Cuestión de Sangre (Dramione)

9-"¿Celosa, Parkinson?"

Buenas, buenas! Capítulo largo para las que me extrañaron. Esto se está empezando a poner buenoooooo

Era temprano, incluso para Hermione, cuando Pansy cruzó la puerta de su habitación gritando para que se levantara.

Faltaban unos pocos días para el baile de Navidad y ese mismo día llegaban invitados a la Mansión Parkinson. Su hermana le había contado que era una tradición, todos los años las hermanas Greengrass, Astoria y Daphne, Theodore Nott, Blaise Zabini, Gregory Goyle y el mismísimo Draco Malfoy iban a quedarse allí a esperar la llegada de la Navidad.

Esta situación tenía muy nerviosa a la castaña, le resultaba incómodo la presencia de estos chicos, aún no lograba acostumbrarse a su nueva realidad. Por lo menos tendría a Harry para resguardarse.

Pansy le había avisado la noche anterior que se levantarían temprano para ir a comprar algunas cosas pero jamás se imaginó que tan temprano. Estaba parada frente a su cama cruzada de brazos, su lacio cabello negro caía hasta debajo de su cintura, sus ojos verdes la miraban con enojo y llevaba un vestido negro impecable. ¿Acaso esa chica lucia mal en algún momento?

-¡Vamos Hermione! Levántate.-su hermana sacó las mantas que la tapaban y se metió dentro del vestidor, probablemente buscando algo para que utilice Hermione.

La chica de ojos marrones suspiró y se tapó la cara con su almohada. Había aprendido 3 cosas sobre Pansy el tiempo que había convivido con ella:

1-Era demasiado intensa y siempre tenía energía, llegaba a resultar insoportable.

2-Cuando quería podía ser muy graciosa y siempre sabía cómo sacarte una sonrisa.

3-Resultaba increíblemente muy fácil de querer.

-Cuando dijiste temprano no imaginé que sería TAN temprano.-remarcó la palabra tan y se levantó de su cama para entrar a su baño y comenzar a prepararse.

-Que haragana has resultado hermanita. -su risa hizo eco en la habitación.- ¡el día esta en pañales!

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Media hora más tarde, porque Pansy a duras penas la había dejado desayunar, se encontraban paradas frente a una tienda de ropa, la cual recién se encontraba abriendo.

Una señora de nariz puntiaguda y más maquillaje de lo que un rostro podría aguantar se acercó a ellas y saludó a Pansy con dos besos, luego se quedó mirando a Hermione con cara de sorprendida.

-Señorita Hermione Granger, que extraño verla aquí y con esta compañía.-la mujer tenía cara de asco al verla, alguna purista con aires de grandeza seguro.

-Es Hermione Parkinson, mi hermana.-Pansy pasó su brazo por el de ella y le sonrió a la mujer, a la cual no le quedó otra que disimular su disgusto.

-¡Que agradable sorpresa!

-Le pido encarecidamente Madam Beaufort que esta noticia quede entre nosotras, sólo nuestros allegados más cercanos lo saben y por el momento desearíamos que se quede de esta forma.-Pansy no despegó sus ojos verdes de los negros de la mujer, brindándole una sonrisa falsa, Hermione la había visto sonreírle así a su padre cuando a pesar de no estar de acuerdo con él deseaba terminar la discusión (algo raro en Pansy).

A atravesar la puerta luego de la extravagante mujer Hermione descubrió donde su hermana solía comprar su ropa. El lugar estaba repleto de piezas de ropa elegantes y de colores oscuros. Se encontraba vacío, solo Madam Beaufort y una mujer que parecía ser su asistente se encontraban ahí además de ella y Pansy. En ese momento comprendió su insistencia por ir tan temprano, sabría que no habría nadie en el lugar que pudiera molestarlas.