El Destino

Capítulo 25

Zoey:

Hoy ha sido un día patético, creí que la universidad u el trabajo me ayudarían a despejar la mente y olvidarme de mis problemas personales pero todo lo contrario; todo el mundo mostrándome a lo largo del día las muy famosas fotos de los enamorados Carlos y Julie en un bar y luego entrando a un hotel. En la universidad un montón de periodistas llegaron a entrevistarme y a molestarme y yo sin entender solo los ignoré pero al ver las fotos no hice más que esconderme y cuando acabó mi horario correr escondida para que no me preguntaran al respecto porque realmente yo se menos que ellos sobre esa pareja.

Luego en el trabajo no paraban de preguntarme también sobre el tema hasta que perdí la paciencia y des grité que me dejaran trabajar tranquila.

Justo ahora voy camino no a casa de mi mamá con noah dormido en el porta bebés y recibí una llamada.

"-Bueno?- dije al atender.
-Zoey- escuché su voz y casi choco con el auto que se frenó delante de mi por un semáforo en rojo.
-Qué quieres?
-Hablar.
-Si ya hablamos no entiendo tu afán en querer conversar conmigo si con lo que ví hoy por todos lados y lo que los molestos periodistas que me persiguieron me contaron ya esta más que claro.-dije arrancando el auto.
-Dejame...-lo interrumpí
-El único tema que tu y yo debemos tratar es el de noah, su bienestar y crecimiento porque ambos- hice énfasis alzando un poco la voz- tomamos ese compromiso y esa responsabilidad y lo que menos has nombrado a lo largo de estos dos días es a el, pero ya me imagino andabas súper ocupado de luna de miel no?- agradecí no tenerlo frente a mi porque ya estaba derramando lágrimas por doquier.
-Zoey, zoey solo... Escuchame sí?
-No Carlos, ya todo está claro para mí.
-No pero tengo que explicarte.
-No quiero ninguna explicación, tu y yo al fin y al cabo no somos absolutamente nada así que has lo que se te de la gana y cuando quieras saber de noah me escribes.
-Pero Zoey..." -colgué y me detuve afuera del edificio colocando la cara sobre el volante a terminar de llorar.

-No entiendo como pude ser tan idiota.- me dije a mi misma, luego me limpie las lágrimas y me adentré al estacionamiento.