Capítulo 27🧊

26 3 0
                                    

Narrador omnisciente:

Min Hee después de escuchar la explicación del mayor salió confundido del estudio. ¿Cómo era que su amiga iba a debutar en su misma compañía? Seguro estaba bromeando, pero debía asegurarse de ello porque podría ser que bien, otra chica se podría llamar igual que Ji Woo o que si fuera quien pensaba.

El joven tocó la puerta de la sala de ensayo de las próximas novatas y una de las chicas salió a responder su llamado.

-¿Usted que hace aquí? -preguntó Da Eun sorprendida.

Esperaba no sonrojarse, el chico era demasiado alto y guapo.

-¿Está Ji Woo? -preguntó el joven titubeante.

-¿Eh? -respondió enojada al escuchar el nombre de tal persona.- ¿Quieres hablar con ella? -después de demasiado pensar se le ocurrió un plan perfecto.

-De hecho. -respondió el chico mirando el techo moviéndose impaciente.

La chica entro de nuevo al salón de baile y le habló a Nam Hee.

-Oye Lee, te buscan afuera. -dijo con una sonrisa interior.

--¿Enserio? -paro de bailar de inmediato.

La contraria asintió.

-Ahora vuelvo. -aviso a las chicas y salió para encontrarse con el chico alto.

Nam Hee divisó al chico por si acaso lo conocía, pero... nada de nada. Y de pronto el foco se encendió, ¡Era Min Hee, el chico que acababa de debutar junto a Hyeong-jun! ¿Pero por qué un miembro de cravity la estaba buscando? Tenía muchas dudas.

-¿Me buscabas? -se acercó temerosa.

El chico la miró raro, ella no era su Ji Woo. Unos momentos después reaccionó sutilmente.

-Disculpame, pensé que serías otra persona. -el joven hizo una reverencia y se fue apenado a lo largo del pasillo.

Min Hee camino un poco aliviado al darse cuenta que la otra vez sólo estaba alucinando como le dijo Jung Mo. Ji Woo nunca se metería a esto del espectáculo y menos a su empresa.

Nam Hee entró un tanto pensativa, que raro era ese chico. Se paró a un lado de Da Eun y la observó extrañada.

-¿Qué te dijo exactamente el chico alto? -cuestionó la menor por meses.

-Me preguntó si estaba Nam Hee. -dijo sin cuidado haciendo sus estiramientos.

Nam Hee la miró incrédula y se fue con Jin Ah a repasar la coreografía.

Da Eun no esperaba que el chico viniera a preguntar por su compañera de grupo. Ésta era una razón más para aborrecer a la menor. La chica un poco celosa le negó por así decirlo la presencia de Ji Woo sin culpabilidad y entró disimulando su decepción al salón al hablarle a otra miembro, sin decir que también engañó a Nam Hee y a Min Hee en su ataque de envidia.

Da Eun se paro enfrente de la menor y la analizó de pies a cabeza mientras la otra ensayaba junto a Seo Woo quien perfeccionaba los pasos de la contraria.

-¿Pasa algo? -se acercó Ji Woo unas horas después.

-No, ¿por qué? -dijo sin interés mirando sus uñas.

-Okay. -dijo no tan convencida Ji Woo saliendo del salón.

Narrador protagonista:

-¿Hoy no vienes por acá? -me pregunta Ji Hyun al ver que giro hacia el otro lado.

-No, me dijo un amigo que en la noche fuera para practicar mis líneas. -sonrío señalando el camino.

-¡Woah que genial! -se despide por última vez y se va.

Al llegar al lugar busco a Ji Sung pero no lo encuentro.

-¿Dónde estás? -le pregunto por el teléfono.

-Aquí enfrente de ti. -responde con obviedad.

Levanto la mirada, y lo veo con una máscara y una gorra. Camino hacia él y lo miro por debajo de la gorra agachándome.

–¿Qué haces? –pregunta indiferente viéndome un poco inusual.

–Estoy viendo que de verdad seas tú. –le contestó seriamente.

Me atrevo a llevar mi mano a su gorra y levantarla un poco.

–Ya déjate de payasadas. –retira mi mano de su espacio personal.

Sonrío y espero a que haga algo. Para mi suerte comienza a caminar sin avisarme siquiera. Me encojo de hombros y sin más lo sigo.

–Siéntate. –señala la banca con los ojos.

–Que personalidad, cuando te veo en la tele actúas diferente... –tomo asiento.

–Contigo es una de dos, los dos somos una causa sin remedio o me pongo el papel del serio para tener un poco equilibro. –se ajusta la gorra.– A ver, enséñame lo que llevas. –me apura.

–Con calma, patrón. –digo en español con ironía.

–¿¡Qué me dijiste!? –reacciona a la defensiva.

Me río y abro la laptop en mis piernas.

–¿¡Me estabas insultando cierto!? –me reclama indignado.

–Vamos con el rap. –trato de cambiarle el tema.

Asiente varias veces y toma la laptop muy tranquilo que hasta me resulta sospechoso. Se hace un silencio un poco alertante para mi.

–¿¡Por qué me insultas!? –se abalanza sobre mí.

Sin saber cómo reaccionar a esta nueva faceta de Ji Sung decido forcejear mientras que el susodicho me recrimina el haberle dicho lo que le dije hace rato aunque no entendió nada de nada.

–¿¡Qué dijiste!? ¡Dime! –me dice entre este lío que estamos creando.

Me comienzo a reír al sentir cosquillas. Los dos reímos mientras que hacemos el ridículo, por suerte no hay nadie apreciando esto. Todo se convierte en un juego de tortura para mi.

–¡Ya parale! –le suplico haciéndome bolita en la banca de madera.

Me mira divertido y deja de hacerlo inmediatamente. Suelto un pesado suspiro de cansancio y levanto la mirada para encontrarme con la suya.

–¿Ya? –pregunta sin ninguna expresión.

Al cabo de segundos reaparece su sonrisa y volvemos a lo mismo. ¡Ay dios me voy a hacer del baño por tanto reírme! ¡Estoy llorando y no veo nada!

–Te dijo que la dejarás. –interrumpe una voz ronca.

Ji Sung se detiene y se aleja de mí lo suficiente como para sentarme. Abro los ojos aún llorosos y veo a Min Hee con una mascarilla parado frente a nosotros. Lo miró desconcertada desde la misma posición.

–¿No piensas pararte? –me dice irritante.

Sigo mirándolo inaudita, ¿qué hace aquí? Sin mi autorización me toma del brazo y me lleva consigo. Veo a Ji Sung cada vez más lejos con mi laptop abandonada a un lado suyo. Ji Sung no nos mira sólo mira al suelo abrazándose la nuca con sus manos.

–¡Ni siquiera me dejaste tomar mi laptop! –me quejo entrando al departamento.

–¿Qué hacías con él? ¿¡No sabes qué este es el momento de enfocarte en tus estudios y no otra cosa!? –tira su mochila en algún lado de la sala.

–¿Y tú que traes? –digo aún sin entender su comportamiento.

–¡Nada! ¡No traigo nada! –se va y se pierde en su habitación.

Lo sigo con la mirada y doy un brinco al escuchar el tremendo portazo.

–¿Estará en sus días? –me preguntó a mí misma restándole importancia rascandome la nuca.

–¡Te escuché! –grita en respuesta.

Vaya que sus oídos son buenos.

"𝙄𝙨𝙝𝙪𝙖𝙮𝙤𝙝𝙪𝙞" ᵏᵐʰ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora