Wait for It [Chuuya y tú] COMPLETA

3.3: Amaya

'I swear to love you all my life'

Narra ____

─Quiero un departamento como el tuyo, es tan bonito─. Amaya, mi compañera de trabajo, remarca el 'tan' para, luego de terminar de hablar, hacer una pausa, mirando a la nada mientras sonríe ampliamente, como sí recordase el lugar que mencionó hasta hace pocos segundos─. La forma en la que lo decoraste me fascina─. Halaga, con emoción, haciendo gestos con sus manos al mismo tiempo en el que me mira.

─Bueno... Podría ayudarte a decorar─. Comento, en un tono suave, viendo a mis pies mientras recorro el cemento, en dirección del auto de mi amiga─. Pero ese no es mi departamento...─. Confieso, viendo a la rubia de reojo.

─Lo sé, lo sé─. Responde, pasando su dedo por detrás de su oreja y acomodando parte de su cabello─. Le pertenece a Brendan, pero viven juntos así que es de los dos, ¿no?─. Me pregunta, con cierta obviedad en su tono. Pero, con un gesto amable aún en su cara, voltea a verme con curiosidad, deseando saber mi opinión.

─Terminamos hace un par de días─. Confieso, seria, y una mueca aparece en mi rostro justo después de haber dado otro paso, pues las vendas en mi tobillo eran realmente incómodas.

─¿Qué?, ¿de verdad?─. Responde, notoriamente sorprendida.

Su cambio radical de actitud me choca, e inclino la cabeza con pena, sintiendo una molesta presión invadir mi pecho, pero ella habla a penas haberlo notado;─ P-perdón, no quise incomodarte─. Se disculpa, uniendo sus manos en señal de ruego.

Sin embargo, aquel comentario me hace reaccionar, ─¡no, no! no te disculpes, no lo sabías─ volteando a verle al unísono en el que agito mi mano libre con insistencia, pues con la otra sostengo una muleta color blanco.

─¿Y... Cómo va todo?, ¿estás bien?...─. Pregunta, haciendo referencia a mi estado sentimental. Y por la cara que pone puedo asumir que tiene más preguntas que hacer, pero me limito a ignorar el gesto.

─Sí. No te preocupes─. Resumo, hablando con cierta rapidez.

Entonces, cuando el silencio nos invade y nos dedicamos a caminar por el estacionamiento, mi teléfono suena en el interior de mi bolso y pego un salto.

Por un segundo, suelto la muleta, y aquello me obliga a fingir que pierdo el equilibrio para poco después reincorporarme, agarrandome de esta con fuerza y sintiendo la mano de la chica en mi espalda al unísono en el que lo hago, como para asegurarse de que no me cayese.

─¿Te ayudo?─. Pregunta, llevando sus manos a mi bolso y sacando el aparato de su interior, con cuidado─. Tienes que ser más cuidadosa...─. Extiende su brazo hacia mí, y deja caer el teléfono suavemente sobre mi mano─. ¿Cómo fue que te hiciste eso?─.

Invento una mentira casi de inmediato, algo ida─. Me caí de una escalera─. Apreto un botón a un borde y, cuando la pantalla se ilumina, leo el mensaje que me acaba de llegar y suspiro con pesadez.

Brendan Daigo: Ya le avisé al conserje que pasarías a por tus cosas uno de estos días.

Observo aquellas palabras por unos segundos, y usando ambos pulgares, escribo lo siguiente;

Gracias.

Mi corazón acelera en el interior de mi pecho cuando por debajo de mi mensaje aparecen tres circulitos que saltan en orden uno tras otro, indicando que me escribe algo más. Y cuando el mensaje por fin se ve presente, mi espalda se tensa.