Mi Vecino Es Un Anti-fan (SooKai/KaiSoo)

C A P Í T U L O 11

Yeonjun pasará toda la noche en el duplex junto con su novio, ahora que los malentendidos fueron aclarados y ambos descubrieron estar enamorados del otro. Con todas sus opciones acabadas, Kai sale de su habitación tan sólo con su tarjeta de crédito, olvidando el celular en su cuarto. Con cuidado ingresa al ascensor, puesto que la hija de una vecina está lesionada, y espera a que baje.

Al poco rato sale del edificio, y, se dirige a "Holmes" el más popular, y el mejor, restaurante en toda la ciudad, un fast-food escondido en una calle doblando la esquina, (en una zona no comercial), estando a diez minutos de ahí.

Al poco instante, logra ingresar al fast-food, ubicándose en la fila, al frente de la lista de productos del lugar, escogiendo lo que pedirá, y esperando turno. Luego de que la señora delante de él se retira, con una sonrisa se acerca a la cajera.

—Buenas noches, bienvenido a «Holmes» —saluda la señorita—, ¿Qué desea ordenar hoy?

—Quiero una hamburgesa, unas papas y una bebida agrandada —le explica a la trabajadora—, por favor.

—Claro que sí —sonríe la chica—Son 10. 000 Wons.

—Cóbrate, por favor —le entrega su tarjeta.

—Ya está —le regresa la tarjeta y, su boleta—. Aquí esta el número de su mesa. No se preocupe, que una señorita le llevara su pedido en unos minutos.

Kai asiente y le sonríe, yendo a la mesa que indica el voucher, justo pegado a uno de los ventanales, y con la vista a la calle. La señorita viene con su bandeja y se la pone en la mesa, colocando salsas a un lado. El menor le agradece.

—¿Desea que lo ayude con algo más? —el menor niega— Muchas gracias por venir a «Holmes».

La señorita intenta pasar entre la multitud en el área de pago. Kai, de la forma mas lenta come sus papas, una de las mejores de la zona. De igual manera, de tanto en tanto le da mordidas a su hamburguesa y mira a la calle, pues no cuenta en este instante con su celular.

En ese momento, un Idol entra al lugar captando la atención de las personas, en especial, de todos sus fans, quienes lo acorralan casi de inmediato, pidiéndole autógrafos y fotos, tratando de complacer en poco tiempo a sus seguidores.

—Hola a todos, soy Soobin —dice a una de las cámaras de celular—. Les agradezco a todos por estar siempre conmigo, y, darme amor. Por favor, esperen mi comeback, prometo que no falta mucho.

Todos le gritan alegres, casi todos en el fast-food están ahí, siendo a su vez lo únicos faltantes, alguno que otro niño y sus padres, y, Kai, quien no oyó todo el bullicio por estar escuchando música, usando el MP4 de Yeonjun, el que guardó en su bolsillo el otro día, oyendo la voz del Idol al oído, cantando y tarareando la canción en su sitio, sin elevar mucho la voz.

Al término de la quinta canción y de su cena, un chico se detiene al lado de su mesa con su bandeja y una sonrisa, aguardando a que el menor le preste atención. Kai a la vez se retira los auriculares, mira a la persona a su frente, y respira hondo, sorprendido de que sea él quien esté en un lugar como este.

—¿Se te perdió algo? —menciona el menor— ¿Qué estás haciendo aquí justo ahora? Deseo cenar en paz, por favor.

—No hay más sitios libres —dice el mayor—. Necesito compartir la mesa contigo.

—Está ocupada ¿No ves? —indica el pelinegro— ¿Ya te vas?

—¿Por qué no puedes ser alguien más amable conmigo? —consulta el cantante.

—No hay motivos —contesta con la vista a la calle—. ¿Por qué yo lo sería?

—Me darás el lugar —comenta el artista, algo aburrido por el tema tan repetitivo.