C A P Í T U L O 2

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Hoy en día todos necesitamos de un respiro, no importa qué sea la actividad realizada. Hasta Kai, el chico del duplex que se pasa todo su día lanzándole dardos hacia la fotografía de Soobin, que convive con un chico de cabello azul, el cual luego de descubrir su juego casi llama al centro de ayuda para las personas mal de la cabeza, mejor conocido como psiquiátrico.

Está de más decir que su amigo y salvador no lo ve de esa manera. Mientras que Yeonjun cada dia se va a la universidad, en el edificio el único que siempre permanece aparte de él es Soobin y la razón es simple; su estadía fue debido a un escándalo, no para que realice vida social o consiga una carrera que ya tiene, sólo esta ahí porque debe reflexionar sobre sus actos.

Pero nada es más fácil si la única persona con la que puedes ser tu mismo, te odia con todo su ser. Al inicio hacer amigos no es sencillo para nadie, pero lo complica todo aún más el que ese «alguien» del quien quieres ser su amigo tenga un pésimo concepto de ti, y más si lo conoció en primera persona.

Soobin no era de aquellos que las cosas lo dejan a medias, él quiere saber el porqué de toda la actitud cruel hacia él, ya que, después de ese día ocurrieron dos accidentes más en el trayecto de la quincena que ya lleva viviendo aquí. Por lo menos no fue algo que trajera un riesgo mayor, pues de palabras un poco hirientes y una actitud muy negativa no pasaron.

El cantante se encuentra caminando hasta la recepción para adquirir el par de bebidas rehidratantes y bastante barritas de cereal de la máquina que hay en el tercer piso. Cuando pasa por el departamento de Kai, de casualidad escucha la segunda canción del álbum más reciente a estrenar, desde el interior.

De manera inconsciente sonríe al comprobar que, según el, le gusta el nuevo disco, siguiendo el curso de su ruta. Por su parte, Kai toma su laptop y la pone encima de sus piernas, entra a uno de sus blogs que creó hace dos años, cuando a Soobin recién lo aceptaban como trainee en la empresa. Su página cuenta con diferentes secciones y una que otra noticia, muy similar a la que publicará ahora.

Él sabía desde ayer que máquina está operativa y cual no, estando inactiva la del tercer piso, es por ello que el cantante sí o sí tendría que bajar al primero. Nunca se le había ocurrido mejor idea que la de este momento, aún sabiendo a lo que Soobin se enfrentaría. Con su página abierta, se apresura un poco a escribir la dirección de su condominio y adjunta la foto del Idol, asegurando que por un problema personal se encuentra viviendo ahí, publicando la breve información al segundo.

Fingiendo que va a preguntarle a la señorita de recepción sobre los arreglos que le están haciendo al edificio, se dirige al primer piso y se queda charlando con ella para observar las acciones del mayor, quien lo saluda pero es ignorado de nuevo. En ese lapso de tiempo, un grupo de fans de unas treinta personas se aproxima a la entrada y empiezan a grita a viva voz el nombre de Soobin.

El artista se sorprendió mucho al ver a tantas personas en un lugar que creyó que no encontrarían por ningún medio. La encargada, luego de recibir una orden de Kai apenas vió la escena, se acerca al artista y le toca delicadamente el hombro para que sea atendida.

—Disculpe, señor —dice mirando a las fans —, pero esta prohibido recibir personas sin previo aviso.

—Oh, no lo sabía —se disculpa el menor —. Será mucho mejor que nos vayamos de aquí —le avisa a su séquito de seguidoras —. Otra vez, de verdad lo siento.

Kai observa desde la entrada a la empleada regresar a su posición, y a Soobin sentado en una banca del jardín firmándole autógrafos a los diferentes albumes que sus fans le van entregando, así como tomándose fotos con cada una de ellas, las mismas que le entregan un montón de regalos a su artista favorito.

Mi Vecino Es Un Anti-fan (SooKai/KaiSoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora