Cuestión de Sangre (Dramione)

2-"Vas a quedarte ahí parada?"

El grupo de serpientes ya se encontraba dentro del tren sentados en un compartimiento cada uno sumido en su propio mundo, menos Blaise que se dedicaba a mirar por la ventana como todos querían saludar al magnífico trío de oro , los salvadores del mundo mágico.

-Al parecer la sangre sucia vendrá sola este año.-dijo observando cómo Hermione se despedía de sus dos amigos a lo que Draco levantó la cara de su libro al escuchar esto- el cuatro ojos y la comadreja la abandonan.

-Al menos no tendremos que ver sus estupidas caras todo el maldito año.-Daphne rio ante el comentario de su hermana y Pansy siguió limándose las uñas desinteresada a su lado.

-Ya callate Greengrass.-la voz de Theo sorprendió a todos.

-¿Cuál es tu maldito problema Nott?-la chica lo desafió con la mirada.

-La guerra ya terminó, deberíamos dejar los estúpidos prejuicios atrás y vivir de una maldita vez.

-Por culpa de ellos nuestro padre está en Azkaban.-la menor de las Greegrass ya se había parado de su asiento y se acercaba a su amigo.

-Tu padre está en Azkaban porque sus estúpidas decisiones lo llevaron ahí.-la voz de Pansy a su espalda la hicieron detenerse y darse vuelta lentamente.- Ahora ya cállense.

-¿Qué dijiste de mi padre zorra?

-¡Lávate la maldita boca antes de volver a decirme de esa forma!-la pelinegra sacó su varita y apuntó a Astoria.

-Detente.-la varita de Daphne estaba en la nuca de Pansy.-Y tu borra la sonrisa de tu rostro Astoria.

Al lado de un emocionado y sonriente Blaise por la pelea un rubio suspiró y salió del compartimiento sin molestarse en cerrar la puerta.

-¿Y a este que le pasa ahora?-escuchó que decía Pansy antes de perderse en el pasillo.

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En el otro extremo del tren Hermione Granger no se había dado cuenta que tan perdida estaba hasta que quiso dirigirse a sus dos amigos y no estaban con ella, solo Neville, Luna y Ginny, los cuales conversaban muy animadamente sobre las vacaciones.

Se disculpó y decidió ir tomar "aire" ignorando a su amiga pelirroja que se ofrecía a acompañarla.

Los últimos meses no habían sido fáciles sin sus padres, ya que cada vez se hacía más imposible encontrarlos, aunque Harry y Ron le habían prometido que ahora que eran parte de los aurores moverían cielo y tierra para encontrarlos.

Harry y Ron, era tan extraño venir otro año a Hogwarts sin ellos, no ver a Ron comiendo o a Harry sangrando constantemente, no viviendo otra de sus "aventuras". Respetaba su opinión de volverse aurores y evitar el colegio, no le traía buenos recuerdos a nadie.  

Decidió ir al fondo del tren y meterse en algún compartimento vacío. Cuando llegó abrió el primero que se presentó a su derecha, nunca nadie venía a estos extremos del tren, pero para su sorpresa se encontraba un chico ahí, concentrado en un libro desgastado que estaba leyendo, su cabello rubio caía por los ojos y pudo notar ojeras de días sin dormir, pero, como siempre, su traje se encontraba impecable y el parecía estar tan en paz a pesar de todos los demonios que habitaban su cabeza. En aquel momento, en un compartimento de tren casi vacío, Hermione Granger pensó por una vez en su vida cuan difícil debía ser la vida de Draco Malfoy, el chico que no tuvo opción alguna.

-¿Vas a quedar ahí parada mirándome Granger o vas a pasar?-su voz la sorprendió tanto que pegó un pequeño salto el cual logró que el chico levantara la vista de su libro para mirarla divertido.

-No era mi intención molestarte, Malfoy.

-No eres molestia, Granger.-volvió su vista al libro.-de todas formas, ¿que haces sin tus amigos la comadreja y el cara rajada?

-No decidieron venir este año.-seguía parada en la puerta, mediando si debía volver con sus amigos o sentarse frente a uno de sus enemigos.

-No soy tu enemigo.-la chica se sorprendió ante el comentario del chico.-deberías mantener tu mente cerrada.

-Creo que debería irme.-se dio la vuelta pero una idea vino a su cabeza.-Y Malfoy, si necesitas alguien con quien hablar acá estoy, de verdad.

En sus nervios por escapar el lugar se tropezó y se levantó rápidamente.

-No cambias Granger.-el chico se quedó viendo con una sonrisa en el rostro el lugar por el que partió la chica.