★Capítulo 24★

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Sábado por la mañana. Tsukare se había levantado temprano para salir a trotar y hacer algo de ejercicio, ya que no quería perder el tiempo en el campamento, para así aprovechar su rendimiento. La brisa mañanera le acariciaba su sudada piel y acomodaba sus cabellos los cuales danzaban al compás del viento siguiendo el movimiento del trote. Paró para descansar, estirar y tomar algo de agua, iban seis kilómetros y ni siquiera estaba cansada, por lo cual se sentía un tanto orgullosa. Se celular vibrar hizo que se distrajera de su descanso para notar que un mensaje había entrado.

"Hola, disculpa mi intromisión a estas horas de la mañana..."

Un mensaje de Todoroki Shoto, siendo formal como siempre, acompañado de una interminable lista con objetos de todo tipo. Se había tomado muy en serio su propuesta de compra por encargo para el campamento, ya que él estaría ocupado. Pero de todas formas agradecía eso, ya que tenía una excusa para alargar su periodo de tiempo fuera de su casa. Sonrió con diversión, para luego contestar un breve "Ok" y un "¿Nos vemos mañana para entrenar?"

No esperó una respuesta inmediata, el bicolor tenía pinta de no usar diariamente el celular, por lo que guardó el móvil en el bolsillo. Continuó su rutina de ejercicio mientras hacía un repaso de las cosas que ella necesitaba para el campamento, para recordar que nunca había asistido a uno en su vida.


Ya una vez, luego de un baño de agua fría, se encontraba en la primera planta del Centro comercia Kiyashi junto a sus compañero -vestidos con ropa de calle- observando atónitos la cantidad de gente que se aglomeraba y la excesiva información visua...

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Ya una vez, luego de un baño de agua fría, se encontraba en la primera planta del Centro comercia Kiyashi junto a sus compañero -vestidos con ropa de calle- observando atónitos la cantidad de gente que se aglomeraba y la excesiva información visual que le presentaban los negocios. Mientras civiles los apuntaban, reconociéndolos como futuros Héroes gracias a sus apariciones en la televisión. Tsukare se limitó correr la mirada, para evitar contacto visual, odiaba ser el centro de atención, y menos con la mala fama que se cargaba.

—Yo necesitaré una mochila nueva—Comentaba Kyoka Jirou mientras miraba a Yaoyorozu, quien tenía una suave sonrisa en el rostro.

—Yo tengo una lista interminable que me mandó Todoroki—Dijo por primera vez la de ojos amarillos con un papel arrugado entre las manos, mientras su esquelética compañera, Sukaru Utsukushi, asentía con la cabeza. Debido a las necesidades de cada uno, lo más lógico era separarse para optimizar el tiempo, por lo que cada uno se fue por su lado. Tsukare agradeció los momentos de soledad, odiaba entablar conversaciones forzadas con la gente, clásicas en dichas circunstancias. Caminaba por miles y millones de tiendas, de ropa, materiales, objetos de supervivencia, farmacéuticas, había un gran abanico de opciones. Iba con la mirada clavada en el piso, mientras escuchaba un playlist de su banda favorita y ojeaba de vez en cuando el papel con los objetos de Shoto.

Había un bullicio enorme, apenas podía escuchar sus propios pensamientos, "¿Para qué quiere Todoroki un kit de primeros auxilios? Su padre en un Héroe ¿Qué no hay en su casa?" Pensó pasando entre la multitud. "¿Es en serio? ¿Un repelente de cucarachas?" repetía internamente entrando a una tienda y pagando lo correspondido. Al cabo de diez minutos decidió tomar un descanso mientras se recargaba sobre la baranda de las escaleras, divisando la plaza inundada de gente. Aun le faltaban un par de cosas que comprar, pero era realmente agotador estar entre tantas personas, más un siendo ella. Posó su mirada vagamente hacia un lugar en la planta baja con vegetación artificial, asientos y familias jugando alrededor, pero algo le llamó su atención inminentemente. Midoriya Izuku, y un tipo de hoodie negro, con capucha, estaban sentados ahí, se notaba un ambiente tenso entre ellos por lo que Tsukare rodó los ojos con fastidio.

—Este idiota no se sabe defender ni de los ladrones ¿Y pretende ser Héroe? —Dijo bajando las escaleras decidida a salvarle el pellejo y su celular probablemente al pecoso peliverde. Sabía lidiar con estas situaciones, ya que Hosu no era un lugar del todo seguro, estaba acostumbrada a los pequeños maleantes y a sus mediocres fechorías. Aplicaría la técnica de intimidación, era infalible e implacable, siempre funcionaba. De todos modos, esa clase de delincuentes no eran una amenaza ni siquiera para los Mukosei's. —Nee~ Midoriya— Dijo pasando su brazo por el hombro del desconocido, rodeándole el cuello con firmeza mientras esbozaba una forzada sonrisa y fingía amabilidad—¿Quién es esta esco...

No pudo terminar la frase, ya que observó la cara de absoluto pánico que pintaba el pequeño Izuku, no entendía la reacción del chico. ¿Tan extraño era un simple robo? El pobre temblaba como una hoja en un día ventoso de otoño, mientras mantenía una postura erguida y tensa, pero girando sus pupilas hacia la chica que yacía con mucha de confusión. Hasta que la tercera persona, quien estaba entre ellos, giró su cabeza para cruzar miradas con la pelinegra y clavarle los ojos. Esos ojos rojos y resecos que mostraban un total vacío y absoluta locura, con despeinados cabello color plata que tapaban parcialmente su cara, pero dejaban ver una espeluznante piel cuarteada y herida. Olía a mala vida y su sonrisa era tétrica, generaba escalofríos en quien se adentrara en esa vista macabra y oscura.

Tenía a Shigaraki Tomura frente a sus ojos, entre su brazo, mientras este posaba la mano en el cuello del asustado Midoriya. Era la primera vez que estaba frente a él, aun no se acostumbraba a estar en presencia de villanos que puedan significar un peligro en su vida. El criminal observaba detalladamente a la muchacha, analizando si representaba una amenaza, debido a que no tenía recuerdos de ella durante sus ataques a la U.S.J.

—Pero mira ¿Quién tenemos aquí? La María Sangrienta—Dijo con una ligera carcajada, audible solo para ellos, que derrochaba demencia. Tsukare sintió miedo, estaba en grave peligro su vida, la de su compañero y la de los civiles. No podía imaginar lo dolorosa que sería una muerte a causa del quirk del peliplata. —Tu sola presencia me recuerda a Stain... eso me molesta...—Dijo refiriéndose al parecido entre el don de ambos, mientras colocaba la mano que tenía libre entre el frío y delicado cuello de la chica, sin apoyar todos los dedos. Estaba apretando con fuerza y Tsukare empezaba a entrar en desesperación al igual que Izuku, quien intentaba zafarse de manera disimulada del agarre grotesco del villano. Respirar era una tarea que se convertía en casi imposible para ambos, las manos de Shigaraki eran suficientes como para rodear por completo el pequeño cuello de la chica, lo que la hacía temblar y sentir su corazón acelerado. 




¡Hola! disculpen si el episodio es muy corto, ando cerca de los exámenes finales y eso me succiona mucho tiempo y mente

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¡Hola! disculpen si el episodio es muy corto, ando cerca de los exámenes finales y eso me succiona mucho tiempo y mente. En serio que quiero agradecer inmensamente el apoyo que recibo con cada capítulo y los mensajes hermosos que me dan cada día. Me levanta mucho el ánimo! 

No olviden votar y comentar si les está gustando el rumbo de la historia! ¿Mencioné que ya tengo pensada y casi escrita la secuela? jaaja

si tienen alguna duda de acontecimientos que sucedieron hasta ahora en la novela (sin hacer spoileres) puedo contestarla sin problema! 

Saludos y plus Ulta!

Perder el control {Todoroki Shoto}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora