No había logrado pegar los ojos en toda la noche, extraño, ya que ella solía alterar los latidos de su corazón adrede para relajare y conciliar el sueño más fácilmente. Era su primer día en la clase A, y no se sentía para nada emocionada, de hecho, hasta estaba harta. No quería ni imaginarse verle la cara todos los días a Aizawa ni a los niños mimados de esa clase. Se quedó mirando el techo de su oscura habitación, pensando con desagrado en lo que le esperaría ese día. Le habían dado un programa de adecuación para adaptarse a los nuevos contenidos, los contenidos de un Héroe, no había leído siquiera una página, iría prácticamente sin saber nada. El solo hecho de saber de que la vigilarían minuciosamente, que no la dejarían en paz y que le harían la vida imposible la causaba sorna y nauseas. No podía quitarse de la mente la razón original por la cual la habían ascendido, miedo, desconfianza y eso la enfermaba.
Se levantó rápidamente para tomar una interminable ducha de agua caliente, le ayudaba a mejorar u circulación sin la necesidad de utilizar su Kosei desde tan temprano. Sentía cómo el agua caliente le chocaba la espalda, no sentía apuro alguno, aunque estaba casi sobre la hora. Salió, se puso un poco de máscara de pestañas para disimular sus horrendas ojeras, se hizo su peinado habitual y adornó sus muñecas con algunos accesorios que dudaba que le permitieran usar. Ni siquiera había planchado el uniforme, no usaba la corbata ni el saco, tenía tres botones desabrochados en el escote y tampoco llevaba los zapatos reglamentarios. Tampoco estaba segura si había lavado la falda, era un completo desastre andante. No se esforzaba en absoluto por dar una buena impresión, y tampoco le importaba, de todos modos, era una decepción para los otros.
Miró el reloj para darse cuenta que ya había pasado la hora en la que basaba el metro de Hosu a Musatafu, por lo que no llegaría puntualmente a las ocho a la escuela. Suspiró.
—Llegando tarde el primer día, que cliché —Musitó rascándose la frente, tendría que caminar a la otra estación y rezar para que la dejasen entrar. Tomó su morral el cual lo colgó en su brazo derecho, ya que el izquierdo aun se curaba por el katanazo, cortesía de Stain. Calentó un vaso con café y lo fue tomando camino a la estación, arrastrando sus pies por las calles con la mirada plantada en sus pies. Usualmente iba a la escuela en compañía de Hitoshi ya que además de ser familia también eran vecinos, pero asumió que quizá no le quería hablar, después de todo él sí quería ser un Héroe.
Bajó del metro, tomó aire pesadamente, el verano se acercaba (otro argumento para tener en cuenta de la carencia de sentido de su promoción) odiaba esa estación, su cuerpo era muy complejo de refrigerar. Entró al establecimiento para cruzar la entrada, ni siquiera se cambiaba de zapatos, siguió de largo hasta su lugar habitual en la clase C, pero esta vez viendo su asiento estaba vacío. Suspiró tomando valor para continuar su camino hasta la exageradamente gran puerta del aula A. "A partir de ahora todo cambiará, y no estoy segura si para bien" Tocó la puerta con firmeza para ver a Aizawa girar su cara hasta cruzar miradas y verla con fastidio. Vio sus labios moverse para a continuación hacer un ademán con la mano en signo de que entrara.
—Alumnos, ella será su nueva compañera a partir de ahora, compórtense—Dijo para después ponerse en su bola amarilla en la cual dormía. Ella tragó en seco, con su mejor cara de disgusto, no le gustaba lo que veía, para nada, al ver un pantallazo de sus nuevos colegas pudo ver lo extraños y ridículo que era. "¿En serio ella es invisible? ¿Cómo hizo para pasar la prueba? Que estupidez" Pensó viendo a un uniforme flotante. Todos los estudiantes la miraban con los ojos como plato, sobre todo el explosivo chico el cual no comprendía qué hacía ella ahí.
Todoroki miraba con poca expresión a la chica de ojos amarillos, pero se tragaba su gusto por verla, se notaba que se había recuperado de todo el daño que hizo su incapacidad por protegerla. Apretó los puños al recordarla por los aires con un Nomu con intenciones de secuestrarla. No se notaba contenta, para nada, pintaba una cara de pocos amigos y ganas de dormir que de seguro intimidaba al resto de estudiantes. Observaba detenidamente sus movimientos le gustaba su estética, se veía como alguien natural y espontánea, eso le llamaba la atención.
—Me llamo Nigiyaka Tsukare — Se inclinó en modo de reverencia como forzado respeto, que le molestaba y se notaba estática, contradiciendo los pensamientos del joven bicolor. — Espero que nos llevemos bien—Habló con voz gruesa para levantarse y mirar en algo. El maestro le indicó que tomara asiento en la tercera fila en el tercer lugar, entre un chico pájaro y una chica de cabello oscuro y corto con cables auxiliares colgando de los oídos. Estaba tan solo a un asiento del joven Shoto, lo cual en parte lo animó, ya que gracias a Midoriya y sus crisis existenciales se propuso tener más amigos y ser un tanto más sociable. Y tener la oportunidad para intercambiar al menos un par de palabras con la chica le generaba una extraña sensación en el estómago, sobre todo porque su capacidad para conversar con las mujeres era nula. Por otro lado, a Tsukare la bombardeaban con preguntas sobre su Quirk y sobre ella misma, acompañado de halagos y propuestas amistosas las cuales ella toscamente rechazaba. A simple vista podían identificar que la chica se sentía incomoda y que no quería estar ahí. Pensaba que todos ellos eran unos completos idiotas, entre las amenazas sin sentido de Bakugo, las insinuaciones de Mineta y el intento que hacían las chicas para ser su amiga provocaban que la de hebras negras se estresara y agobiara.
—Definitivamente odio a la clase A
Holaaaaa! Quería agradecerles por todo el apoyo que estoy recibiendo en esta historia! no olviden opinar acerca de si les está gustando el rumbo que lleva. En multimedia tienen una ilustración de Tsukare hecha por mi, con su ropa casual y cómo lleva el uniforme.
Saludos y Plus Ultra.
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Perder el control {Todoroki Shoto}
FanfictionU.A no siempre califica de manera justa en los exámenes de admisión. Problema que afecta directamente a Nigiyaka Tsukare, cuyo Kosei fue mal evaluado teniendo como consecuencia un cambio en su educación. Pero todo cambaría después del prestigioso...