Capítulo 34🌽

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Narrador omnisciente:

Sale corriendo de la compañía sin la autorización de nadie, con el corazón apunto de salirse por su boca. Corre como nunca, Mi So vino de visita a Corea. Un auto le dio un golpe al cruzar la calle a Jeong-Ho al intentar saludarla con su gran emoción que lo caracteriza. Y está en urgencias.

Se atraviesa los altos, sin tener en cuenta que puede causar un grave accidente. Quiere ver a Mi So, quiere ver si Jeong-Ho está bien, quiere ver que rayos es lo que está sucediendo y quiere pellizcar a alguien porque no entiende nada.

Llega jadeando al hospital mientras que recorre toda la sala de espera. Por otro lado, Min Hee se encuentra discutiendo con una enfermera para que le de noticias sobre Jeong-Ho. Mi So y Sonia están en revisión aunque no recibieron ningún golpe, aún así deben hacerse el chequeo.

–El paciente presenta unas cuantas fracturas y algunos rasguños, nada grave. –le contesta fastidiada al chico.

Min Hee toma a Ji Woo para obligarla a sentarse. La abriga con su saco; sólo llevaba puesta una playera de micky mouse ya que el plan era ensayar junto a sus compañeras.

Tomando su mano mientras la acaricia con su pulgar para tranquilizarla.

–No tiene nada, unas fracturas. Se recuperará rápido. –recuesta la cabeza de la joven sobre su hombro tratando de brindarle más tranquilidad.

Espera de forma impaciente jugando con los dedos de Min Hee, esos flacos y larguiruchos dedos que tiene. Los sube los baja, los dobla, los truena, los jala de forma suave y los cuenta como si no supiera que tiene cinco. El chico le pasa la otra mano como si supiera que Ji Woo necesita más manos para abastecer su inquietud.

–Ji Woo. –le habla Mi So saliendo del consultorio.– Ve a a casa, yo espero a que den de alta a Jeong-Ho. –se encamina a ella.

–¿Por qué me hablas en coreano? –le cuestiona la menor.– Hablemos en español, es más fácil.

–Okay, está bien. –se sienta del lado de Min Hee.– Váyanse a la agencia o donde estaban porque no creas que se que te quitaron el celular. –mira a la chica severa.

–¿Jeong-Ho está bien? –insiste por última vez.

Mi So asiente.

–Vámonos, Min Hee. –se levanta evitando el regaño de su hermana.

–Pero sí hace un momento estabas... –recapitula cómo estaba la femenina.

–Que nos vayamos. –dice con ojos amenazantes.

Se lleva de la mano a el chico afuera del establecimiento.

El masculino se deja llevar con tan sólo sentir el contacto de la chica. Lleva una sonrisa invisible, por fuera se ve tímido y con un leve sonrojo que puede excusarse con el frío que caracteriza la ciudad. Por un momento se olvida de la situación que está pasando su amigo y se permite fantasear como sería si la menor correspondiera sus sentimientos en medio del trayecto.

–Ten, te lo dejo. –dice Ji Woo dándole a Se Rim la mano de Min Hee.

El chico se le queda mirando sorprendido con la mano de Min Hee sobre la suya y la ve irse con sus compañeras de grupo.

–Sueltame, ya no quiero. –quita la mano el menor y se va a donde sea que vaya.

La menor entra despacio y se escabulle hasta el pequeño rincón de la sala de ensayo. Observa cómo ensayan las demás y espera a que salgan del salón para poder tirarse en el suelo y descansar un poco, pensar en que no podrá ver a Mi So durante su estancia y ni siquiera podrá llamarle para saber cómo avanza la recuperación de Jeong-Ho.

En la noche, unas horas más tarde, Min Hee se adentro dónde estaba ella ya que no la había visto salir con las demás chicas. La encontró durmiendo plácidamente en el suelo. El chico la miraba con ternura mientras cerraba la puerta con cuidado detrás de si para no despertarla. Se sentó a un lado para acostarse y con extrema cautela colocó la cabeza de la menor sobre su abdomen.

–Eres tan linda y tan distraída. –jugaba con su pelo viendo su perfil.

Le resultaba demasiado frustrante que la femenina no se diera cuenta de sus sentimientos aunque los demostrara a flor de piel, no sabía cómo era que ella no lo notaba. Pero lo que más le golpeaba, era como se comportaba con Se Rim o con Ji Sung y como ellos eran con ella.

–No se cuánto más tengo que esperar. –acariciaba su cuero cabelludo, haciendo más relajante el descanso de la menor.

Ella era tan linda, cada parte de ella era hermosa. Sus ojos cafés con unos detalles dorados, sus pestañas largas y abundantes, sus cejas despeinadas, su nariz respingada y sus labios rosados eran una pequeña parte de la atracción que experimentaba.

Al principio le llamó la atención como los trató, como unos viles desconocidos que habían irrumpido en su hogar. Y aún se le hacía extraño que Mi So no les haya contado de su existencia ya que yacían más de un año en esa casa, y no debería decir esto pero, la habitación de Ji Woo la uso por más de un año Il-Seong; que suerte que no le tocó a él, si no que hubiera sido de su sana estancia en ese lugar. De vez en cuando Ji Woo daba miedo.

–Te amo. –dijo antes de dar su última ojeada y caer dormido.

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Jooheon se asomó a la sala y prendió la luz. Por suerte ésta no se encontraba cerrada como las demás. Le era urgente practicar la coreografía e inicialmente en las partes en que él era el centro. Extendió su mano sobre la pequeña caja negra para dejar su mochila y así ponerse a ensayar.

–¿¡Y ustedes dos que hacen aquí!? –dio un brinco asustado cuando vio que los dos chicos yacían ahí acostados.

El menor abrió un ojo aún batallando con la luz que le incandilaba. Aún sin comprender le tapó los ojos a la menor para que los rayos del foco no la despertaran. Se apoyo en una mano para sentarse y asimilar que pasaba.

–¿Qué pasa? –preguntó desconcertado el menor.

–¿Qué hacen ustedes dos... aquí? –dijo sin poder entender.

El chico miro a la chica y a él, luego a sus lados y luego a Joo Heon.

–¿Todavía no siguen con la idea de que no se pueden ver? –se acercó unos pasos a ellos.

Min Hee se rió por lo bajo con ironía y amargura. El mayor se mostró confuso, no comprendía de que se reía de forma tan fribola el menor.

–¿Qué pasa? –se quedó estático sin saber qué movimiento hacer.

El joven masculino lo miró a los ojos sin una pizca de dulzura o inocencia la cual siempre desprendía y hacía que la gente lo adorara al primer instante.

–Como tutor puse a mis padres. –le enseñó una media sonrisa, sin vida, sin ningún encanto.



























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Llegamos a 700 uwu
Gracias por leer, espero que si les esté gustando🥺💖

"𝙄𝙨𝙝𝙪𝙖𝙮𝙤𝙝𝙪𝙞" ᵏᵐʰ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora