Coraza de diamante

Capítulo 12

Sentencia

- Winnie hoy es el día... -Aria me mira expectante, a pesar de los nervios y el miedo que siento, le doy una sonrisa de oreja a oreja.

Me repito que debo estar tranquila, mi consciencia sabe la verdad, pero no puedo, si siendo inocentes estamos encerradas, ya no sé lo que pueda pasar, solo puedo sujetarme a la mínima esperanza de que todo se solucione hoy.

Después de 6 largos meses, hoy por fin, es el día de la sentencia. Durante este tiempo alargaron y jugaron con el proceso a su conveniencia.
Nuestros padres en una visita nos informaron que el abogado Hernán, fue un peón más en el sistema coludido. Por lo que tío Salomón, busco mejores abogados de la zona, expertos en este tipo de casos, y los encontró. Mamá no quiso contarnos como están pagando y son una firma de abogados los que llevan desde hace una semana nuestro caso, pero a papá se le escapo sin querer que están realizando actividades y préstamos para recaudar dinero.

Al señor Hernán le contamos acerca de la visita de la Juez, pero no hizo nada en absoluto, sin embargo, mis padres al enterarse, se acercaron -muy furiosos- a la oficina de la señorita Isabel, nuestra directora, para contarle lo sucedido y que quede registrada la visita de la Juez como prueba.

En este tiempo recluida, los momentos más difíciles fueron mi cumpleaños. navidad, año nuevo y los 15 años de Aria.

Para mi cumpleaños, aún esperaba con seguridad salir antes, que todo se solucionaría rápido, pero no fue así, con el paso de los días se hicieron meses.
Navidad fue aún más complicado sobre todo porque no estábamos en casa sentadas esperando a las 12 junto a mamá papá y mis hermanas, esperando a poner la estrella al árbol y el niño Jesús en el pesebre, no estábamos para recibir los abrazos, no estaba para esconderme debajo de la cama junto a mis mascotas para no escuchar los cuetillos que resonaban y brillaban en todo el cielo nocturno, no estábamos para cantar villancicos ni comer pavo o panetón y amanecer con un fuerte dolor de estómago, para que mamá venga a abrazarnos con un té de hierbas en la mano y así calmar nuestros malestares.
Sino, estábamos sentadas una frente a la otra en una extensa mesa de madera, en el patio, observando como llantos y jadeos provenían de muchas internas, llegada las 12.
Año nuevo fue similar a navidad, pero esta vez supimos que no podíamos hacer nada y estar tristes no era lo mas adecuado, sobre todo porque nos teníamos una a la otra, y eso era lo más importante. Aria ama los fuegos artificiales, y recuerdo que para año nuevo corrió a las gradas y por un pequeño agujero del techo aprecio las luces en el cielo.

Hoy nos vestimos con un uniforme especial para una audiencia, y nos trenzamos -como cada día- dos francesas.

La audiencia esta programada para las 9 am, por lo que Aria no fue hoy al colegio y está conmigo sentada a la espera de ser llamadas.

Son ya un cuarto para las 10, y aún nadie nos llama, pero una joven de seguridad nos informó que nuestros padres llegaron antes de las 9 y como nosotras están esperando. También nos comento que hay un grupo de nuestros familiares fuera de la institución, con pancartas y carteles en los que expresan y piden justicia para nosotras -cosa que nos hizo romper en llanto-.

- Señoritas Robles, audiencia. -grita Rosita, una señora de seguridad.

Aria y yo nos tomamos de la mano y avanzamos hacia la puerta que separa el patio con las oficinas de los trabajadores y las salas de audiencia.
Llegamos y a lo lejos apreciamos a papá y mamá abrazados, esperando. Aria corre a abrazarlos, la entiendo por que cualquier mínima oportunidad de tenerlos debemos aprovecharla, sobre todo por que el tiempo con ellos es limitado.

Dos señores se acercan a nosotros y se presentan como nuestros nuevos abogados. De alguna manera me generan confianza, pero a estas alturas no sé en quien confiar.

Nos adentramos a la sala de audiencias e intento buscar con la mirada a la Juez, pero no está. En su lugar se encuentra otra mujer que mira des interesadamente a cualquier lugar menos a nosotras. La secretaria nos invita a tomar asiento, mientras que todos se ponen de pie para empezar con el juicio.

La secretaria lee un documento, del que no entiendo mucho. Nuestros abogados empiezan a hablar, y por último nos piden decir algo antes de proceder con la sentencia. Pero nuestros abogados intervienen y no entiendo por qué, pero comienzan a discutir acerca de la indiferencia de la nueva Juez.

Por un momento todo está en silencio, volteo a mirar la razón de aquella tranquilidad repentina, y veo a Aria parada con los ojos llenos de lágrimas mirando directamente a la Juez

- Estamos presentes por si no lo a notado, somos nosotras las víctimas, míreme, señora. Quien es usted para dictaminar una sentencia si ni si quiera se a tomado la molestia de revisar esa fila de papeles que tiene en su escritorio... ¿Sabe acaso mi nombre? Claro, usted solo observa el delito y ya soy culpable. No soy ninguna violadora, ni mucho menos agredí a nadie.

- Siéntese señorita -dice la juez, ignorando todo lo que dijo Aria-.

El abogado apoya su mano en el hombro de Aria de manera suave y ella se sienta con la cabeza en alto.

La secretaria empieza a relatar la sentencia ya dictaminada -al parecer hecha antes de iniciar el juicio-.

- ... Dada la resolución del caso se les encuentra culpables, dictaminando 4 y 5 años de pena a cada una respectivamente...

Siento como todo se detiene, me cuesta respirar, la juez se pone de pie y sin mirar nadie sale de la habitación. Volteo para ver a mamá y papá que están sosteniendo a Aria que acaba de desmoronarse sobre ellos, los abogados se acercan y expresan que presentaran apelación por falta de pruebas y dejo de escuchar todo cuando veo a Aria salir corriendo de la sala.

Me levanto y hago todo mi esfuerzo por sonreír, tomar de las manos a mis padres y decirles que saldremos de esta, que la verdad siempre se llega a descubrir, los abrazo y me despido para ir en busca de Aria.
En el camino intento sostenerme de cualquier objeto para no caer, veo a Aria que es llevada a enfermería. Me apresuro en llegar a ella, a medida que me acerco escucho sus gritos y desde la puerta observo como le inyectan algún sedante, me acerco sin darle importancia a la enfermera que se cruza en mi camino, llego a ella y la abrazo intentando unir mis piezas, permitiéndome llorar sobre ella.

Uff lamento la demora, disfruten este capitulo.😌