Coraza de diamante

Capitulo 2

Amistad

Son casi más de las 03:00 de la tarde y no sale -¿En dónde se habrá metido?- susurro agotada, mientras chicas con uniforme escolar salen en distintas direcciones, veo su rostro familiar entre una muchedumbre. Aún no se percata de mi presencia así que me apresuro a alcanzarla.

- Ahí estas mi pequeeeñaaaa -canturreo- ¡Sorpresaa!

- ¡Winnie! -responde sorprendida con una sonrisita, evitando gritar para no llamar la atención.

- ¿Por qué tardaste tanto en salir Aria? -enarco una ceja dándole pie a que empiece con su gran excusa-.

- Pues estaba conversando con unas compañeras y se me paso -sacude sus manos restándole importancia a que mis pobres pies sufrieron su demora- a parte no sabia que vendrías, me agarras de sorpresa, pero ven, ven quiero presentarte a alguien- tira de mi brazo, mientras me arrastra entre la aglomeración- te aseguro Winnie que te caerá bien -se detiene de golpe y no puedo evitar dar un traspié y chocar con algún cuerpo, me observa con duda y creo que espera a que le diga algo- Yo sé que es raro que te presente a alguna amiga, primero por que no soporto a nadie y segundo... por que no soporto a nadie -voltea sus ojos mientras ríe- Pero bueno al punto, desde que entre al colegio ah sido muy buena conmigo, al principio a pesar de ser grosera y hostil, ella seguía intentando ser mi amiga, se que aún para ti y para todos es difícil confiar en las personas pero no quiero vivir intranquila y estar siempre al pendiente de que me lastimen y me traicionen, no todas las personas son iguales -tiene razón, pero no queremos que vuelvan a lastimarla y tenga otra recaída, pero en sus ojos veo esperanza así que solo asiento con una pequeña sonrisa.

- Está bien está bien -levanto mis manos en señal de rendición- pero promete que será algo rápido, preferiría evitar caminar, los zapatos me están matando -si supiera que me extravié antes de llegar- no elegí los adecuados -miento-.

Aria me mira muy divertida por mi "errónea elección" mientras sigue tirando de mi brazo en dirección al colegio. Nos acercamos hacia una muchacha de bucles definidos de un tono negro azabache, para su edad tiene una figura curvilínea muy desarrollada y gruesa, usa unas gafas muy bonitas y un poco de maquillaje que resalta su rostro. Levanta su vista hacia nosotras y a paso seguro camina a nuestro encuentro.

- Ella es Estefanía -exclama Ariana dando saltitos- Estefanía ella es mi hermana Winnie.

- Hola... -digo, mientras ella me examina de pies a cabeza, me incomoda, pero me esfuerzo por sonreír un poco aun que mas parezca una mueca- Soy Winnie su herm...

- Su hermana lo sé- me interrumpe con una sonrisa de oreja a oreja- Ari siempre habla de ti, me cuenta como es el lugar en el que vivían antes y -vale habla demasiado rápido- ¿En serio cae nieve y el agua del grifo se congela? Oh y eres muy bonita y vistes muy bien a pesar de ser venir de un pueblito pobre -pero que rayos, Winnie respira solo es una niña ignorante- ¿Cuántos años tienes? ¿Tienes enamorado?

Me quedo observándola por unos instantes hasta que siento un ligero pellizco, Aria me mira avergonzada, se prepara para una mala respuesta de mi parte, pero solo suspiro y me obligo a responder un simple "gracias".

Empezamos a caminar mientras Estefanía y Aria se sumergen en una conversación de la que no tengo idea de que va, caminamos hasta que se quedan en silencio por un momento, ambas me miran con ojitos de cachorro hambriento, miro a un costado y entiendo lo que hacen.

- Dejen de mirarme de esa manera y vayan por ese helado, yo invito -se miran con complicidad y salen disparadas al puesto de helados- les doy 20 segundos para elegir antes que me arrepienta.

Quiero decir que me agrada, a pesar de su comentario estereotipado -no se si esa palabra existe, pero me da igual- pero una pequeña parte de mi grita alerta, probablemente solo sea ese instinto protector de hermana mayor que teme por un daño más y por consecuencia otra recaída.

Quien iba a pensar que aquella chica de bucles definidos, sin filtro para hablar, de apariencia tierna y carismática, de sonrisa aparentemente sincera cambiaría el rumbo de nuestras vidas.

***

- ¿Señorita? -me obligo a alejar los recuerdos y observo al señor de placa con una ceja enarcada impaciente- le estoy preguntando su lugar de procedencia, me escucha o necesita que uno de mis muchachos la ayude con un empujoncito -escupe en tono altanero mientras risas entrecortadas provienen desde el fondo de la habitación-.

Escucho los sollozos de Aria, esta muy asustada, la tomo de la mano y le doy un ligero apretón para tranquilizarla.

- Si, disculpe -respondo- Alto nevada.

- Bien, eso es todo. Llamaremos para informar su traslado, hasta entonces oficial Gómez, regrese a las señoritas al calabozo.

- Si mi coronel -responde el oficial con una sonrisa maliciosa-.

Hey, cada 2 días actualizo la historia disfrutenla tanto como yo, a ti que lees esta historia ¡gracias! te debo una hamburguesa grasienta. Cuídense mucho

Abrazos virtuales para todos :3