3° Capítulo.
Emma la recogió en su casa a eso como de las 8:30 p.m.
Las dos estaban súper bellísimas. Emma, con su cabello pelirrojo, se había hecho un recogido hacia atrás con un vestido crema con perlas.
A Gwen sus ojos azules le resplandecían más que nunca, y su cabello tan largo y negro le encajaba perfectamente.
Cuando llegaron a la fiesta, ya estaba casi llena la casa.
Gwendolyn vio una mesa de tragos y se propuso estar lo más alejada posible de ahí.
Se dirigieron a uno de los sillones desocupados y vieron a Kenneth.
—¿Qué va chicas?—Saludó cortésmente él—Están... Hermosas...—Balbuceó.
—Gracias—Comentaron las dos.
De pronto Gwendolyn vio dos sombras en uno de los corredores, trató de indentificarlos: Eran Stephanie y Daniel. Estaban besándose a media oscuridad en un pasillo desalojado.
Quitó la mirada y siguió viendo a Kenneth.
Un chico de ojos verdes se aproximó a ellos y le sonrió a Gwendolyn delicadamente.
—¿Qué va Kenneth?—Preguntó saludando.
—¡Hey, amigo!—Dijo estrechándole la mano y abrazándole. Luego se dirigió a ellas—Gwendolyn, Emma, él es Dylan, del equipo de fútbol.
El tal Dylan estrechó sus manos y la besó.
En toda la noche no paró de mirar a Gwendolyn. Y Gwendolyn no dejaba de mirarlo a él. Era como una guerra, en la que trataban de ver quien ganaba, sonriendose simultáneamente.
Dylan se sentó cerca de ella.
—¿Así que Gwendolyn, no?
Ella sonrió:—¿Así que Dylan, no?
Él guiñó el ojo y se acercó más a ella.
—Eres hermosa—Colocó con su mano un mechón de su cabello detrás de la oreja de Wendy.
—Gracias.
—¿Quieres ir a otra parte?
—... Está bien...—Contestó no muy segura.
Ambos se pararon del sofá, dejando a Emma y Kenneth atrás. Se fueron a uno de los balcones y ella quedó mirando hacia abajo, donde estaban los demás en la fiesta.
—Es muy linda la vista, ¿no?
—Si—Contestó. Su corazón estaba latiendo a mil. No entendía qué significaba eso, jamás lo había experimentado.
—En realidad me llamo Thimothy Dylan, pero no me gusta Thimothy.
Se quedaron mirando fijamente a los ojos.
—Me llamo Gwendolyn—Rio— Y no creo que en realidad quieras estar en privado conmigo.
—¿Por qué no?, eres hermosa, ¿sabías?
Ella rio:—¿Conoces a Daniel, Timmy, Catherine, Joane, Brannagh y toda su demás pandilla?
—Si, son amigos míos.
Ella rio aún más:—Entonces no creo conveniente que te vean hablando conmigo, ni con mis amigos.
—¿Por qué lo dices?—Preguntó bien confundido.
—Ellos me hacen la vida imposible, y por alguna razón, me odian.
—No me importan sus opiniones.
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La Creadora de Demonios
Romance“Y que Dios nos ampare con su bendición. Porque mi corazón quiere estar contigo, pero mis demonios no me dejan. Y no los llamé a que se apoderaran de mi cuerpo, pero ya lo hicieron. Con cada paso que de, créeme que daré todo para que me destruyan a...