-Introducción

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Nunca esta de más aclarar que estos maravillosos personajes y este increíble mundo pertenecen a J.K Rowling.
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La guerra había acabado, la paz había venido para quedarse durante un largo tiempo, o al menos de eso se intentaba convencer el trío de oro.

Los Weasley aún no superaban la pérdida de Percy, sin embargo Molly a pesar de su dolor intentaba mantener la alegría dentro de la casa, no quería que la luz de sus hijos se apagara.

Y Harry y Hermione eran otra cosa, el azabache se había aferrado a la castaña como si su vida dependiera de ello, pues ambos habían quedado solos, ya que los padres de la chica parecían haber desaparecido de la faz de la tierra y por más que intentara encontrarlos resultaba imposible, las peores ideas comenzaban a asomarse en su cabeza.

Ginny y Harry continuaban juntos, pero Hermione y Ron no corrieron la misma suerte, el inexistente reencuentro con sus padres la habían alejado del pelirrojo, el cual con el corazón roto por ver a su amada refugiándose en su mejor amigo decidió volver con Lavender Brown.

A pesar de todos sus complicaciones podían llevar una vida tranquila, suerte que las serpientes no tenían.

Para ellos las cosas habían sido distintas, aunque, podrían haber sido peores sin la presencia de Harry, Hermione y otros miembros de la orden en sus juicios. Ronald se había negado a asistir, no quería darle su ayuda a unos "mortífagos".

Por la presencia de la orden del Fénix muchas de las familias quedaron libres de Azkaban, ya que lograron demostrar su ayuda al final de la guerra, tales como Narcissa al mentirle al mismo Lord Vorldermot o del señor Párkinson el cual salvó a Fred de ser asesinado por un mortífago.

Aunque no todos corrieron la misma suerte, el padre de Goyle y el de las hermanas Greengrass fueron condenados a ir a Azkaban, por los delitos cometidos.

Sin embargo, lo que más sorprendió a las jóvenes serpientes fue que al momento de juzgar al más joven de los Malfoy la heroína de guerra Hermione Granger salto como resorte de su asiento para defenderlo.

Acción que provocó que unos ojos plata estuvieran clavados en su nuca por el resto del juicio.

Aunque estos no eran los únicos ojos posados sobre la castaña, los ojos de la matriarca de otra familia sangre pura no apartaba sus ojos de ella, hasta podrían jurar que se le había escapó una lágrima.

Cuestión de Sangre (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora