. No es tu culpa , no pienses en eso_ lo consoló Jungkook acariciando su cabello.
_ Ahora lo puedo ver_ dijo Jimin alejándose de él y tomando sus manos_ Te amo Jeon Jungkook, y quiero pasar cada segundo de mi vida contigo. Te reconozco como mi alfa.
   
      Para Jimin ya había terminado todo ese tiempo de dolor y sufrimiento que tuvo. El vacío que siempre estuvo en él había sido llenado. Las ganas de morir que siempre existieron habían desaparecido y fueron sustituidas por unas inmensas ganas de vivir.  Estaba verdaderamente feliz por primera vez en su vida.

    ¿Y dónde se encontraba Yoongi? Había desaparecido. Los lobos absortos en su momento de unión no se dieron cuenta de que estaban solos. Buscaron al lobo albino por los alrededores, sin éxito en encontrarlo. Temiendo lo peor volvieron a la manada.

    Hoseok estaba arriba de Taehyung dándole una buena golpiza cuando escuchó de uno de sus lobos que Yoongi había desaparecido. Ni fue capturado por la manada y mucho menos estaba muerto. Se había esfumado sin rastros. Rápidamente dio la orden de retirada para todo el clan. Al llegar los lobos más importantes a la aldea se encontraron con un paisaje bastante tétrico típico de un escenario postguerra. La Casa también había sufrido daños pero afortunadamente todos en ella se encontraban bien, en especial Jin quien recibió a Jimin con desmesuradas muestras de cariño y Namjoon, un poco avergonzado por la actitud de su esposo.

    Días después de reparados los daños de la lucha y establecida la normalidad en la aldea, el Omega de la manada  haría una proclama muy importante frente a todos los lobos.

_ A partir de hoy, yo, Park Jimin, hijo de humildes artesanos de esta aldea, acepto todos mis deberes como Omega de la manada. Prometo llevar la justicia como mi mayor principio y el bienestar de todos los lobos como mi mayor deber. Prometo ser, en todo momento,  fiel y leal a mi alfa, Jeon Jungkook. 

    Así quedaba el omega que una vez fue el más rebelde de lo iniciadores,  como una figura muy importante en la historia de estos.
    
                                          Fin

Un omega para el alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora