El Destino

Capítulo 7

Zoey:

Luego de esa conversación con mi mamá quedé bastante pensativa, tanto que cuando terminé de comer lo primero que hice fue escribirle a Carlos para saber donde y la hora de nuestro encuentro. El me dijo que le dé mi dirección para buscarme y le di la de la residencia.

Luego de desayunar con mi familia, me fui a arreglar y me vestí un poco casual pero con mi propio estilo. Justo cuando terminé de maquillarme recibí una llamada.

*-Aló?
-Zoey estas lista? Ya estoy afuera de la residencia.
-Ah, dame 10 minutos.
-Ok preciosa.*

Terminé de retocarme, agarré un monedero y salí, caminé hasta la entrada principal de la residencia y luego de despedirme del portero mire a todos lados en busca de Carlos porque habían varios carros. Luego un carro dio la vuelta y se frenó frente a mi, un deportivo Negro hermoso. El salió y estaba demasiado guapo con un pantalón negro, unos zapatos igual, una camisa blanca y una chaqueta roja, con unos lentes oscuros; me miró de arriba abajo y se acercó para susurrarme.

-Cada día estas mas preciosa.

Yo me estremecí ante su tacto y Sonreí, el me abrió la puerta para luego el rodear el carro y sentarse de piloto.

-Y.. A dónde vamos?- Hablé al ver el camino.

-Es una sorpresa, confórmate con saber que estas perfecta para la ocasión- Por un momento quitó la vista de la carretera para guiñarme un ojo y sonreír.

En el camino conversamos sobre la academia de baile y le conté mi logro, el me felicitó y frenó el carro en un edificio inmenso.

-Llegamos zozo- Si, ese es mi nuevo apodo.

Se bajó del auto, y lo rodeó para abrirme la puerta; luego le dio las llaves a un chico y caminamos dentro del edificio. Por dentro es completamente de cristales y es un restaurant de 6 pisos, cada piso es un estilo distinto ¿genial no?

-Tienes alguna preferencia en cuanto a comidas?- Me preguntó mirándome fijamente por encima de los lentes oscuros que tiene haciendo que me ruborice.

-Mmm... No, cualquiera esta bien para mí.

-Entonces elegiré lo mejor para ti, sigueme.

Nos montamos en el ascensor y llegamos al piso 4 donde era pura comida italiana, luego de buscar una mesa, el realizó el pedido y esperamos conversando un poco.

Cuando llegó la comida solo el olor me pareció exquisito, Carlos me miró a los ojos.

-Eres realmente hermosa- me ruborice por segunda vez el día de hoy y Sonreí.

-Mmm- Carraspeé- Buen provecho.

-Igualmente.

Comimos en medio de sonrisas y relatos míos que hacían a Carlos casi ahogarse de la risa.

-Y tu amigo no se ahogo?