Capitulo 9: Trasformación

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Todo paso tan rápido. Eren mordió su mano y yo me hice un corte profundo tal como lo hice antes. No dolió, no sangro, no sentí nada. Un rayo llego a Eren y luego mucho humo apareció seguido de su titán. Por mi parte, un segundo rayo más potente y ruidoso me llego, después vino el humo caliente seguido de lo que tanto esperábamos ver.

*-*-*

Humo caliente rodeo el lugar impidiendo que los demás nos miraran y yo a ellos, no lograba verlos. Lo más extraño era que los intentaba ver desde arriba, y eso solo significaba una cosa. Yo no sabía cómo sentirme; ¿feliz? ¿Emocionada? ¿Satisfecha? ¿Triste? Había funcionado sí, pero a cambio yo me convertí en lo que juramos odiar todos. En uno de nuestros más grandes temores, pero también nuestra salvación.

—HUUJUU! —era la voz de Hange, el humo había comenzado a disiparse por lo que de a poco yo ya podía verlos y ellos a mí.

Mire mi titán, era parecido al de Annie, con la diferencia de que mi cabello era negro y, era más alta que el titán de Eren. El mío media por lo menos veinte metros de alto mientras que el de Eren diecisiete.

Levante la vista hacia el titán de Eren, estaba igual de sorprendido que los demás. Podía escucharlos gritar emocionados, sobre todo a Hange y Sasha.

—Mikasa! Puedes escucharme—grito Hange, bajé la mirada hacia ella y asentí lo que la emociono aún más. A su lado el comandante me miraba asombrado, en cuanto al capitán me miraba con un leve asombro, siempre tan inexpresivo—Erwin qué opinas ahora de Mikasa ¡Tenemos tres titanes cambiantes en la legión! ¡No es increíble, podremos llegar al muro sin tantas bajas!

Mire al comandante quien pareció pensar en lo que Hange dijo, voltee hacia Eren quien estaba igual que yo. Pero de la nada comenzó a perder su cordura, no de nuevo.

—Eren estas bien ¡Eren!—el comandante intento hablarle pero nada funcionaba, de un momento a otro note como iba a atacar a los chicos y a los demás.

Pero me interpuse cubriéndolos recibiendo un golpeé en mi cabeza, que para ser sincera no dolió. Voltee a ver a Eren quien ya había perdido todo rastro de raciocinio y ya no pensaba ni reaccionaba, solo quedaba sacarlo de su titán antes de que se lastimara el mismo y lastimara a los demás. Para mi infortunio nadie había traído un equipo de maniobras, por lo que solo yo podría detenerlo.

—¡Cadete Ackerman! Detenga a Eren y sáquelo de inmediato antes de que resulte herido.

Asentí sin pensarlo dos veces, debía de sacar a Eren de ahí lo antes posible o podría perder la cordura como veces anteriores. En las cuales la única opción fue sacarlo a como diera lugar de su titán.

Me levante y camine hacia Eren, su cabeza se movía de un lado a otro, como si estuviera peleando por no perder la cordura. Aun así, se lanzó a atacarme lo cual yo esquive fácilmente. Con cada movimiento de mi parte, ya sea minúsculo, levantaba una ráfaga de viento. Como si mi cuerpo ejerciera demasiada fuerza al moverse.

Cada vez que Eren me atacaba yo lo esquivaba fácilmente, trataba de no dañarlo, pero se me estaba volviendo más difícil hacerlo. Hubo un momento en el que Eren me tumbo al suelo y se puso sobre mí. Lanzaba golpes a mi cabeza que difícilmente lograba esquivar. A este paso Eren volvería a salir herido por estar mucho tiempo así. Los gritos de los altos mandos ordenando que Eren se detuviera eran en vano. Su cuerpo ya no lo controlaba él.

—¡Eren, detente!—todos nos quedamos estoicos, sorprendidos, perplejos. Eren se detuvo y pareció reaccionar. Hubo un silencio sepulcral. No fue lo que dicho lo que nos sorprendió, si no quien lo dijo.

Tanta desesperación había en mí que grite que se detuviera, más, sin embargo, nunca me imaginé que no fuera yo quien hablara, sino mi titán. Podía hablar. Mi titán podía hablar, tal como lo hace el titán bestia, pero nunca imagine que yo también pudiera hacerlo. Pero porque podía hacerlo, no entendía aun como hago lo que hago, porque soy diferente. Se que no soy como los demás porque yo fui creada, pero además de ser diferente soy también más fuerte, o eso creo. Cada golpe, cada movimiento, cada patada, cada acción que yo provocaba era mucho, más fuerte que los que incluso Annie en su forma titán endurecido podía hacer. Y eso en cierta forma me, alegraba?

La Titán Más PoderosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora