—¿Estas listas? —Preguntó el muchacho de cuadrada sonrisa y cabello negro y largo, recibiendo un ademán con la cabeza como respuesta por parte Tsukare. Se encontraban en el campo de batalla, luego de una serie de entrenamientos y ejercicios que estaban a punto de mostrar sus frutos. Frente a su profesor Aizawa quien observaba expectante lo que sus alumnos le tenían para mostrar. Ambos estaban enfrentados, teniendo contacto visual y tomando aire concentradamente. —Adelante—Comunicó dándole paso a la chica para que esta le ofreciera de su sangre para ser ingerida por Sero sin chistar y de una manera seria y absorta.
Nigikaya cerró sus ojos con tranquilidad exhalando con fuerza mientras acompañaba el movimiento de su tórax con las manos y ahí lo vio. Podía divisar casi a la perfección cómo su sangre se movía cual serpiente por las venas de su compañero, pero aún no era tiempo de cantar victoria. Procedió a mover sus manos como suaves olas en ventoso día de otoño, su objetivo no era unificar sus ADN, como lo había intentado antes, sino más bien que su propia sangre sea la que llevaba el control de los movimientos.
—Pertenezco al grupo sanguíneo de los O negativo, conocido por ser el único capaz de ser recibido y aceptado por el resto los grupos. El error que estaba cometiendo es hacer el mismo proceso que ejecutaba cuando yo era la que bebía la sangre, obligando al plasma y eritrocitos a fusionarse con los míos. Su organismo lo aceptaba, pues sus anticuerpos no lo ven como un cuerpo extraño gracias a los antígenos en su plasma. —Habló sin detener sus manos las cuales bailaban con fluidez y gracia mientras Shota prestaba minuciosa atención a su alumna. —Pero el vínculo no se producía, ya que al ser muy poca la sangre ingerida no era suficiente para llevar a cabo el proceso. Era como si quisiese salar tres litros de agua, pero con un grano de sal—Comentó sonriendo, con un poco de ironía por usar la misma metáfora que antes.
—¿Y cómo lo solucionaste? —Interrogó con curiosidad. Tsukare era alguien completamente capaz e inteligente, desde niña ganaba partidos simultáneos de ajedrez con casi profesionales. Poseía una capacidad nata de razonar e idear miles de estrategias e hipótesis en cuestiones de segundos. Aunque esa inteligencia la solía mal gastar en videojuegos o en métodos para joderle la vida a sus primos, pero eso no quitaba el hecho de que sus planes eran infalibles.
Tsukare soltó una risa y luego un bufido en modo de sorna.
— No fue tan fácil, pasé toda la noche leyendo sobre la compatibilidad de sangre y llegué a la conclusión de que no serviría de nada si intentaba hacer el vínculo ya que terminaría perdiendo sí o sí. Hasta que entendí que no debía de hacerlo, solo tenía que controlar mis células desde su cuerpo. Contando de que no serían atacadas ya que gracias a mi tipo no le haría daño a Sero, ni a nadie. Por lo que debo limitarme a hacer lo que la poca cantidad de sangre que bebió me permite, como si fuese un virus imperceptible al cerebro o sistema inmune. —Respondió con un tono calmado sin desconcentrarse o trabarse, pausando cunado debía y arrastrando un poco las palabras. Aizawa se encontraba extrañamente sorprendido y asombrado. Cuando Tsukare hacía las cosas bien era bastante notable, era un cerebro brillante que moldeándolo de la manera correcta podía ser asombrosa, aunque siempre existía un pero.
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Perder el control {Todoroki Shoto}
أدب الهواةU.A no siempre califica de manera justa en los exámenes de admisión. Problema que afecta directamente a Nigiyaka Tsukare, cuyo Kosei fue mal evaluado teniendo como consecuencia un cambio en su educación. Pero todo cambaría después del prestigioso...