Capítulo 2 ✏️

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#2.

—Aquí no dejan entrar a nadie más que alumnos y familiares cercanos... —murmuró desanimado.

—¿Qué? —cuestionó Ai confundida.

—¿Podemos estar aquí unos días más?

—Kudo-kun... Se supone que nosotros dos nos vamos a ir a estudiar a América. No podemos atrasarlo mucho. —contestó con cierta tristeza. —Estoy segura que a un exalumno lo dejarán pasar...

—Supongo que sí. —respondió desanimado. —Pero no podré verla tan de cerca... —susurró.

—¿Qué dices?

—Nada. Olvídalo.

Y para ese entonces, Shinichi se había encargado de resaltar más que siempre como el mejor alumno de la clase.

—Escuche que te cambiarán a otro instituto. ¿A dónde vas a ir, chico? —charlaba con él, después de clase.

—America. —confesó melancólico.

—Seguro extrañarás a tus amigos. ¿No? Pero tendrás otras oportunidades y conocerás más gente, tu inglés es perfecto.

—Sí... —respondió en un agotado suspiro.

—¿Qué pasa?

—¿Cuándo Kobayashi-sensei regresé, a dónde irá usted?

—Oh... —se quedó pensativa.

—¿No será que usted se va a casar? —preguntó imaginando cosas terribles.

—¡No!¡Yo no...! ¡Ahora no!

—¿Entonces no le gusta alguien? ¿Un novio? —preguntó atrevido, preocupado. Dicho comportamiento extraño a la profesora.

—Uh... —sonrió nerviosa. —Hay alguien...

—¿De verdad?¿Quién?¿Quién es él? —preguntó eufórico.

—Ah... Suena tonto ¿Sabes? Él y yo no nos conocemos y tampoco tenemos la misma edad.

—Ya veo. —contestó desanimado.

—Bueno, él debe tener novia ya. Es muy famoso.

—¿Y cuál es su nombre?

—Eh... Él se llama...

El chico esperaba, triste, pero quería saber.

—Es el famoso detective Kudo Shinichi. Es tonto ¿No?

Shinichi casi se desmaya, primero se ruborizó en extremo, después sonrió como idiota.

—¡¿De verdad le gusta él?!

—Ah sí. —contestó indiferente pero felíz. —Es lindo e inteligente. —sonrió para él.

—¡Es que yo...! —exclamó, parando de pronto. —Yo...

—¿Eh?

—¡Yo lo conozco! ¡Puedo hacer que se conozcan!

—¿De verdad? —dijo emocionada, pero nunca se le fue la idea de que fuera una fantasía o mentira típica de niños. —¡Dime! ¿Cómo es él en persona?

Y a él le brillaron los ojos, habló por largos minutos maravillas de sí mismo.

Después de la charla, salió corriendo lleno de felicidad en dirección a la agencia que pronto dejaría de ser su hogar.

Ignoró los regaños de Kogoro para pensar en su emocionante plan. Tomaría la pastilla muy pronto.

Al otro día, entre sollozos todos se despidieron de él.

Adiós Ran. Adiós Kogoro. Adiós Ayumi, Genta, Mitsuhiko. Adiós escuela elemental. Adiós inventos. Adiós organización. Y adiós Conan.

Con tristeza amarga, le dió un abrazo a todos. Se supone que tomaría un vuelo junto a Ai a América, aunque en verdad fuera mentira. Aún nadie sabía su verdadera identidad.

—Hasta nunca, Edogawa-kun. Gracias por todo. —se despidió Haibara.

Estaba emocionado, otra vez su vida normal, sus amigos, e iría por ella, la segunda chica que le gustó tanto en toda su vida.

"... Porque cuando cierro los ojos te veo solo a tí. "

¡𝙌𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙖 𝙋𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙤𝙧𝙖!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora