Capítulo 18

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Zoey:

Han pasado cuatro meses desde año nuevo y puedo decir que he pasada un montón de cosas buenas y malas pero lo mejor de todo es que tengo a mi bebé conmigo y todas las noches luego de mi día laboral el está ahí para regalarme una sonrisa o un simple balbuceo de palabras que me llenan el corazón.

Con respecto a Carlos, el y yo seguimos igual luego de ese gran beso no ha sucedido más porque ambos estamos ful con el trabajo y yo añado la universidad y mis fines de semana son para dedicarlos a mi hijo, cuando el está libre se lo lleva un rato o viene y pasa el fin de semana con nosotros. No conversamos nunca sobre ese beso, solo hablamos de cosas de Noah sus cuidados y unas que otra cosas sobre nuestros días o familias. Luego de la fiesta de bienvenida, todos los boys colocaron fotos de noah y yo y ahora soy "famosa" por así decirlo, pero eso no me gusta mucho. Me persiguen, en la universidad me piden fotos, me preguntan por los boys y bueno, aun no me acostumbro pero a las buenas o a las malas.

Ufff... Me cansé.

Hoy estoy en la universidad, es viernes y como lo acordamos el el trabajo tengo hoy el día libre así que luego de aquí voy a buscar a mi bebé y lo llevo para donde la familia de Carlos porque Maroli me escribió preguntándome por el.

-Hey, zoey- me detuve a mitad de camino al escuchar que me llamaban.

-Hola Julie- dije mirándola con una ceja alzada.

-Cómo está noah y Carlos?- dijo acercándose más a mi- Ah cierto, Carlos no vive con ustedes.

-No y no creo que sea de tu incumbencia como esté mi hijo, si sabes tanto de Carlos. ¿Por qué no le preguntas a el?- dije alzando un poco la voz, ella bajó la mirada y yo Sonreí y seguí mi camino.

¿Que hace esta aquí? Pregunté al darme cuenta que la encontré en el estacionamiento de la universidad.
No creo que sea capaz de seguirme, pensé.

Me subí a mi auto y fui directo a buscar a mi hijo.

-Gracias amiga por cuidar a mi príncipe- dije abrazándola con noah en brazos y ella me entregó la pañalera y el coche.

-Tranquila preciosa, es un placer cuidar a ese gordo- dijo agarrándole los cachetes a noah y este rió.-Ay pícaro!

Nos reímos y yo me fui a casa para arreglar a noah y para bañarme. Me vestí mientras Noah estaba en su silla mecedora viendo vídeos infantiles con su peluche, me coloqué un vestido que me llega por la mitad de los muslos color crema, me peine con el cabello recogido y una flor, un maquillaje sencillo y para completar mi outfit me coloqué pulseras y unos zarcillos grandes.

A noah lo vestí con un enterizo gris oscuro con orejitas, unas medias peludas y un gorro gris con pompones blancos. Arreglé la pañalera con ropa, compotas, pañales y los peluches de Noah que son tres: un conejo, un oso y un elefante, si a el le falta uno de esos tres o su chupete para dormir no duerme (es ya costumbre de el).

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