____ POV
Pongo el primer pie fuera de mi universidad y siento un millón de energías recorriéndome el cuerpo. Oficialmente, empezó el verano.
Me disculpo de antemano y se me es imposible ocultar mi emoción, pero después de todo lo que he tenido que pasar en esta universidad, librarme de ella finalmente es igual a ganar la lotería.
Y hasta mejor, si me permiten.
Más que un verano normal, preferiría referirme a este como el primero de muchos más, muchos más en los que finalmente voy a poder hacer algo con mi vida.
Es por esto, que "librarme" de este lugar me resulta tan emocionante.
Y no me refiero exactamente a "librarme de los exámenes y trabajos" porque seamos honestos, me agradan esas cosas.
Me refiero a todo lo que está detrás de eso, por ejemplo:
-Las fiestas de fraternidad (que parecen lo mejor cuando te gradúas de la secundaria, pero cuando te ofrecen drogas por primera vez la cosa cambia)
-Los borrachos de mis amigos.
Y aclaro: son unos borrachos increíbles. Si, una que otra vez se les va la mano bebiendo y terminan metidos en lugares que, por respeto, no puedo mencionar aquí. Pero es gente agradable, tienen mi palabra.
Con esto les digo que lo que enserio me encanta de esto, es que ya no voy a tener que ver al imbecil de Jake.
Para que lo entiendan y así odien al tipo casi tanto como yo, les diré como toma lugar el tal Jake en esta historia. El sujeto y yo solíamos tener una relación, y se terminó cuando el animal se metió con una chica en una fiesta. No quiero entrar en detalles y hablarles sobre la chica, ya que entre muchas cosas que era, era mi compañera de cuarto.
Ah, y una hija de puta, si puedo decirlo.
Muchos (empezando por ese par) dijeron que exageraba al odiar al tipo por algo tan tonto, y es cierto: ¿porque me rebajaría tanto al darle importancia a lo que el hacía con su vida?
Tal vez fue eso lo que me hizo anhelar este verano más de lo que es entendible para cualquiera. O tal vez solo necesito otro ambiente. Sea lo que sea, no puedo esperar a irme de aquí, y saber que cuando vuelva ninguno de estos dos cretinos estarán en mi vida.
Porque francamente, todos los seres humanos que conozco son, objetivamente; cretinos.
Si, si, cada uno a su paso y algunos más que otros, pero literalmente, podría hacer una lista de cada persona que ha pasado por mi vida y sustentar perfectamente el porque son unos cretinos.
Pero tengo tiempo limitado y esta actividad me tomaría meses. Y para que no piensen que soy muy injusta, me gustaría incluirme abiertamente en este grupo: yo, de vez en cuando, también actuo como una cretina.
Claro que, ya que veo que esta historia podría tornarse seria, voy a hacer el anterior ejercicio al revés y me limitaré a decirles sobre las 3 únicas personas en mi vida que no merecen cargar este título, y que todos deberían imitar.
1. Tom, mi hermano. Un poco torpe, pero ¿acaso no lo son todos los hermanos?
2. Molly, mi amiga del alma. Puedo pasar meses sin verla y es como si el tiempo no pasara.
