Capítulo Diez

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Compran un carrito para mandado, caminan por el mercadillo al aire libre, encantado la ve elegir la comida para todo el momento que duren en la cabaña, compran verduras, frutas, dulces y lo que se les apetezca en el camino.

―Yo no sé cómo llevaremos un refrigerador hacia allá, necesitamos guardar cosas en lo helado. ―dice ella echando una bolsa con mangos, este sonríe con autosuficiencia.

―Eso déjamelo a mí, tengo mis mañas como ya sabes. ―dice Andrew sonriendo de lado, le regresa el gesto desde abajo, pasan por los cazadores y ve las liebres colgadas, incluso jabalí, incluso hay ranas muertas en un cazo, comida tradicional del pueblo es lo que cazan. ―No pienses en comprar liebre podemos cazarlas, hay muchas por donde estamos, puedo salir a cazarlas. ―dice Andrew sonriendo, ve cómo sonríe, pero al ver las ranas hace una mueca de asco. ―En ninguna vida te gustarán las ranas, ¿verdad? ―pregunta Andrew sonriendo, Jenna frunce el ceño con una sonrisa divertida.

― ¿Nunca me gustaron las ranas? ―pregunta asombrada. Asiente jalando el carrito hasta un puesto de especies.

―Comerlas nunca, tampoco te agradaban cuando se salían del río y entraban a la casa, las obligabas a salirse a las malas. Era tan gracioso para mí llegar del pueblo y verte lanzando ranas o sapos desde la entrada mientras las regañabas, tuve qué dedicarme a cazarlas y venderlas. ―dice pensando cómodamente en esos momentos.

―Me alegra escuchar tus experiencias, me da un calor familiar muy lindo. ―eso hace saltar todo el organismo de Andrew.

[...]

―Entra rápido. ―ordena Jenna al ver que estaba parado fuera de la puerta, Andrew viendo a todas partes pasa, ve su casa ordenada, con polvo, pero ordenada con un par de cuadros muy bonitos, como uno que le llamó la atención demasiado, camina hasta él que está ubicado en la sala que queda al costado izquierdo.

― ¿Tú lo pintaste? ―pregunta Andrew interesado al ver un callejón de piedra muy parecido a los callejones de 1880 de Londres, algo que tiene en particular es que hay sangre en el callejón, el cielo está negro y una farola el lo único que alumbra, el detallado callejón tiene rajas en las piedras de las paredes, y escrito con runas algo poco visible, sorprendido ante las coincidencias de la escena del crimen.

―Sí, solía pintar mis sueños, esa fue de una pesadilla, creo que era una prostituta y estaba fumando un pomo, alguien me lo había dado y me fui a descansar al parque, pero un hombre me pidió que fuésemos al callejón a hacer algo, pero de repente me agarró de la boca y me dio vuelta, grité y en un segundo sentí como el filo de su cuchillo me cortó la garganta, me estaba ahogando con mi propia sangre, cuando caí en el piso me escupió, todo se estaba tiñendo de rojo hasta que me tocó verme tirada en el suelo en una escena horripilante, nunca me había sentido tan mal como ver a esa rubia con vestido escotado y el cuello en par en par, no era mi rostro, pero sabía que era yo. ―cuenta recordando su mañana de tristeza porque verla en esas situaciones fue como haber movido algo en su interior, el déjà vu que sintió la dejó atarantada por días hasta que pudo plasmar la escena menos gratificante para ella. El desolado callejón, que era una alusión a la soledad, la oscuridad de su vida, la sangre de su desgracia, y sin su cadáver alusión a que por ser prostituta no era nadie por la qué preocuparse, pero sí un peligro a la sociedad.

―No fue una pesadilla, fue un recuerdo. ―dice Andrew viendo atentamente el cuadro, Jenna queda quieta tras de él. ― ¿Por qué pusiste este detalle? ―pregunta apuntando a las runas que se ven muy poco, tuerce sus labios.

―Tenía una cierta inquietud en no acabarlo, cuando lo terminé, me seguía picando el querer volver a ver ese lugar y cuando recordé el detalle de la pared me sentí más completa. ―dice rascando su cuello.

―Dice "Viaje al infierno" era conocido entre nosotros, ahí era el peor lugar de la ciudad para ser asesinado, era normal encontrar animales muertos o demás, era un lugar donde hacían pactos con el diablo, no tienes idea de todo lo que pasó ahí, en esa vida era diferente a lo que antes conocíamos, llevábamos poco de recobrar la conciencia, tenías un contrato con un burdel de trabajar como prostituta y tenías qué terminarlo, era tu última noche y esperaba por ti en casa, pero esa noche sentí que algo estaba mal, no me había dado cuenta que esas personas querían llevarte al infierno y te llevaron al peor lugar, el famoso Jack "El destripador" acechaba esas noches, dijiste que podías con él, un tronido de dedos y lo dejabas en cinco partes, pero no tuviste en cuenta quién fue cuando ya estabas muerta, esta misma escena vi yo, pero tu cuerpo estaba gris y tus labios casi negros, casi me muero al verte ahí. El tajo en tu garganta era un desastre, la policía tomaba notas mientras te observaban de cada esquina, el pomo que llevabas en la boca estaba incrustado en tu boca con odio y ya no te tenía más. ―suspira cerrando los ojos sintiendo el dolor de aquella terrible noche. ­―Nadie supo quien era...por que yo me encargué de desaparecer cada rastro de él y hervir su sangre para dársela de beber a su padre quien era el peor machista que le inculcó el odio hacia las prostitutas, porque su madre lo abandonó por irse de sexoservidora. ―cuenta volviendo su vista a ella quien se sorprende ante lo que dijo. ―Tuve qué ir al tártaro, ahí me esperabas porque el tártaro te quitó del camino al infierno, cuando salimos de ahí renacimos como hermanos. Casi nos linchan cuando se enteraron de nuestro amor, pero fuimos felices en las montañas, viviendo apartados de todos. ―termina sonriendo levemente de lado.

―Me has dejado sin palabras. ―dice Jenna haciéndose hacia atrás. ―La vida no me deja de sorprender, Andrew.

―Dime Andy, Jenna, no somos desconocidos, o puedes decirme Xantus. ―sonríe haciendo que sus cicatrices se noten un poco más por su piel fruncida, no le importa eso a ella, incluso pasa su mano por ellas sintiendo su textura ―La sabiduría conlleva dolor, pero el amor conlleva devoción.

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Hola, chicas o chicos, lo que sean, espero les guste este capítulo, lamento no publicar seguido, pero hay veces que mi imaginación está en otros proyectos más personales, espero les guste, dejen su voto y comentario, all love evaxoxox


La Maldad: Andy BiersackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora