Un suspiro salía de sus labios y su mirada rojiza miraba distraído por el ventanal de su local. Tanjiro andaba un poco preocupado y con la mente por las nubes, aspecto que sus clientas habituales se dieron cuenta al instante.
— Tanjiro, ¡Tanjiro-san!—. Con aquella levantada sutil de voz, el joven panadero regresó a la realidad y miró avergonzado a la sonrisa cómplice de las dulces ancianitas.
De manera inmediata se disculpó con sus clientas y claro, les entregó a cada uno su pedido correspondiente junto a su cambio respectivo. Entre idas y venidas desde el aparador y las cabetas de pan, una de ellas le comento.
— ¿En que andas tan perdido, Tanjiro?—. Empezó una de ellas.
— ¿Hay algo que te preocupa muchacho?—. Otra de ellas le secundó y mostrándose un poco más preocupada por el joven panadero. Sin embargo, Tanjiro solo negó y con una sonrisa un poco incómoda ocultó sus intenciones bajo un "No se preocupe".
— Ya veo, entonces se trata de una chica—. La sonrisa incómoda se plasmó y el silencio formado en el local lo confirmó. — ¡Oh! Si es de una chica—. Las otras dos comensales abrieron sus ojos impresionados y de manera rápida ya tenían las sospechas voraces hacia el joven, muy joven panadero.
— No... bueno sí, pero no—. Tanjiro se encontraba un poco nervioso y es que si se trataba de eso. ¿Acaso era muy fácil de leer?
— Entonces, tienes novia—. El rostro del muchacho se sonrojó ligeramente.
— Inazi-chan, que atrevida—. Se burló la más alta del grupo de ancianitas—. Pero si es así, ¿Cuándo será la boda?— Añadió pícara, las risas de sus amigas la secundaban y pues Tanjiro regresó a la normalidad.
Contestó con naturalidad y hasta con esa pizca de seriedad inocente que siempre emite.
— No, ella no es mi novia, ni siquiera sé su nombre—. Respondió, para ese entonces, la risas ya habían parado y la atención estaba sobre él. — Hace unos días, una chica pasó corriendo por la mañana y chocó contra mi puerta. Pero antes de poder ayudarla, ella salió corriendo.
— Madre mía, que vergüenza—. Confesó una de ellas.
— En fin, y hace poco la volví a ver, y la saludé. Quise saber si su frente estaba bien, pero nuevamente salió corriendo—. Momentáneamente, el rostro de Tanjiro se mostraba un poco triste, entonces, la más bajita del grupo de ancianas tomó la palabra.
— ¿De casualidad no mencionaste su "accidente" al saludarla? ¿No?—.
— Fue lo primero que dije— Confesó inocentemente y aquellas tres ancianitas solo suspiraron con rechazo— ¿Estuvo mal?—. Inquirió.
Ambas solo asintieron pero no quisieron agregar más cosas, conocían a los chicos como Tanjiro, sus nietos torpes y las grandes vivencias acumuladas por su edad les aconsejó que iban a confundirlo y podía empeorarlo todo.
Como si las tres estuvieran conectadas telepáticamente, la situación les dijo que era el momento de escapar y dejarle con la duda, él también debe aprender por su cuenta.
— ¡Vaya! Inazi, Saeko ya casi es hora de la novela—. Agregó la más cercana a la puerta, sujetó la bolsa de papel con aquel cálido pan y con la otra empujó la puerta.
— ¡Tienes razón! Es hora de marcharnos—. Y ellas continuaron con su calmado paso hacia la salida.
— Adiós Tanjiro, cuídate mucho—. Agregó dulcemente la anciana Saeko cuando esta cerró la puerta.
Por un momento, la tienda del local regresó al silencio, pero ahora se sentía mucho más cómodo y cálido, bueno además por el horno que aún estaba cocinando los baguettes franceses. El poder hablar del tema hizo que Tanjiro se sintiera mejor y su usual buen humor regresó.
Sin embargo, antes de volver a trabajar, miró que en el suelo de madera había un pañuelo caído, tal vez era de sus anteriores clientas y con rapidez caminó hacia la puerta de su local y la abrió un poco descuidado.
Y como se esperaba, alguien se golpeo y no era nada más que...
— ¡Ah! ¡Mil disculpas! ¡Perdóname!—. Tanjiro se giró para hablar con la chica que días atrás había escapado con él —¿Estás bien? ¿Te golpeaste en la cabeza? ¿Debería llamar a una ambulancia?—. Entró un poco en crisis mientras se agachaba para ayudar a levantarse a la pequeña chica.
Iba a continuar hablando, pero cuando la chica subió su mirada, sencillamente él se quedó callado.
— ¡No te preocupes yo fui la torpe! ¡Adiós!—. La muchacha solo hablo atropelladamente mientras huía como ya era de costumbre.
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Hola nuevamente, lamento mucho la inactividad de esta historia. Como saben, cada persona tiene una vida fuera de wattpad y pues en estos últimos meses no he tenido tiempo e inspiración como para actualizar esta linda historia corta.
En fin, me alegra muchísimo regresar y aprovechar la poca creatividad que tengo (ahre). Qué más le puedo agregar a este párrafo... ¡Oh! Les presento a las nuevas OC que acompañarán a esta historia como personajes secundarios no tan secundarios, y estas son el grupo de ancianitas.
No sé en que momento meter un poco de información acera de ellas, tal vez me pensaré un capítulo especial en el futuro, primero quiero que las conozcan bien.
La más alta es Saeko, la de estatura intermedia entre ellas es Inazi y finalmente, la más bajita es Chiho (No tengo creatividad para los nombres, sorry).
Si desean saber más sobre ellas, puedes comentarlo o si tienes otras dudas acerca de otros personajes, por ejemplo... El ex de Aiko. Digo
En fin, no tengo nada más que agregar a este capitulo, por lo cual me despido.
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Demasiado Dulce ♡ [Kamado Tanjiro x Oc]
Roman d'amour¿Cómo puedes ser tan dulce? Estar cerca tuyo me causará una diabetes severa... Pero, no me arrepentiría en ningún momento, no si me brindas una oportunidad de caminar a tu lado, Tanjiro. Publicado: 10-02-2020 ↠Contenidos↞ 🤍 Primero, los personajes...