C A P Í T U L O 9

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El peliazul se levanta de su cama con un fuerte dolor de cabeza, un lipstick corrido, asemejándose un poco al payaso, mareándose en el minuto que voltea para buscar su celular, sin encontrarlo. Tratando de no aumentar todo su malestar aun más, busca en sus bolsillos el teléfono, sin hallarlo, rebuscando en los cajones. Sin poder seguirlo buscando por el dolor, se sienta y espera a que todo pase, apegando la espalda contra la pared, con su vista en la puerta de su cuarto, al mismo tiempo, intentando hacer lo posible, por recordar lo que ha ocurrido anoche, obteniendo una que otra corta escena, tratando el primer instante en atar cabos.

Cuando está a punto de tomar los audífonos, para conectarlos en su Mp4 y escuchar música que sirva para relajarlo, tocan a la puerta y gritan su nombre. Detiene todo lo que estaba por hacer, y, camina a la puerta de su cuarto para abrir, viendo a Kai, con unas pastillas y, un vaso de agua, dejándolo pasar a su habitación.

—Pensé que no despertarías —le dice Kai, entregándole lo que está en las manos— ¿Otra ves faltarás a clases?

—Hyuka, lo siento, pero no estoy de humor como para tocar temas que no tiene importancia —adimte el peliazul, ingiriendo la medicina y dándole un trago a su agua—. Así que, por favor, no me hables del tema por el resto del día.

—Si es lo que quieres, no lo haré, lo prometo —levanta su derecha, y le enseña la palma—. ¿Podrías decirme por qué estás así?

—¿Me prestas tu teléfono? —pide de inmediato, al recordar otra de las escenas de anoche.

—¿Y el tuyo? —pregunta un poco confundido— ¿No me digas que de nuevo lo perdiste?

—No eres mi papá, ¿sabes? —con cuidado se acerca a Kai— ¿Me lo das? Por favor.

—Esta bien, aquí está.

El pelinegro retira su teléfono del bolsillo y se lo brinda a su amigo, quien lo toma con rapidez. Luego de desbloquearlo sólo deslizando su dedo por la pantalla, ya que su amigo no le pone una contraseña a su móvil, entrando a Instagram, y escribiendo su cuenta.

Espera unos segundos, y, observa su perfil. Presiona el buscador en el área de abajo, teclea una de las cuentas que recuerda, y la pagina le arroja resultados de inmediato a Yeonjun, eligiendo a su primera opción de la lista.

Al momento, se pone a buscar en las últimas publicaciones, viendo una que capta su atención, con el índice, entrando en ella. Mirando la imagen por un par de minutos, los recuerdos vuelven a su mente de golpe, hasta el último trozo de noche, todo. Invadiéndole un aire de culpa, arrepintiéndose de todo lo que dijo e hizo, claro, mientras estaba inconsciente.

Dejándose guiar por los impulsos de su cuerpo, molesto por todo lo que le hizo a Taehyun, palabras y gestos hirientes, lanza el teléfono contra la pared, rompiendo todas sus piezas en el acto. Llorando de inmediato, y, llevando sus manos a la cabeza, frustrado por toda su situación actual.

—¡¿Qué crees que haces?! —grita un molesto Kai— ¿Cómo mierda esperas que recupere mi lista de contactos? ¡Aprende autocontrol de una puta vez!

—¡Lo siento! ¿Ok? —le contesta a su amigo, un poco agotado por lo que está pasándole— Es sólo qué, justo ahora, todo está mal, no hay nada que pueda hacer, y todo eso me supera demasiado.

—¿Se trata del mocoso ese? —del modo más cuidadoso, se sienta al lado del peliazul.

—No, no es acerca de Soobin —le dice, abrumado, estresado de que Kai siga llamando de esa forma a su artista favorito—. ¡Deberías de dejar de decirle de esa manera! A mí me molesta que lo hagas. Y ya sé que no te agrada pero, si tú no tienes una razón, entonces para.

Mi Vecino Es Un Anti-fan (SooKai/KaiSoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora